Arrestan al tío materno de Catalina de Cambridge por violencia doméstica

Gary Goldsmith y su esposa protagonizaron una violenta pelea dentro de un taxi en Londres

Gary Goldsmith ABC

ISABEL GUTIÉRREZ

No hay familia sin oveja negra y no iba a ser menos la de la Duquesa de Cambridge, pese a toda la respetabilidad acumulada con la escalada de Catalina (35 años) a las cotas más altas de las élites británicas. Ayer, los medios ingleses –el rotativo «The Times» empleó parte de su primera página– daban buena cuenta de la última barrabasada de Gary Goldsmith (53), también conocido como Tío Gary, un crápula mayúsculo, fanfarrón y manirroto. El hermano pequeño de Carole Middleton (62), la madre de la Duquesa, había sido detenido en la madrugada del viernes por golpear a su mujer, Julie-Ann Goldsmith (47) –la cuarta en su nómina marital–, tras una violenta discusión a bordo de un taxi que les trasladaba desde el exclusivo club privado Home House a su casa de Merylebone, en Londres. Instantes antes, la pareja había subido a las redes sociales una imagen de ambos con pinta de habérselo pasado de fábula en el acto benéfico que tuvo lugar en el mencionado club: una subasta a favor de la fundación Last Night a DJ Save My Live, organización caritativa del ámbito de la música electrónica destinada a la infancia. «Una gran noche, como siempre. ¡Caramba con la dieta!», escribió junto a la imagen y en clara referencia al régimen al que se sometió, y con el que adelgazó 20 kilos, para lucir como un pincel en la boda de su otra célebre sobrina , Pippa Middleton (34), celebrada el pasado 30 de mayo.

Según relata a «The Times» Daniel Shepherd , el taxista, mientras estaba trasladando a Gary y Julie-Ann Goldsmith a Wimpole Street, «ambos discutían y se maldecían. Cuando llegamos, él pagó la carrera y ella salió a abrir la puerta de la casa. Entonces él saltó como un resorte desde el coche y empezó a pegarla. Ella le abofeteó, mientras lloraba y gritaba para que llamara a la policía. Lo hice y fue arrestado ». Al parecer, uno de los golpes del agresor noqueó a la víctima, quien quedó inconsciente tras caer al suelo y golpearse la cabeza con la acera. Julie-Ann fue trasladada al hospital y Gary, al calabozo.

Al taxista no le llegaba la camisa al cuello cuando se enteró, a través del comentario de uno de los agentes, que se trataba del tío materno de la mismísima Catalina de Cambridge . «Todo acabó siendo un caos total. ¡Estuve sujetando a un miembro de la Familia Real! Doscientos años atrás me habrían decapitado por ello ». Lo que ignoraba el buen hombre es que Gary Goldsmith ni mucho menos forma parte de la Familia, como tampoco Carole Middleton. Horas después del altercado, a media tarde del viernes, Julie-Ann paseaba a sus dos chihuahuas por Regent’s Park con la cara hinchada y con pinta de no haber pegado ojo. «No quiero hablar sobre lo que ha sucedido», dijo a los periodistas que la sorprendieron durante su caminata.

Desde que en 2009 el tabloide «The News of The World» publicara una imagen suya preparándose unas rayas de cocaína, Tío Gary no ha dejado de ser un suculento bocado para la voraz prensa sensacionalista británica. Y lejos de amedrentarse, sobre todo por sus lazos de sangre con la esposa de Guillermo de Inglaterra , disfruta como pocos explotando su papel de malote. Con sus tatuajes y su afición al alboroto, «The Times» le define como un tipo al que la falta de respetabilidad jamás le quitó el sueño. Al Tío Gary le gusta vivir a lo grande, gastar mucha pasta y presumir de sus conexiones con el poder. Ni siquiera el chaqué que ha gastado en las bodas de sus sobrinas Catalina y Pippa ha podido ocultar al hooligan que lleva dentro. Poco después del fastuoso enlace de los Duques de Cambridge, el 30 de abril de 2011, Gary Goldsmith bromeó de la manera más inconveniente sobre su nuevo estatus social y su acceso a Buckingham Palace: «¡Tengo mis propias habitaciones en el ala Goldsmith! Voy a ser el Duque de la Ciénaga ».

Desde el ámbito de los Duques de Cambridge, más de una vez han tratado de contener la incontinente verborrea de Tío Gary. Aunque en vano. De hecho, a Catalina y Guillermo no les vino demasiado bien para su imagen pública pasar, en 2006, unos días de vacaciones en «Maison de Bang Bang». Se trata de la casa ibicenca que Goldsmith adquirió tras ganar casi 34 millones de euros en un pelotazo empresarial, que se remonta a 2005, y que vendió en 2013 por casi siete millones, el doble del precio por la que la compró. Tal y como relataban los medios británicos, «Maison de Bang Bang» era un tremendo monumento a la horterada –un detalle, en las tapas doradas de los inodoros se grabaron las inciales de su propietario–.

La agredida señora Goldsmith tampoco pasa por ser una santa. Conocida como Julie-Ann Brown antes de su boda, en 2013, con el tío de Catalina de Cambridge, en los años 90 fue juzgada por una estafa de casi 300.000 euros a la firma de coches de lujo para la que trabajaba. Admitió cinco cargos por robo, aunque finalmente se libró de la pena porque el juez tuvo en consideración el haber crecido en un ambiente marginal. El 31 de octubre, su marido se sentará en el banquillo acusado de violencia doméstica. El juicio será un circo.

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