Mercamadrid retoma su actividad tres días después: «Hay menos tránsito y eso que se ha alargado la venta»

La mayor plataforma alimentaria de Europa recibe 16 millones de kilos de alimentos con la llegada de 1.200 camiones

Un trabajador traslada una máquina para palés este martes Ignacio Gil/ Vídeo: C. Barcala

Carlota Barcala

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La histórica nevada caída en la Comunidad de Madrid hizo sobrevolar de nuevo el fantasma del desabastecimiento . El colapso de las carreteras provocó el cierre de Mercamadrid el sábado, y hasta el lunes por la noche los camiones cargados con mercancías no comenzaron a entrar en las instalaciones , con los accesos asolados de nieve. Este martes, la mayor plataforma de distribución de alimentos frescos de Europa ha vuelto a funcionar, aunque a medio gas por las dificultades derivadas de la borrasca Filomena, para tratar de terminar con la falta de productos que han sufrido algunos supermercados de la región y de diversos puntos de la geografía española.

A las instalaciones consiguió acceder Sergio, camionero natural de Malpica (La Coruña), pasadas las 15.30 horas del lunes. Su trayecto desde el puerto coruñés hasta Madrid fue, al igual que el de otros muchos compañeros, toda una odisea . Salió de Galicia a las 16 horas del viernes y la nevada lo dejó atrapado en la A-6 , a la altura de San Vicente del Palacio . Allí permaneció desde las 22.30 de ese mismo día hasta las 13 horas del lunes, cuando le dieron vía libre para continuar con el recorrido hasta la capital, cargado con 11.000 kilos de pescado fresco. «Es la primera vez que me quedo tirado tantos días en la carretera. Tuve suerte que en esa localidad había un área de servicio para poder comer. Estábamos 300 camiones atrapados», relata el gallego, una vez que ya ha descargado la mercancía.

«Cuando llegué, estaba la Unidad Militar de Emergencias (UME) despejando los accesos con palas, han estado toda la noche trabajando. Pero todavía falta mucho por hacer, hay plazas de aparcamiento llenas de nieve y camiones que no consiguen arrancar», explica el trabajador, que lleva 23 años rodando por el asfalto. Sergio todavía no sabe cuándo podrá regresar a Galicia, pues debe aguardar a cargar su camión con frutas y verduras . «Espero que sea esta noche o mañana por la mañana, pero las naves no almacenan tanta mercancía como para conseguir cargar todos los camiones que estamos aquí», dice, resignado tras haber dormido cuatro noches en la cabina de su gran vehículo: «Todos los trabajos tienen dificultades, esta es una del nuestro».

Sergio, camionero de Malpica, en la cabina de su vehículo, donde ha dormido cuatro noches Ignacio Gil

Las 22 hectáreas de Mercamadrid no están todavía totalmente despejadas y parte de la zona se ha cubierto por un manto de hielo, lo que dificulta la labor de los transportistas y obliga a reducir plazas de aparcamiento para que puedan estacionar. En este sentido, mientras las furgonetas y los camiones tratan de hacer la carga y descarga, los operarios continúan limpiando la nieve de los tejados que cubren las naves . «Han entrado muchos furgones, pero todavía no estamos al 100%, y eso que se ha alargado la venta hasta las 11 de mañana cuando normalmente paran a las 8», cuenta una trabajadora de limpieza del mercado. Para facilitar la llegada de los empleados, el Ayuntamiento de la capital puso en marcha la línea T32 Legazpi-Mercamadrid, aunque el recorrido se ha modificado para adecuarlo a las circunstancias actuales de circulación.

Los frenos del camión de Ángel murieron al tiempo que él conseguía llegar a las instalaciones. «Se han quedado congelados», relata este hombre, que partió de Alicante el fin de semana y que tuvo que estar varios días en la área de servicio de Hitos, en el municipio conquense de Montalbo . «El camión lleva 24 horas trabajando sin parar, desde el lunes que salí a las 17 horas de allí», afirma, con cierto tono de enfado. A mediodía, todavía no le habían dado paso para bajar la mercancía, en su mayoría, fruta.

Mercamadrid es el principal mercado de productos perecederos de Europa y el segundo del mundo, después de Tsukiji, en Tokio, y abastece a 12 millones de consumidores en un ámbito de influencia de 500 kilómetros. Su importancia reside, además, en que reúne los mercados centrales de pescados, frutas y hortalizas de Madrid, el mercado de carne y numerosas empresas especializadas en el sector alimentario.

Hoy, por sus instalaciones han pasado 1.200 tráilers con 16 millones de kilos de alimentos para garantizar el abastecimiento, pero, a pesar de las cifras, la actividad ha sido menor que la de cualquier otro martes. «Se ha trabajado con relativa normalidad desde las 6 horas», aseguran en la Consejería de Economía, Empleo y Competitividad, que dirige Manuel Giménez . Esto ha sido posible gracias a los operarios que han estado limpiando durante horas, además de la UME y otros servicios de Emergencias. María ha sido una de ellas. «Hemos entrado a las 4 y hasta las 8 estuvimos echando gel por las carreteras de todo el recinto. Desde esa hora llevamos echando sal », afirma cuando el reloj ya pasa de las 12. «El domingo y el lunes fueron días peores, más duros, hubo que limpiarlo todo», concluye.

En la parte baja del polígono, donde la zona de carga y descarga de carnes , los aparcamientos no tienen sitio para un solo vehículo más. Entre montones de nieve, ya casi convertida en hielo, y protegidos al calor de los camiones, se resguardan Jamal y Hassan , procedentes de Agadir. Cansados tras seis días en la carretera (salieron de Marruecos el miércoles), han montado una mesa y unas sillas en las que toman té caliente mientras cocinan una especie de puré en unos hornillos . «Nos quedamos dos días atrapados en Bailén y no sabemos cuándo volveremos porque aún no hemos descargado», cuenta el primero de ellos. «Llevamos un poco de todo: frutas, verduras y carne», añade Hassan.

Jamal, camionero procedente de Agadir, en Mercamadrid Ignacio Gil

Distinta suerte corrieron Álvaro y José Manuel, que partieron de Algeciras el domingo por la noche, cuando la nevada ya había finalizado. «Llegamos anoche a Madrid, sin complicaciones, y esta mañana conseguimos descargar. El problema es que tenemos que cargar los camiones con verduras, pero está todo cerrado ya, no hay tanta cantidad de alimentos para servirnos todos», explica Álvaro.

El consejero del ramo ha explicado que el desabastecimiento ha sido «algo puntual». «Todos los establecimientos están volviendo a tener productos frescos, que es lo que se ha agotado en los días que nos han precedido», ha manifestado Giménez, que ha aprovechado para hacer un balance preliminar del impacto económico que ha tenido el temporal. Las primeras estimaciones apuntan a unas pérdidas de hasta el 75% de la facturación en el transporte ; el 25% en alimentación y hasta el 50% en otros comercios . Mientras Madrid intenta recuperar la calma, en las naves del espacio comercial seguirán cargando los palés para que los alimentos lleguen a todas las despensas.

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