Palacio de Fernán Núñez, el emblemático edificio del Romanticismo madrileño

Fue uno de los centros más importantes de la vida social de Madrid en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX y reunió a la realeza con la alta nobleza, políticos y artistas

La decoración del Salón Isabelino recuerda al palacio de Versalles BELÉN RODRIGO

Belén Rodrigo

Desde el exterior del número 44 de la calle de Santa Isabel de Madrid es difícil imaginar la grandeza y belleza del interior de este edificio conocido como el Palacio de Fernán Núñez en el que se encuentra, desde 1985, la sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Dentro de su fachada austera se esconde uno de los palacios más significativos del Madrid isabelino y de los pocos que se conservan.

Propiedad de Renfe y Adif, su origen se remonta a 1753 aunque fue un siglo después cuando vivió su máximo esplendor como residencia del VII conde de Cervellón y su mujer María Francisca de Asís, II duquesa de Fernán-Núñez . Con ellos la casa se amplía y se convierte en el palacio de estilo romántico que todavía hoy se conserva. Su hija María del Pilar Loreto, I II Duquesa de Fernán Núñez y su marido Manuel Falcó d’Adda redecoran el palacio y lo convierten en uno de los centros de la vida social madrileña . Como sede de Renfe a partir de 1941, llegó a albergar más tarde el primer museo del ferrocarril de España .

El palacio fue propiedad de los duques Fernán - Núñez hasta 1941 BELÉN RODRIGO

Para llegar a la construcción de este palacio hay que hablar de la aparición de una vivienda mandada levantar a mediados del siglo XVIII por Blas Jover y Alcázar en una parcela de los huertos reales del Convento de Santa Isabel. Tras pasar por distintos propietarios se hace con ella el XIII duque de Alburquerque para transformarla en una gran casa entre 1790 y 1799. «Se cree que encarga el proyecto a Antonio López Aguado», explica a ABC Inmaculada García Lozano, conservadora del palacio . El duque fallece y su mansión pasa a ser cuartel, hospital y viviendas. En 1815 hereda la vivienda el VII conde de Cervellón que casa en 1821 con la II duquesa de Fernán-Núñez.

Pasarían más de dos décadas hasta que el conde decidiese comprar nuevos terrenos adyacentes y así ampliar el edificio. «Para la ampliación se contrata a Martín López Agudo, hijo del anterior arquitecto», indica la conservadora, mientras que de la decoración se ocupó Joaquín Edó. Más tarde, la hija del referido matrimonio se casó con Manuel Falcó y decidieron vivir en el palacio, redecorando el mismo e iniciando otra etapa «muy importante y de esplendor. Los bailes de carnaval eran muy conocidos, también los temáticos», puntualiza Inmaculada García Lozano. Uno de los últimos bailes celebrados en el palacio fue en 1906 en honor a la boda de Alfonso XIII. Un año antes el palacio se había ampliado nuevamente y remodelado, esta vez por el arquitecto Roca Carbonell. La Casa Real, la nobleza y el cuerpo diplomático eran habituales invitados de la casa que fue un i mportante centro de madrileño de la vida social tal y como se puede comprobar en las crónicas de la época y en los álbumes fotográficos.

Palco del Salón de Baile BELÉN RODRIGO

Durante la Guerra Civil el edificio fue incautado y ocupado por las Juventudes Socialistas Unificadas y la Junta Delegada. «Se conserva bastante bien el palacio. Se llevaron las obras de valor a la basílica de Sa Francisco el Grande », explica la conservadora. La familia de Fernán Núñez trasladó su residencia fuera de España durante el conflicto aunque el V duque se queda combatiendo en Madrid y muere en la trinchera . Su viuda vuelve de París y decide vender el palacio en 1941. Por entonces se está produciendo el primer intento de la nacionalización del ferrocarril y el nuevo propietario del edificio será la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España . Ese mismo año se constituye la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe) y para adaptar el palacio al nuevo uso como su sede social se realiza la remodelación a cargo de Manuel Cabaynes Matas.

