Las exigencias de Anna Wintour para la gala de los MET

Nada de teléfonos móviles, ni perejil en los canapés (no sea que a algún invitado se le quede entre los dientes) y plantas que tarden en crecer doce meses para la decoración. Éstas son sólo algunas de las exigencias de Anna Wintour para la próxima gala MET que se celebrará el 2 de mayo y se ha convertido en la mayor exposición de moda del mundo y el gran evento social del año. Nadie pierde detalle de los diseños que se lucen en la alfombra roja.

Hasta ahora habían trascendido pocos detalles de cómo se monta una fiesta de tal envergadura, pero la próxima semana se estrena en Nueva York «The First Monday in May» una película, dirigida por Andrew Rossi, que desvela los entresijos de la organización a cargo de la siempre exigente editora de Vogue America.

En ella se podrá ver a Wintour suprevisando todo desde los salones a las flores o el catering, incluso aparece remangándose su camisa Chanel para recoger basura del suelo.

Según The New York Post, que habló con el catering y algunos organizadores que han estado involucrado en la gala durante años, en los canapés además del perejil también están desterradas las bruschetta o tostas para evitar que las migas o algún ingrediente acabe en el vestido de las invitadas.

Después de la elección del menú, lo que más quebraderos de cabeza supone es con quién se sientan los invitados. «Los representantes de las celebrities te llamarán para negociar durante horas junto a quién se sentará su cliente», exponen desde una agencia de comunicación.