Jordi Cruz: «La obligación de los políticos es darnos tranquilidad, decirnos la verdad»

El cocinero y jurado de "MasterChef" desvela a ABC las experiencias de su infancia que lo introdujeron a la cocina y lo mucho que ha afectado la pandemia al sector gastronómico

GTRES

Paula A. Arocha

Cuenta Jordi Cruz que desde los ocho años, no tenía sus ideas muy claras y solo se ocupaba de ser feliz y de jugar. Hasta que un día, tras preparar unas judías verdes con patatas cocidas, su madre le dijo: «Serás cocinero». Efectivamente, años más tarde, con un esfuerzo constante y fe en sí mismo , logró convertirse en uno de los chefs con mayor prestigio en España al frente de su restaurante « ABaC », en Barcelona, con tres estrellas Michelin y nominado como Mejor Restaurante de Cataluña 2011 por la Academia Catalana de Gastronomía. Esta semana, Cruz colgó por unas horas el delantal para enfundarse en un elegante traje y presentarse como el embajador del nuevo lanzamiento de los cepillos dentales de «ORAL-B». Guardó un tiempo para hablar con ABC entre otras cosas, de la nueva edición de MasterChef Celebrity , en la que de nuevo figura como un temible juez, y de cómo ha sobrevivido, hasta ahora, el confinamiento.

Más allá de MasterChef y de ser toda una celebridad, cuéntenos sobre su infancia. ¿Cómo era de pequeño?

Yo de pequeño era un chico muy movido, no era buen estudiante. Imagino que era porque no tenía la capacidad de centrarme y de tomarme las cosas en serio. Poquito a poco, me encontré con una disciplina que si me gustaba y sentía que se me podía dar muy bien. Me focalicé en la cocina y puse toda la carne en el asador y, desde ese día, me ha venido bien. Las experiencias que he vivido en mi infancia me han enseñado que cuando somos pequeñitos, si nos dirigen bien, si nos enseñan las cosas con un poquito de cariño y nos hacen ver que no somos tontos, somos absolutamente capaces de hacer cualquier cosa. Hacer las cosas bien, con mucha fe. Esa fue mi infancia, yo lo resumo así. Éramos muchos en casa, seis hijos : una mamá que hacía lo que podía para luchar contra tanta fiera, un papá que trabajaba mucho… fue una infancia maravillosa y difícil también. Yo estaba muy perdido, no sabía lo que quería hacer. Pero cuando me encontré, me supe sacar partido. Aprendí mucho de mi familia. En la vida no es muy fácil aprender a tener fe en uno mismo , y mi madre me enseñó a creer en mí mismo y en todas mis posibilidades.

¿Cuál era su plato preferido de niño?

Los espaguetis boloñesa . Me encantaban mis espaguetis, un plato que disfrutaba mucho de pequeño. Creo que hay momentos significativos para cada plato y cuanto más amplio sea tu abanico de platos, más momentos encontrarás para disfrutar con los tuyos. Pero un plato que siempre, de toda la vida, me encanta comer es la pasta en general.

Mi abuela hacía unas sopas de pan , típico plato para sacar un aprovechamiento de un pan duro…pues imagínate un caldo, como una sopa de ajo, pero en vez de eso, mucho pan. Me horrorizaba… Aparte, si me la daba de comer con la cuchara, me parecía un acto imposible y una tortura. Pero ahora mismo pagaría para poder tomar esa sopa de pan de mi abuela y si fuese con ella, aún mejor. Desde muy pequeño me enseñaron a tener un paladar muy amplio, siempre fui de buen comer.

¿Quién le enseñó a cocinar de pequeño?

Mi madre y mi abuela. Hoy en día hay muchos hombres que cocinan, muchísimos, pero creo firmemente en la cultura de cada familia … esos platos que te acercan a tus raíces, a esos momentos con tu familia. Pues en mi infancia hace ya unos cuantos años, quien cocinaba en mi casa era mi madre y mi abuela.

Pero, ¿cómo empezó todo? ¿Qué fue ese plato estrella que le hizo pensar que podría convertirse en cocinero?

Mi madre se puso enferma un día, le hice un plato que había visto que cocinaba a menudo para mi padre: judías verdes con patatas cocidas y un pescado al vapor . Yo lo asociaba al cuidado, a la salud... yo se lo cociné tal como lo había visto, y se lo serví. Y mi madre me dijo: «Serás cocinero». Tenía ocho años y desde ese día no he parado de cocinar.

Con ocho años y muchas inquietudes, ¿le dejaban completa libertad para experimentar en la cocina?

