El sector crítico de Podemos amenaza con romper el Gobierno de Navarra si se desaloja a unos okupas abertzales

El sector crítico de Podemos, mayoritario en el Parlamento de Navarra, amenazó ayer con provocar «una brecha en el Gobierno del cambio» si se desaloja un edificio okupado por grupos abertzales para difundir su ideología, a menudo con actividades ilegales.

El pasado mes de septiembre, jóvenes abertzales okuparon el palacio del Marqués de Rozalejo, un edificio del siglo XVIII propiedad del Gobierno de Navarra, situado en pleno corazón del casco antiguo de Pamplona. La excusa era tener un centro autogestionado por jóvenes para realizar actividades por y para el barrio que denominaron ‘Gaztetxe Maravillas’. Lo cierto es que se utiliza para difundir la ideología abertzale a través de talleres, charlas… y se financia a través de actividades como la instalación de un bar sin ningún tipo de permiso ni autorización durante los Sanfermines. El local estaba presidido por la foto de los presos etarras del barrio, entre ellos el sanguinario Josetxo Arizkuren Ruiz ‘Kantauri’, condenado por ordenar el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco.

El pasado 27 de julio, el Gobierno de Navarra remitió un escrito a la Audiencia de Navarra en la que solicitaba, como medida cautelar, el desalojo del edificio mientras se tramita la denuncia que ya interpuso el pasado mes de septiembre. Ya sólo falta que el juez ponga la fecha límite para el desalojo, algo a lo que no están dispuestos los okupantes. De hecho, el pasado lunes los abertzales hicieron un llamamiento a «defender con uñas y dientes» la okupación del edificio.

El llamamiento logró la adhesión de algunos grupos políticos como el de Podemos. La representante del sector crítico en el Parlamento de Navarra, Laura Pérez, pidió ayer que el Gobierno de Navarra «retire la denuncia y abra un nuevo proceso de diálogo con los colectivos que han venido rehabilitando ese lugar y trabajando por la comunidad y por el barrio». Dicha presunta rehabilitación se ha hecho sin tener en cuenta que se trataba de un edificio protegido, sin los permisos pertinentes, sin un plan de obra y sin guardar las medidas mínimas de seguridad. Pérez amenazó con que «si se llegara a materializar dicho desalojo, esto podría abrir una brecha en el Gobierno del cambio».

La portavoz del Gobierno de Navarra, María Solana, por su parte, realizó ayer un llamamiento al diálogo con los okupas, pero para realizar «un desalojo ordenado y sin incidentes». «Creemos que se pueden hacer las cosas de otra manera. Otra cuestión es pretender hacerse con un espacio por una vía absolutamente ilegal y sin ningún tipo de garantía, empezando por la seguridad del propio edificio», explicó Solana.