La madre de Cristiano Ronaldo revela que su primer oficio fue… bordadora

Un día antes de recibir una nueva sesión de radioterapia para tratar su segundo cáncer de mama, Dolores Aveiro inauguró el ciclo « Madeira 7 Talks » y se confesó ante la audiencia que esperaba a la madre de Cristiano Ronaldo en el Nini Design Center de Funchal, el instituto de diseño que se alza en el puerto de la capital de la isla portuguesa, donde nació el jugador de la Juventus. A un mes y medio para cumplir los 66 años , esta luchadora mujer compareció, micrófono en mano, ante un público ávido de escuchar sus anécdotas. Fue entonces cuando sorprendió al revelar cuál había sido s u primer oficio para ganarse la vida: bordadora .

Y es que los bordados se caracterizan como u na labor muy arquetípica de Madeira , con decenas de jóvenes y maduras dedicándose a semejante muestra de artesanía local. Un simple paseo por Funchal permite contemplar que la costumbre se extiende por la preciosa ciudad y que a los turistas les encanta comprar algunas de estas piezas al lado de botellas de vino de la tierra, de los plátanos que crecen en los alrededores o del delicioso azúcar que surge de allí.Así es como sacaba dinero doña Dolores, con una actividad que luego complementó con la confección de mimbres y más tarde cocinando en los restaurantes que podía.

Su marido, Dinis , no paró de darle disgustos, pero su existencia dio un vuelco cuando el 5 de febrero de 1985 nació su cuarto hijo en el hoy Hospital Central de Funchal, entonces denominado Cruz de Carvalho. Porque e lla ni podía sospechar que las habilidades futbolísticas de Cristiano Ronaldo terminarían con sus estrecheces económicas . Por eso, esta «madre coraje» relató que no pudo evitar desmayarse de emoción la primera vez que vio a aquel osado chaval defender la camiseta de la selección nacional, tomando el relevo de Luis Figo con el emblemático dorsal número 7 .

Sin embargo, los asistentes al Nini Design Center se quedaron estupefactos cuando a su habitualmente entrañable vecina del Funchal de siempre le salió una vena un tanto soberbia al ser preguntada sobre si le molesta que también haya gente capaz de criticarla por cobrar altas sumas dinero al hacer anuncios de sus propias marcas de aceite y de quesos. « Si Dios no agrada a todos, pues yo tampoco », espetó a los espectadores y oyentes.

Más de uno pensó que parecía olvidar los tiempos en que, siendo una niña, se quedó huérfana de madre y fue criada en un hospicio. Tal vez se trató de un lapsus, dijeron algunos en las redes sociales. «En absoluto», respondían otros en los mismos canales. El caso es que su vida y milagros mantuvo entretenidos a los madeirenses que se acercaron a la zona de Pontinha. Unos porque acudieron físicamente y otros porque escucharon sus palabras a través de las emisoras locales de radio.