Sí, porque lo hacía con sentido común y criterio. Reproducía lo mismo que veía a mi madre hacer, lo llevaba con cuidado. Si tenía que poner una olla a hervir, llamaba a mi abuela. Siempre hacía las cosas por mi cuenta, aunque me tenían vigilado . Esto es algo que también lo veo en Masterchef Junior: una vez un niño estaba con una olla con un poco de agua hirviendo y yo le dije: «Cuidado que te vas a quemar», y el me dijo «si me quemo aprendo». Al escuchar su respuesta me quede sin argumentos. Evidentemente hay que vigilarlos, no es lo mismo una quemadura de una gotita de agua a que se le caiga una olla encima. Hay que ser prudente, seguir las normas de precaución y, por supuesto, dejar que el niño encuentre su camino. Hay que darles cierta confianza para que se dé cuenta que un cuchillo corta, con el pelador hay que tener cuidado, cuando trabajamos con aceite corremos el riesgo de quemarnos... en fin. Las cosas bien explicadas y con cariño… los niños no son tontos, aprenden muy rápido.

Tras el Estado de Alarma y con un millón de seguidores en Instagram , Jordi Cruz se ha convertido en unos de los referentes en las redes sociales al momento de hacer recetas simples en casa. Según nos cuenta el chef, entre tanto tiempo libre sentía la necesidad de compartir más su vida personal, de entretener a la gente, de sumar en estos tiempos tan difíciles .

¿Le ha sorprendido la reacción de la gente en su Instagram?

A mí me sorprende. Porque siempre he sido la persona que se ve en mis directos. Evidentemente en MasterChef hay un reloj que respetar, hay normas que seguir y, naturalmente, reproducimos lo que es ser un restaurante. Es verdad que, a diferencia de Instagram, me pongo más tenso. Porque es la actitud que hay que tener en un restaurante. Para que todo salga perfecto hay que estar serio, ser organizado, disciplinado, hay que ser «tiquismiquis». Yo no soy malo en la tele, yo no le pego a nadie, ni le falto el respeto a nadie . Pero sí soy duro y exigente como lo es el cliente conmigo… que la gente se ha dado cuenta que fuera de esa pantallita, de ese espacio llamado MasterChef, hay un tío normal, que te ríes con él tomando una caña… que es un tío de lo más llano, más familiar , más de pueblo que hay en el mundo… oye, me alegro. Pero es que siempre he sido así. Compartir maravillosas recetas, interactuar más en Instagram, me acerca más a la gente, pero todos estos directos han nacido fruto de querer hacer algo en casa, algo más familiar, donde la gente se entretenga en casa, de querer sumar en estos momentos tan difíciles.

¿De quién surgió la idea de que interactuases más por Instagram?

De mi madre. Mi madre me lo dijo: «Esas recetas tan bonitas que haces en casa… ¿Por qué no las compartes? A la gente le vendrá bien verte y tener nuevas ideas en la cocina». Vi que la gente le gustaba mis directos, y la verdad es que me divierto un montón. No hago nada especial, en realidad me gusta escoger aquellos ingredientes que puedes adquirir con gran facilidad en el supermercado más cerca de casa. Desde un gazpacho casero a un buen pescado. Me gusta enseñar a la gente y transmitirles felicidad. Luego hay momentos que hago cosas más especiales, platos un poco más extravagantes, todo depende del momento.

¿Y, aquellas personas que opinan negativamente de usted? ¿Qué tiene que decirles?

¿Sabes lo que pasa? Es que no puedo controlar la opinión de todo el mundo. No me faltan el respeto y yo puedo entender que cuando sintonizas conmigo en un directo o compartes mis vídeos, lo hace porque disfruta el contenido, de la cocina y el trabajo que involucra. Las recetas que hago en mi Instagram no son las que hago en mi restaurante… son recetas maravillosas que he pensado que la gente puede hacerlas en casa sin mucho esfuerzo, cosas sencillas para disfrutar en familia. Ahora, si alguien se mete durante un directo para decirme «eres un tonto», de repente pienso: «¿Para qué me estas viendo?». Y la verdad es que no me preocupo porque entiendo que MasterChef lo ve muchísima gente y seguramente a alguien no le caeré bien… pero yo respeto la opinión. No me la tomo en serio, yo respeto y me parece genial que la gente opine. Pero cuando alguien me cae mal, yo no me meto en su red social a criticarle , le obvio y ya está.

¿Pensó de esa forma cuando le invadieron de críticas en redes tras su comentario sobre el pan? ¿Qué pasa con el pan?

