El mono hallado por la Guardia Civil en el aeropuerto de Madrid-Barajas
El mono hallado por la Guardia Civil en el aeropuerto de Madrid-Barajas - EFE

Estos son los riesgos del «bushmeat», la peligrosa ingesta de animales exóticos que ha llegado a España

La Guardia Civil ha interceptado recientemente un mono y dos pangolines que iban a ser transportados a Bilbao

Bilbao Actualizado: Guardar
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El cuerpo de un mono y el de dos pangolines hallados por la Guardia Civil en la maleta de una mujer en el aeropuerto de Madrid-Barajas ha hecho saltar las alarmas entre las autoridades, que sospechan que la «mercancía» iba a ser destinada para el consumo humano en Bilbao. Es la primera vez que tiene lugar un caso semejante en España, aunque ya se habían registrado antecedentes en EE.UU., Suiza y Francia. Este tipo de productos son conocidos con el nombre de «bushmeat», carne de especies silvestres a menudo protegidas que entran en el país sin pasar por los correspondientes controles sanitarios.

Los agentes dieron con los cuerpos eviscerados y pelados de los animales envueltos entre la ropa en una maleta a comienzos de abril.

No tardaron en dar con la dueña, que tenía previsto volar hacia la capital vizcaína. Según explicó el comandante del Seprona Alberto Maduro a Efe, las autoridades encontraron un primate, previsiblemente un mono colobo; y dos pangolines. A pesar de todo, la Guardia Civil no ha querido ofrecer más información del caso, que se encuentra en fase de investigación.

Riesgo público

Más allá de la composición de este tipo de animales, los expertos advierten de la probabilidad de que su consumo propague enfermedades víricas como el ébola: «Es mayor el perjuicio que el beneficio –alega la nutricionista Mónica Mellid, radicada en Bilbao–. Es una imprudencia tomar este tipo de carnes, que vienen de otros países y no pasan ningún tipo de control».

A su parecer, existe el riesgo de que los importadores de estos animales intenten vender su carne como si fuese ternera o semejantes, lo cual puede ser fatal. En esta línea, hace referencia a la posibilidad de que una persona sea intolerante a un tipo de producto concreto y desconozca qué es lo que en realidad está comiendo: «Si una persona es alérgica, en el caso más crudo puede morir», destaca Mellid, que sostiene que los clientes han de saber en todo momento qué es lo que están ingiriendo.

Otros casos

No es la primera vez que se incauta en la Unión Europea carne de especies exóticas preparada para ser consumida. El caso más llamativo tuvo lugar en el aeropuerto de París, donde las autoridades interceptaron en una inspección aleatoria 188 kilogramos de «bushmeat». En la Guayana Francesa también se hallaron recientemente 500 kilos de carne silvestre de monos, loros, caimanes y tucanes procedentes de Surinam. De hecho, Maduro advirtió a Efe que existe la posibilidad de que se hayan producido más situaciones semejantes y no se hayan descubierto.

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