El anuncio de Montero de abordar en el congreso la reforma del delito de sedición en pleno debate sobre las cuentas ha levantado la polvoreda política del día. ERC lo había pedido en su réplica, pero Sánchez ya dijo que no hay apoyos suficientes, por eso Montero ha tratado de matizar. Dos veces ha tenido que salir al pasillo al comoprobar que su anuncio hacía peligrar el acuerdo de renovación del órgano de los jueces. Mientras ERC iniste en que los números para reformar el código penal sí salen.
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