Pues yo no me he enterado de la movida del pan. Me ha escrito mucha gente que, si soy tonto, que ¿qué me pasa con el pan?

Pero, ¿cuál es su opinión?

Le voy a decir una cosa que es muy sencilla… El pan es un ingrediente básico desde que el ser humano camina en este mundo . El pan es un elemento básico, es harina, agua, sal y un poco más. Por lo tanto, hay que comer pan. Yo no dije que el pan no engorda. Dije que lo que si engorda más es lo que podamos meter dentro del pan . A ver, si tu pones un kilo de chorizo entre el pan pues engordas un montón. Un poquito de pan una vez al día… durante una comida, ¿eso engorda? Pues no. Es básico, es necesario, y nutricionalmente es importante. Si te comes un kilo de pan pues engordas, pero es que las vacas comen hierbas y están gordas también. Si te comes dos kilos de sandías… vas a engordar. Si te comes tres kilos de melocotones, vas a engordar. Si comes cien kilos de espinacas, vas a engordar. Se trata de que todo tiene que estar en su justa medida, una buena dieta… eso es otra cosa. Tener proporcionalidad, un ejercicio diario. Comer un poquito de pan no es malo, es necesario porque es un alimento básico en la alimentación del ser humano. Y quien discuta eso, es bobo.

Más allá de la cocina y de las redes sociales, ¿cuales eran sus pasatiempos, esos momentos que disfrutabas con su familia durante el confinamiento?

¿Sinceramente? El descanso. En estos meses, dentro de todo lo malo, he podido hacer algo que no he podido hacer en mucho tiempo que era descansar. Dentro de todo lo malo que tiene esta pandemia horrorosa, creo que a todos nos ha dado mucho tiempo para pensar. Pensar sobre todo en el valor de nuestra vida , la importancia de nuestra familia, de cuidar a los nuestros, y especialmente darle importancia, valor al compartir con nuestras personas más cercanas.

¿Cómo lleva las restricciones, le han parecido muy duras?

Con resignación. No es la primera vez que la sociedad se encuentra con un virus. Estamos ante una situación muy difícil pero nuestra actitud debería ser más inteligente. Tenemos que estar unidos, dejar nuestras diferencias a un lado. Darle más valor a nuestras vidas, ser más responsables.

¿Lo dices refiriéndose a los políticos?

A todos en general y a ellos en particular. Deberían buscar caminos más amables y con menos enfrentamientos. La obligación de los líderes es darnos tranquilidad, decirnos la verdad. Buena información y entender que hay que asumirlo, pero no desde varias direcciones. Hay que tener en cuenta que en este país todos trabajamos, nos esforzamos cada día por tener un mejor futuro.

¿Cuál es su consejo al sector gastronómico que se ve tan perjudicado por la pandemia?

No me atrevo a dar un consejo al sector porque creo que no nos están ayudando lo necesario para combatir este virus. Un virus que no nos permite compartir. La hostelería se basa en lo social, en el arte de compartir, algo pensado para hacer feliz a la gente, juntar mesas, abrazarnos, brindar, este virus no nos permite hacer eso. En un país gastronómico, de hostelería, que es un pilar económico, creo que se nos debería tener un poquito más de cariño . La estamos pasando muy, pero que muy mal. Hay que hacer las cosas más fáciles. No liar al consumidor, no provocar miedos que son innecesarios. Hacer las cosas con sentido común. Todos, desde el político al empresario, a la gente en la calle, a los jóvenes, ser conscientes que es una pandemia que no controla nadie. Un virus que no controla nadie. Solo podemos luchar con sentido común, siendo amables con todos, siendo conscientes, prudentes, respeto y, sobre todo, teniendo mucha cabeza.

¿Cómo ha sido el rodaje de esta nueva temporada de MasterChef Celebrity?

Tenemos un equipazo espectacular. Cuando salí de casa el primer día tenía cierto temor, pero luego me di cuenta del equipo, de esa familia maravillosa que habita en los platós de MasterChef. Tenemos medidas que se han hecho con tanto cariño, prudencia, toneladas de gel, mascarillas, metros de distancia, que yo he grabado tranquilo. Me he sentido seguro.

¿Qué podemos esperar de esta nueva edición de MasterChef?

Pues muchas risas. Yo la he disfrutado muchísimo. Hemos cocinado mucho, muchas estrellas Michelin están por verse. Y como siempre en MasterChef, nos hemos reinventado , cosas muy divertidas. Tenemos un elenco que tienen muchas cosas buenas, son muy graciosos, son gente muy cálida. Prometemos muchas risas en casa.

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