El referido primer museo ferroviario que se instaló en 1967 en la planta baja del palacio se traslada en 1980 a la Estación de Delicias y la sede de Renfe se marcha al edificio de Las Caracolas en Chamartín. En 1985 se crea la Fundación de los Ferrocarriles Españoles convirtiendo el palacio en su sede social. Una fundación que nace como entidad privada pero en 2002 se convierte en pública. «Somos monotemáticos pero abordamos el tema del ferrocarril de distintas formas, sin hacer acción social», aclaran desde la fundación. Realizan cursos, apuestan por la investigación.. .promueven la imagen del transporte por ferrocarril «mediante la recuperación, generación y difusión del patrimonio histórico, cultural, científico y tecnológico ferroviario », añaden. En el 2002 se realizó la última actualización del palacio rehabilitando fachadas, cubiertas, patios, jardín, garaje y viviendas para recuperar los parámetros originales. Está calificado como edificio monumental de alto valor histórico artístico.

Fachada exterior del palacio en la calle Santa Isabel BELÉN RODRIGO

Las salas del palacio

El palacio se distribuye en torno a tres patios . En el primero de ellos, el de entrada, se encuentra uno de los primeros ascensores que se instalaron en Madrid. La zona noble del palacio es la que mejor que se conserva. La escalera de honor , de tres tramos, fue construida con piedra de Colmenar de Oreja. Antes de comenzar la subida se encuentra un gran espejo «del que cuentan las crónicas servía para que las damas se colocasen sus vestidos», subraya la conservadora del palacio. Comienza la zona noble con la antesala, a la que llaman el Salón de Estuco «que imita al mármol rosa», y el Salón de Columnas, «que no sujetan, son decorativas». En el que fue gabinete de la Duquesa se encuentra el despacho de gala del presidente de RENFE y en el antiguo dormitorio de los Duques, más tarde Salón de Tapices y ahora la Sala de Retratos , hay una impresionante mesa de madera de una sola pieza. A esta zona del palacio se accedía también por una escalera de nogal que era se uso privado.

Sala de Billar y Sala de Música BELÉN RODRIGO

Destacan también la Sala de Música y la Sala de Billar acaparando la mayor de las atenciones el Salón Isabelino . «Le gustaba mucho a la reina Isabel», cuenta Inmaculada García Lozano quien afirma también que se trata de un palacio cuya decoración «es muy similar al de Versalles ». Se puede ver también el comedor de diario, conocido como el Comedor de los Niños y el Comedor de Gala «que adquirieron los Duques de la Expo de París de 1867, muy de estilo inglés». Otra de las zonas más impresionantes es el Salón de Baile , que se ha sometido a trabajos de restauración realizads por los alumnos de la Escuela Superior de Conservación y Restauración . Ya son nueve las campañas en las que estos estudiantes ayudan a recuperar el esplendor de algunas de las piezas y estancias del palacio.

En el palacio se conserva una importante colección de relojes BELÉN RODRIGO

Por todo el edificio se conservan los entelados originales de seda al igual que lámparas de cristal de Murano. La Granja y Baccarat y lujosos adornos . Abundan las alfombras y tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara y hay réplicas de cartones de Goya. Hay cuadros de Tiziano, Tintoretto, Murillo, Goya, Rosales y Federico Madrazo , entre otrosLos escudos de la familia no faltan en la decoración, tampoco los murciélagos, que eran el símbolo de Valencia. A lo largo de todo el palacio se puede contemplar una importante colección de relojes , entre ellos el del tren real de Isabel II que junto al barómetro se localizaron en el coche real de Alfonso XIII. Entre las curiosidades de este edificio está un surtidor de gasolina que se instaló en 1928 «y tenían permiso para vender», afirma la conservadora. En el antiguo invernadero que quedó damnificado durante la guerra se puede ver todavía un mosaico y una rejilla originales. El jardín fue diseñado por arquitectos y paisajistas parisinos.

Son muchísimos los rincones y detalles que merecen la pena observar en este palacio que se puede visitar a través de grupos organizados . También se alquilan los espacios para eventos, convenciones y rodajes de cine y televisión . «La piel del tambor» fue una de las películas filmadas en su interior. Todo ello ayuda para financiar la conservación de este edificio. Un palacio de estilo romántico que enlaza con la corriente neoclásica anterior y cuya mezcla en su arquitectura y decoración es el palacio que hoy conocemos.

Los muebles del Comedor de Gala fueron adquiridos en la Expo de París de 1967 BELÉN RODRIGO

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