Paco señala las fincas que se han quemado y se consuela porque nadie ha salido herido. En el pueblo todos coinciden en la tristeza de ver los campos y montes completamente calcinados. Y no olvidan lo cerca que estuvo el fuego. Una noche en la que se sintieron desamparados, abandonados y rodeados por el fuego. También están de acuerdo en que el campo estaba más cuidado que ahora. José Antonio enseña lo que fue su huerto y las consecuencias para los animales: ovejas muertas y ningún pasto para las que han sobrevivido. Un paisaje al que no terminan de acostumbrarse.-Redacción-
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