El homenaje de Justin Trudeau a Malia y Sasha Obama en la Casa Blanca

Han pasado diez años desde que Sasha (14) y Malia (17) Obama llegasen a la Casa Blanca de la mano de sus padres. Han vivido parte de su infancia y adolescencia bajo el escrutinio de los medios de comunicación y la opinión pública. Tanto es así que a la hija mayor de Barack y Michelle Obama la han llegado llamar «la it-girl» que habita en el número 1600 de la avenida de Pennsylvania.

Ahora esas dos niñas, a las que se las podía ver acompañando de la mano de su padre por los jardines de la Casa Blanca antes de que el mandatario se subiera a un helicóptero, ya han crecido y el pasado jueves acudieron a su primera cena de Estado.

El motivo era la visita del primer ministro canadiense Justin Trudeau a Estados Unidos, un acontecimiento histórico entre los dos países vecinos que no se producía desde hacía veinte años.

Es precisamente por todos los años que han permanecido a la sombra de su padre por lo que Trudeau quiso hacerles un homenaje. «Os admiro mucho», les dijo durante el brindis informal que realizó en medio de la cena. Y añadía: «Os admiro por vuestra extraordinaria fortaleza y elegancia». Trudeau continuó dirigiéndose a ellas diciéndoles que le habría encantado tener su edad cuando su padre era un reconocido mandatario. Además, les comentó que lo que hasta ahora habían «sufrido como una niñez poco convencional» les serviría como fuente de sabiduría y fuerza para el resto de su vida.

Las jóvenes, que no hacían otra cosa nada más que asentir y sonreir, se sentaron en mesas diferentes. Sasha compartió mesa con la actriz Blake Lively y su marido, el actor canadiense Ryan Reynolds. Malia, por su parte, se sentó con Sandra Oh, conocida como Cristina Yang en la serie de televisión «Anatomía de Grey».