La red de «trasteros patera» hacinó a más de 60 inmigrantes entre ratas y chinches
Los seis detenidos captaban a las víctimas en Barajas y en oficinas de petición de asilo
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Iniciar sesiónLa maldad de las mafias cobra especial intensidad cuando buscan como objetivos a los colectivos más vulnerables. Y a eso es a lo que se dedicaban los seis detenidos en el marco de una operación conjunta entre la Policía Nacional y Municipal que ha destapado una trama que se dedicaba a alquilar trasteros y sótanos a inmigrantes y peticionarios de asilo para que malvivieran en ellos. Entre ratas, chinches, cucarachas y demás condiciones infrahumanas.
Los agentes han liberado a 61 personas en Carabanchel y Vallecas. Entre los arrestados, paradójicamente, predominan los extranjeros: tres varones peruanos de 49, 42 y 36 años; una mujer de la misma nacionalidad y de 19; un ecuatoriano de 67; y un español de 46. Todos sin antecedentes. Ahora se les acusa de los delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal, coacciones y contra la salud pública. Entre los liberados se encontraban familias con menores, un bebé de pocos meses y una mujer embarazada . Las víctimas son de Colombia, Venezuela y Perú.
El primero de los espacios descubiertos es un local de la avenida del General Ricardos, 252 (Carabanchel), lleno de cuartos trasteros (23 en total), creados con pladur de forma improvisada y con previsión de construir más, precisaron a ABC fuentes del caso. De hecho, había gran acumulación de basura y material de obra. Tienen unos 9 metros cuadrados, carecen de ventilación y metían a tres o cuatro personas que pagaban unos 250 euros al mes sin contrato alguno. Las «zonas comunes» eran para todos: dos cocinas (que debían utilizar por turnos y solo una vez al día) y un baño para cada diez habitaciones. Y todo ello entre ratas, chinches, cucarachas y humedades . «Era todo deplorable, sin salida de emergencia ni dispositivos contra incendios», indicaron los investigadores.
Vigilados con cámaras
Tras descubrir esas «jaulas», los investigadores comprobaron que el propietario tenía otro en la calle del Puerto del Rey; se trata de unas antiguas oficinas tabicadas de las que sacaron 11 habitáculos de 2 a 4 metros cuadrados de superficie.
Los inquilinos dormían en colchones recogidos de la basura y eran controlados por un sistema de videocámaras, que los mafiosos controlaban desde sus móviles. Cuando alguna vez acudía alguien al local, encerraban a todos en una antigua cámara frigorífica. Y, por las noches, los cerraban desde fuera.
Los agentes del Grupo VI de la Brigada de Extranjería y la Policía Municipal también constataron que el encargado de la explotación de los habitáculos recogía a los inquilinos en lugares donde se suelen encontrar ciudadanos extranjeros solicitantes de protección internacional, ofreciéndoles habitación a un precio muy bajo. Por ejemplo, en aeropuertos y en las colas de las oficinas donde se tramitan los papeles. Una vez instalados en los trasteros, procedía a pedirles más dinero bajo coacciones y amenazas, incluso con agresiones físicas si el pago se demoraba.
Por otra parte, la Policía Nacional ha detenido a un hombre que llegó a defraudar dos millones de euros simulando su muerte durante tres años, período en el que creó, con ayuda de su mujer, una decena de empresas para estafar a la Seguridad Social dando permisos de trabajo a 257 extranjeros. Estas dos personas consiguieron además el archivo de, al menos, diecinueve procedimientos judiciales al presentar el acta de defunción del supuestamente fallecido.
Los investigadores detectaron en junio de 2019 la falsificación de los modelos de resolución sobre reconocimiento de alta de trabajadores y su relación nominal en varias empresas vinculadas entre sí. Estas se dedicaban a la instalación de sistemas de telecomunicaciones y estaban gestionadas por dos personas que tenían como finalidad ser contratadas y subcontratadas por terceras firmas.
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