Rita Maestre: «Son unas elecciones entre Almeida y yo»

La sucesora de Carmena plantea la batalla electoral del 28M como un duelo con el PP y asegura estar a unos «miles de votos» para gobernar Cibeles

García y Maestre llenan la plaza Mayor en su gran mitin: «Vamos a por el millón de votos»

La candidata de Más Madrid, Rita Maestre, en el edificio de grupos municipales Foto: GUILLERMO NAVARRO // Vídeo: David del Río

Cris de Quiroga

Madrid

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En el despacho de Rita Maestre (Madrid, 34 años) hay un par de carteles del antiguo Madrid Central, el principal legado de Manuela Carmena, apilados junto a la pared. Sobre la mesa, el libro 'Madrid, la ciudad de los 15 minutos', el proyecto insignia con el que su sucesora se presenta a las urnas el próximo 28M. Aunque no tiene experiencia de gestión, tras cuatro años como portavoz del anterior Gobierno municipal, y otros cuatro liderando la oposición a José Luis Martínez-Almeida, Maestre confía en que está «a unos pocos miles de votos» de ser la próxima alcaldesa de la capital.

—Salvo el lapso de Carmena, el PP gobierna en Cibeles desde hace más de 30 años. Carmena ya no está. ¿Cree que puede dar el vuelco otra vez?

—Lo digo yo, lo dicen las encuestas, lo dice el ánimo ciudadano que me encuentro por la calle, que son unos pocos miles de votos los que faltan para volver a cambiar el Gobierno de Madrid. Otra vez son unas elecciones entre el Partido Popular y Más Madrid, son unas elecciones entre Almeida y yo. Tenemos una campaña que va como un cohete, con actos llenos en las plazas, frente a un alcalde que no es capaz de llenar un mitin sin su parte fundamental del tándem, la señora [Isabel Díaz] Ayuso.

—Fue portavoz de Carmena durante cuatro años, ¿qué aprendió de ella?

—La conciencia de que una alcaldesa tiene que estar muy cerca de los problemas. Me he pasado estos cuatro años recorriendo la ciudad de arriba a abajo, cuando no había cámaras ni elecciones. Esa cualidad de escuchar, de ser cercana y de preocuparte por todo, por lo grande y por lo pequeño, yo lo aprendí de Manuela.

—¿Se considera una versión joven de Carmena?

—Bueno, yo la respeto muchísimo y para mí va a ser un honor recoger el testigo de ese gobierno, del que estoy profundamente orgullosa. Creo que es una referencia indiscutible para muchísimas personas en Madrid y en España, no solo progresistas. Tuvo una forma de hacer política muy cercana, muy abierta y muy natural. Me sentiré una orgullosa heredera como alcaldesa de Madrid.

—Carmena ha apoyado su candidatura, pero también otras del bloque progresista. ¿Le incomoda?

—Manuela vino a un acto donde dijo que esperaba que yo fuera la próxima alcaldesa, apoyo que yo le agradezco mucho. Efectivamente lo que ha dicho es que ella quiere apoyar todos los espacios que puedan contribuir a un cambio en Madrid; yo, como la quiero, la respeto, sé cuál es su forma de hacer política y todo lo que ella haga en esta campaña va a ser positivo.

—A mitad de mandato, cuatro concejales pertenecientes al núcleo duro de Carmena rompieron con Más Madrid. ¿Fue un golpe duro?

—Desgraciadamente, el transfuguismo siempre ha existido, especialmente en la política municipal, y además muy espoleado por el PP, que ha tratado de retorcer las instituciones, utilizando los recursos públicos para favorecer cambios de gobiernos. Sucedió una vez más en esta legislatura, el Ayuntamiento de Madrid ha sido condenado por formar un grupo ilegal con el apoyo explícito del alcalde y creo que lo más duro fue el golpe para las instituciones.

—Estos concejales se marcharon de Más Madrid acusando al partido de «caciquismo». 

—Más Madrid es una organización muy abierta, que durante estos cuatro años no ha parado de recorrer Madrid, que tenemos un arraigo, una asamblea y un espacio político en cada distrito. Eso se nota en esta campaña, Más Madrid no ha hecho más que crecer en militantes y en simpatizantes.

—Dos de ellos, Luis Cueto y José Manuel Calvo, lideran su propia candidatura para el 28M. ¿Qué opina de su fórmula antipolíticos?

—Repito, creo que el transfuguismo es un cáncer de las instituciones. Debemos darle el menor espacio posible, en la práctica y en el discurso.

—Con quién preferiría pactar, ¿Reyes Maroto (PSOE) o Roberto Sotomayor (Podemos)?

—Estoy muy tranquila teniendo que asumir un espacio de pactos y de coalición. Sé gobernar con otras formaciones políticas, tengo un talante negociador y lo demostré con la propuesta de los Pactos de la Villa para responder a la crisis del Covid.

—¿Podemos le ofreció concurrir en una candidatura única?

—He liderado durante estos cuatro años el espacio municipal de Más Madrid, que es una fuerza política autónoma, con una raíz progresista pero transversal. Si me hubiera pasado los últimos años hablando de listas, negociaciones o siglas, no habría llegado hoy a estar en condiciones de disputarle la alcaldía a Almeida. Creo que está bien que los espacios políticos sean distintos.

