Nacho Murgui, delegado del Área de Coordinación Territorial del Ayuntamiento de Madrid
Nacho Murgui, delegado del Área de Coordinación Territorial del Ayuntamiento de Madrid - JOSÉ RAMÓN LADRA

El «número 3» de Carmena cobró dinero público de la FRAVM de forma «irregular»

Recibió un sueldo como técnico de la federación vecinal, a la vez que era presidente, según el PP incumpliendo la norma. La oposición ha pedido tres veces información al respecto sin obtener respuesta. La entidad asociativa remite al Tribunal de Cuentas

MADRID Actualizado: Guardar
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¿Qué esconde Nacho Murgui? Esa es la pregunta que la oposición en el Ayuntamiento de Madrid, y más concretamente el Partido Popular (PP), formula desde que el edil de Ahora Madrid es segundo teniente de alcalde de la capital. Para el grupo municipal popular las cuentas del considerado «número 3» de Carmena y expresidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) no están «claras». De hecho, meses después de que se hicieran públicas las declaraciones de transparencia de los concejales, la suya sigue siendo una incógnita. Lo único que revelan es que el ahora delegado del Área de Coordinación Territorial del consistorio trabajó durante nueve años como técnico de la FRAVM. Un periodo en el que gestionó subvenciones públicas millonarias como responsable de dos programas sociales para la citada entidad asociativa que presidió desde 2007 hasta 2015.

Para el PP, Nacho Murgui cobró desde 2006 como técnico de la FRAVM y mantuvo y compatibilizó un puesto remunerado en la organización con el cargo «gratuito» de presidente, contraviniendo la normativa municipal. Lo hizo al incumplir los requisitos que establece el Reglamento de Participación Ciudadana que regula las subvenciones de este tipo de asociaciones y que, en su artículo 36, establece que «los miembros de los órganos de representación de la entidad que perciban retribuciones no lo hagan con cargo a fondos públicos o subvenciones».

Los populares sostienen que Murgui lo hizo al mantenerse «a sí mismo» como técnico de la FRAVM mientras era su presidente, pese a no haber recibido remuneración como miembro de la junta directiva de la federación tal y como estipulan sus estatutos. Es decir, que siendo «miembro de los órganos de representación de la entidad» percibió un sueldo por su condición de técnico de forma «irregular». En este sentido, se deduce que a la vez que presidía la FRAVM cobraba su salario como técnico procedente de subvenciones del Ayuntamiento para programas «sociales».

Según los estatutos de la FRAVM, ni el presidente ni los miembros de la junta directiva pueden recibir un sueldo por esta labor. No obstante, Murgui podría escudarse en que, según el artículo 18.2 de las normas de la federación, sí que podía al permitir a los miembros de la Junta Directiva «percibir remuneración cuando realicen actividades de índole laboral que les sean solicitadas por el órgano u órganos correspondientes». En ese caso, Murgui se habría «autocontratado» desde 2007 para ejercer de técnico, motivo por el que el principal partido de la oposición considera que debería haber dimitido. «Murgui intentó driblar la norma como presidente de la FRAVM para cobrar un sueldo que, por otro lado, no especifica en ningún sitio», aseguran. Ahora, como delegado de Área de Coordinación Territorial, será el responsable de fiscalizar las cuentas de esta federación.

El incumplimiento de estos puntos conllevaría, según las fuentes consultadas por ABC, la retirada de la condición de «entidad de utilidad pública» a la federación vecinal por lo que, la asociación en cuestión, no podría recibir subvenciones ni del ayuntamiento ni de ninguna institución pública.

6,5 millones en subvenciones

Murgui, como presidente de esta importante federación vecinal, gestionó desde 2007 hasta 2015 subvenciones millonarias concedidas por el Ayuntamiento de Madrid. Al mismo tiempo desempeñó el puesto de técnico-coordinador del programa de Dinamización Vecinal y Participación Ciudadana de la FRAVM, que recibió del consistorio dinero público que superó los 6,5 millones de euros entre 2006 y 2015. Es de esas subvenciones de las que, según las fuentes consultadas, salen los salarios que los técnicos cobran de la federación de asociaciones vecinales. Ahí está la clave de la «irregularidad» cometida por el ahora edil.

En concreto, como responsable del programa «Democracia Participativa» gestionó 2,2 millones de euros desde 2006, con anualidades que oscilan entre los 300.000 euros entre ese año y 2011, 198.000 euros en 2012 y 178.560 euros entre 2013 y 2015. Asimismo, como técnico de «Dinamización Vecinal», Nacho Murgui obtuvo para ese programa social del Consistorio madrileño, al menos, 4,3 millones de euros. Entre 2008 y 2011 consiguió 842.204 euros anuales, y entre 2014 y 2015 otros 508.080 euros adicionales.

Negativa de Ahora Madrid

El PP ha intentado preguntar por este tema a Ahora Madrid hasta en tres ocasiones desde noviembre a través de peticiones de información por escrito que han enviado también a la FRAVM. Esta última se ha «limitado» a remitirles al Tribunal de Cuentas. Los populares quieren conocer qué cantidades percibió como técnico a la vez que era presidente de la FRAVM y si este asunto tiene algo que ver con la «opacidad» en su declaración de bienes.

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