«El Pocero de Seseña», el séptimo español más moroso

Poco se sabe de la actual situación de Francisco Hernando, alias «el Pocero de Seseña», el constructor que mandó edificar las más de 5.000 viviendas en El Quiñón, la urbanización de Seseña que tuvo que ser desalojada este viernes al incendiarse el cementerio de neumáticos próximo a ella. Sin embargo, en diciembre 2015, la Agencia Tributaria publicó la primera lista de deudores con la Hacienda Pública, en la que aparecía la empresa náutica Lady Mónica II SL, propiedad de Hernando y que acumuló 1.706.151 euros en deudas a fecha 31 de julio de ese mismo año. Pura calderilla si le sumamos los 86 millones de euros que debe ONDE 2000, su promotora.

El constructor llegó hace 15 años a esta localidad, que contaba tan solo con 1.800 habitantes, y presentó un proyecto de más de 13.500 viviendas.

Finalmente quedó reducido a más de la mitad.

En 2003 se construyó este residencial. Lleva su nombre y fue proyectado por la empresa Onde 2000, perteneciente al Grupo Francisco Hernando. Años después, el exconsejero de Obras Públicas de Castilla-La Mancha admitió que el Plan de Actuación Urbanística (PAU) de El Quiñón «no estaba en condiciones de ser aprobado» por deficiencias que, además, no llegaron a subsanarse.

La construcción de este «macroresidencial» fue el resurgir económico de «Paco el Pocero», ya que el empresario se había arruinado en 1991 durante la edificación de otro gran complejo residencial en el municipio madrileño de Villaviciosa de Odón.

Años después de la construcción de la urbanicación de El Quiñón, «el pocero» probó suerte en Guinea Ecuatorial, donde el régimen del dictador Teodoro Obiang no le dio el visto bueno a su plan. Este preveía la construcción de 36.000 viviendas más infraestructuras deportivas y polígonos industriales. Tras este episodio, Hernando demandó al gobierno frente al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi).

Vida de lujos

En el año 87, Hernando fue de los primeros en comprar un barco grande; desde entonces, la familia poseía la mejor flota de «jets» privados, y su yate superaba en eslora al Fortuna de la Familia Real. También fue propietario de la mayor flota privada de aviones de España y de una flota de automóviles de lujo, e intentó comprar, sin éxito, el exclusivo puerto deportivo de Puerto Portals.

En una entrevista para ABC en 2014, el hijo, Francisco Hernando Jr. declaraba que ya no disponían de ningún yate y que su padre estaba en España y seguía trabajando en el suelo español. En el grupo Francisco Hernando se emplea a sus cuatro hijos y, en 2006, el propio Hernando afirmó que su fortuna llegaba a los 600 millones de euros.

Además de crisis económicas, el hijo del constructor fue víctima de un intento de secuestro en 2008. Los delincuentes pretendían retenerle en un zulo creado en una bodega y pedir 30 millones de euros a Hernando por su rescate.

Antes de entregarse a la construcción, «el Pocero» comenzó reciclando basura, posteriormente se dedicó a la recogida del cereal y más tarde a repartir agua entre los obreros de una constructora. Ahora es el hombre que pasó de ser una de las mayores fortunas de España en 2009 a uno de los mayores deudores de Hacienda en 2015.