El presunto violador en serie de Guipúzcoa grabó sus agresiones y envió uno de los vídeos a su víctima

Estas grabaciones han permitido a los agentes identificar a más víctimas y comprobar que «sabía perfectamente» lo que estaba haciendo

Segunda sesión del juicio contra el presunto violador en serie de Guipúzcoa Europa Press

Miriam Villamediana

La declaración de los investigadores de la Ertzaintza este martes en la Audiencia Provincial de Guipúzcoa ha rebelado un hecho desconocido hasta ahora. Los investigadores se incautaron durante los registros de un ordenador y varios pendrives llenos de fotos y vídeos . Según han explicado, el acusado registró en ellos algunas de sus agresiones sexuales .

Según el relato del agente, son imágenes «explícitas» de actos sexuales no consentidos. Casi todas estas agresiones ocurren en domicilios. Las víctimas aparecen «inconscientes, como dormidas» mientras el acusado las agrede. La mayoría eran familiares de compañeros de trabajo a las que agredía después de obtener información a través de esta relación laboral.

El presunto violador no se conformó, además, con registrar las escenas. En al menos una ocasión llegó a enviar uno de esos vídeos «editado con texto y música» a una de las mujeres. Estas grabaciones han permitido identificar a cuatro víctimas más . La Ertzaintza ha relatado cómo de algunas de estas mujeres abusó reiteradamente, en alguna ocasión cometiendo «hasta 11 violaciones»

La declaración de este martes ha servido para desmontar también la principal línea de defensa del acusado. En su declaración ha repetido que había consumido diferentes sustancias y que por ello no recordaba nada de lo ocurrido. Sin embargo, la Ertzaintza cree que era plenamente consciente de lo que estaba haciendo. Según el análisis pericial, en los vídeos se aprecia que el acusado tenía «total control» sobre el dispositivo» y que lo portaba «sabiendo perfectamente» lo que estaba haciendo. No detectan, de hecho, signo alguno de que estuviera borracho o drogado.

Cara a cara con el violador

La presunta agresión sexual se produjo el uno de enero de 2015 , cuando la víctima volvía a casa después de celebrar la Nochevieja en un bar de la localidad guipuzcoana de Lasarte. La víctima, que en aquel momento tenía 21 años, no recuerda nada de lo ocurrido. Lo explicó el lunes ante el tribunal en una comparecencia que se celebró a puerta cerrada pero en la que pidió sentarse cara a cara frente al acusado. Su abogada, Cristina Ramos, ha destacado que tomó esa decisión porque «necesitaba verlo» ya que durante la agresión nunca llegó a vislumbrar el rostro de su atacante.

En esa misma sesión sus padres relataron cómo aquella noche su hija llegó a casa con «la cara muy roja» y visiblemente alterada. Les contó que «alguien le había agarrado por detrás y le había puesto algo en la cara». Aseguran que desde ese día la víctima «ya no es la misma» .

Esta violación pudo esclarecerse después de que cuatro años después de que ocurrieran los hechos la policía detuviera al acusado por otra agresión sexual en el municipio cercano de Beasain. Los agentes confirmaron que el perfil genético de acusado, de 37 años y de origen rumano, coincidía con otras agresiones sin resolver ocurridas en municipios cercanos, al menos desde 2012.

Este miércoles está previsto que se hagan públicas las conclusiones finales del juicio. La Fiscalía solicita para el acusado 11 años de cárcel y la acusación particular eleva la pena a 12 años. El presunto violador aún está a la espera de conocer la sentencia por la agresión que se juzgó en enero y que permitió destapar toda la trama de violaciones en serie.

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