Multan con 4.890 euros al funcionario de Alcalá que celebró con una «stripper» su jubilación

La fiesta de despedida tuvo lugar en dependencias municipales

S. L.

El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha sancionado con 4.890 euros a un exfuncionario jubilado por los «daños y perjuicios» causados a la «corporación municipal» después de celebrar su fiesta de despedida con una «stripper» en dependencias municipales. Los hechos, acaecidos en marzo de 2017, derivaron en la apertura de una información reservada y un expediente sancionador que se ha resuelto finalmente con la multa económica de casi 5.000 euros. Una cifra que el consistorio alcalaíno justifica en los costes que tuvo que asumor para que los servicios de comunicación municipales gestionaran la crisis, que tuvo amplia repercusión mediática.

El extrabajador solicitó en su comparecencia que el expediente se realizara con discreción y sin repercusión mediática, tal y como avanzó el diario El Mundo. El PP ha avanzado que pedirá en el Pleno municipal que la sanción por esta fiesta de jubilación con «stripper» se dedique a talleres de igualdad y políticas de Mujer con medidas educativas que eviten «manifestaciones que cosifican a la mujer». En un comunicado, el portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, Víctor Chacón , ha acusado al equipo de Gobierno municipal de «ocultar esta información» a los grupos municipales.

El vídeo de la polémica

ABC tuvo acceso al vídeo . En él se aprecia perfectamente cómo el trabajador jubilado se encuentra sentado en una silla, descamisado, mientras la joven contratada se va desprendiendo del liguero, hasta quedarse en tanga. Acto seguido, se sienta sobre el hombre y se restriega sobre su regazo, ya semidesnuda. La lamentable escena, que dura seis minutos y medio, fue captada por el móvil de uno de los cien participantes en la fiesta. La mujer se contornea sobre el «homenajeado», hasta el punto de ponerse boca abajo mientras rodea con sus piernas el cuello del jubilado. Los asistentes jalean lo que está ocurriendo: «¡Ea, Julio! ¿No querías marisco?», se regodea uno de ellos.

En la grabación el empleado se pone de rodillas en el suelo, y sigue el baile erótico , mientras se rasca la cabeza, no sabiendo muy bien cómo actuar. La presencia de más trabajadores municipales es más que manifiesta, con uniformes de trabajo incluidos, como se comprueba en la grabación. El zafio baile vuelve a repetirse en la silla, con más contorsiones de la chica y comentarios machistas entre el público del tipo: «Si no se quita la camisa, no cobra... Está la tía que te cagas, no me jodas...». Al final, ella acaba en tanga y sujetador y el hombre mostrando los calzoncillos.

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