—¿Pactaría con Begoña Villacís (CS)? La vicealcaldesa ha dicho que se sentará con la lista más votada.

—Tanto Begoña Villacís como Ciudadanos en toda España han apuntalado los gobiernos conservadores del PP. Aquí hicieron alcalde a Almeida a pesar de tener los peores resultados y necesitaron a la extrema derecha. Lo hicieron también en la Comunidad de Madrid. [Villacís] siempre ha tenido una tendencia muy clara, es un centro que siempre, siempre, siempre mira a la derecha.

—¿Usa Bicimad?

—Claro que soy usuaria de Bicimad, desde hace años. Y, lamentablemente, puedo confirmar que la anunciada ampliación del servicio a bombo y platillo por Almeida ha sido una mala jugada electoralista.

—La transición tecnológica y la gratuidad del servicio desataron el caos durante semanas, ¿qué habría hecho usted?

—Almeida ha hundido Bicimad, intentó correr tanto para ampliarla, a pesar de nuestras reiteradas advertencias, que ha colapsado el servicio. Cientos de bicis rotas, desaparecidas, aplicaciones bloqueadas, candados que no cierran... un completo desastre. Los pliegos de ampliación del servicio no contemplaban llevarla a cabo sin sustituir antes las estaciones antiguas por las nuevas. Cuando lleguemos a Cibeles volveremos a rescatar Bicimad, como ya lo hicimos en 2015, con más de 11.000 bicicletas y que cuente con tres veces más plantilla y medios materiales que la prevista por Almeida. Almeida no ha hecho nada de esto y, para colmo, ha culpado a los usuarios.

—Hablemos de promesas electorales. Su gran proyecto es el Madrid de los 15 minutos. Después de anunciarlo, un estudio municipal confirmo que, salvo por la distancia al trabajo, Madrid ya es la ciudad de los 15 minutos.

—Almeida siempre tiene la misma dinámica: primero niega lo que digo y luego lo copia. Primero dijo que esto de los 15 minutos era una tontería, después publicó corriendo un estudio que decía que ya era una ciudad de los 15 minutos. Yo le reto a que se lo diga a un vecino de Las Tablas que no tiene centro de salud desde hace 20 años, o a un vecino de El Cañaveral que no tiene instituto, o a un vecino del Ensanche de Vallecas que tarda una hora y media en llegar en transporte público al centro.

—Es un proyecto ambicioso que, según calculan, costaría 5.000 millones de euros. ¿Puede aterrizarlo con alguna propuesta concreta?

—El objetivo es una ciudad en la que puedas llegar desde cualquier punto al centro de Madrid en 30 minutos, estés a 15 minutos de cualquier servicio básico, puedas recorrer la ciudad de punta a punta en 45 minutos y no tardes más de 10 minutos en aparcar al llegar a casa. Quiero garantizar una escuela infantil en cada barrio, eso son 60 escuelas, 200 millones de euros en ocho años. El presupuesto total del Ayuntamiento, cada año, son 5.800 millones de euros, hablamos de una maquinaria económica y burocrática enorme que tiene mucha capacidad para construir. También quiero rehabilitar los 10.000 locales comerciales vacíos, que los tenemos mapeados, y ponerlos en el mercado a precios asequibles.

—La vivienda es uno de los asuntos que más preocupan a los madrileños. En los primeros 100 días de gobierno, ¿qué medidas tomaría?

—Tenemos un plan: comprar, construir, rehabilitar y regular, y eso se puede hacer desde el primer día. Queremos plantear una modificación del Plan General de Ordenación Urbana para que el Ayuntamiento tenga una compra preferente de los inmuebles que se vendan en Madrid. Hemos presupuestado unos 70 millones de euros anuales para incorporar en cuatro años 1.000 edificios al parque público de vivienda. También queremos regular el precio de la vivienda en el mercado libre.

—Contempla entonces aplicar la Ley de Vivienda. ¿Poner topes al alquiler?

—Por supuesto. Primero tenemos que recopilar los datos, es paradójico que el Ayuntamiento no tenga datos propios, solo los precios de los portales inmobiliarios privados. Nunca jamás en Madrid ha habido una tasa de emancipación tan alta, solo 15 de cada 100 jóvenes pueden irse de casa de sus padres antes de los 30 años. La mayoría de las familias se enfrentan a la cuota hipotecaria más alta de España. Por eso tenemos que contener precios.

—Los pisos vacíos y los pisos turísticos, ¿también quiere incorporarlos al mercado?

—Sí, el 99% de los pisos turísticos son ilegales porque hay una normativa municipal que no se aplica porque Almeida ha reducido a la mitad la inspección. Voy a recuperar la inspección y cerrar los pisos turísticos ilegales. Y vamos a utilizar las herramientas de la Ley de Vivienda y del Ayuntamiento para incentivar que los pisos vacíos vayan al mercado, con un IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) que bonifique a los propietarios que pongan sus viviendas en alquiler a los menores de 35 años.

—Si después del 28M no logra ser alcaldesa, ¿se quedará en el Ayuntamiento?

—Por supuesto. Tengo un compromiso con los madrileños, que espero que me pongan en el gobierno, pero también en la oposición.

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