Parroquia de Santa María Soledad Torres Acosta y San Pedro Poveda: la extraordinaria vida ordinaria

En el nuevo Madrid de Las Tablas, en un Madrid de edificios institucionales, altivos siempre, que miran a los bloques de viviendas de reojo; en el Madrid de amplias avenidas y espacios abiertos, ahí, en medio de la nueva cosmópolis cuasi futurista , está presente la parroquia de Santa María Soledad Torres Acosta y san Pedro Poveda, dos santos en una, dos santos españoles unidos por la vida de una comunidad con un impresionante templo que se caracteriza por una torre, trasparencia en el camino hacia lo alto. En un futuro, quizá no muy lejano, los santos patronos se separen y adquieran autonomía de patronazgo.

Hoy, la parroquia de Las Tablas, Avda. del Camino de Santiago, 35, tiene doblete de protección, dos santos cuyas imágenes se veneran en el interior del amplio y espacioso templo de arquitectura funcional, plano sobre plano. Dos santos que extienden su favor a una feligresía de edad media baja, familias jóvenes, niños, muchos niños, que tienen un párroco que se las sabe todas, Ignacio Andreu , y que está acompañado por los sacerdotes Pedro Pérez-Payá Alonso y Jorge Vargas . En el amplio atrio hay una placa que dice que el cardenal Rouco Varela dedicó y consagró el altar el veinte de diciembre de 2012. Y lo dice con números romanos. El proyecto arquitectónico fue obra de Belén Gómez Navarro y Tomás Gonzalo Cerezo. Por cierto, la parroquia cuenta con un Columbario en la cripta, fruto del Año de la Misericordia, destinado a niños y jóvenes o personas dependientes desde la infancia. Columbario gratuito con el único compromiso de los padres de rezar en la cripta al menos una vez al año por aquellos niños y jóvenes que están pasando situaciones complicadas. No hay que olvidar, en esta parroquia joven, su original y llamativo Vía crucis, obra del joven pintor Alberto Guerrero, autor también del mural de la cripta y del diseño de los sagrarios.

La parroquia de Las Tablas es una parroquia de macroeconomía divina, de grandes números. «Todas las misas son de niños», nos dice el párroco, en todas las misas de los domingos se llena el templo, y no es pequeño; se reparten miles de comuniones, se pasan los sacerdotes horas y horas confesando. Cerca de tres mil las personas están implicadas en la vida de la parroquia. No fue necesario invitar a los fieles a ser catequistas, porque la vida de la parroquia arrastra de tal forma que no pocos se ofrecieron voluntarios . Una de las características de esta comunidad es la actividad de los adolescentes y de los jóvenes, que por cierto tienen su local en donde desarrollan actividades de ocio y estudio, pasan el tiempo, organizan fiestas y ayudan en las diversas tareas de la comunidad. Los campos de trabajo y el campamento de verano han sido muy demandados. Cien adolescentes estuvieron en Braojos de la Sierra en un campo de trabajo y han vuelto transformados de amistad entre ellos y con el Señor de su historia.

Han sido dos mil los niños bautizados en los diez años de la parroquia, y se han celebrado cincuenta bodas. Una de las actividades más apreciadas son los cursillos prematrimoniales que se imparten. Hay una nota llamativa en cuanto a la preparación del sacramento de la confirmación, que se ha adaptado a las nuevas tecnologías y permite que los adultos que se van a confirmar puedan seguir las catequesis por Internet.

La historia de esta parroquia es la historia de la fe de sus fieles, de Nicolás, de Adelaida, dos personas que quizá no lleguen a ser proclamadas santas por la Iglesia, pero que han vivido la santidad en su vida ordinaria de forma extraordinaria, también colaborando en la construcción humana de esta comunidad aún joven. Una comunidad cuyo centro es el sagrario . Sus múltiples actividades, el mercadillo solidario, los Reyes Magos del barrio que hacen las delicias de los más pequeños, tienen un centro y un sentido en la eucaristía. No hay más que ver el número de personas que se acercan a hacer una visita al Santísimo a cualquier hora del día. Porque si algo tiene está parroquia es presencia y apertura, también del templo.