Los patinetes eléctricos y los segways pueden llegar a alcanzar velocidades de 20 km/h
Los patinetes eléctricos y los segways pueden llegar a alcanzar velocidades de 20 km/h - MAYA BALANYA

Más allá de Car2go: el «boom» de los segways o las motos eléctricas explota en Madrid

Desplazarse por Madrid sin depender del transporte público ya no es solo para quienes tienen vehículo propio. En los últimos tiempos, han emergido opciones para todos los gustos

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Más allá de los tradicionales -metro, autobús o taxi-, en los últimos tiempos han surgido una serie de vehículos sostenibles en alquiler, cuyo protagonismo crece a pasos agigantados. Es la fiebre de Car2go, pero también de los segways, motos eléctricas, patinetes motorizados, houerboards, bicicletas, trikkes o karts de pedales. Con independencia de que la reserva se efectúe en un establecimiento físico o a través del teléfono móvil, la utilización de cualquiera de estas opciones es hoy una realidad instalada en numerosos puntos de Madrid. Alternativas para todos los gustos y necesidades:

1234
  1. Furor por el «carsharing» eléctrico

    MAYA BALANYA

    El 11 de noviembre de 2015 aterrizaba en Madrid Car2go, el servicio de «carsharing» eléctrico. Una flota de Smart Fortwo ED echó a rodar, bajo un novedoso sistema de funcionamiento. A través de una aplicación en el móvil, los usuarios buscan el coche más cercano y proceden a su reserva. Con el propio terminal abren las puertas, y una vez dentro, la llave ya está puesta para arrancarlo. El furor en la capital es tal, que en septiembre han sumado un número total de 112.000 clientes, situándose a la cabeza europea.

    A pesar de estar exentos del pago del parquímetro, sus conductores no reciben ningún tratamiento especial. «De hecho, al tratarse de vehículos eléctricos, se acogen a la normativa municipal del SER Vehículo Cero Emisiones, que permite estacionar sin limitación temporal y sin abono del estacionamiento», subrayan desde la propia compañía.

  2. Bici-Mad, un servicio bajo lupa

    MAYA BALANYA

    Cuando, en el verano de 2014, Madrid estrenó su sistema de alquiler público de bicicletas, pocos imaginaban una trayectoria tan polémica. En apenas dos años, la ilusión de los ciudadanos por una iniciativa, pionera en su arranque, ha tornado en indignación. A los problemas técnicos denunciados por los usuarios -errores en los desanclajes, bicicletas sin batería que aparecen como disponibles o fallos mecánicos en piezas tan vitales como son los frenos-, se suman los numerosos robos y actos vandálicos que padece a diario BiciMad.

    Después de que la concesionaria, Bonopark, llegara a anunciar unas pérdidas anuales de 3,6 millones de euros, el Gobierno de Manuela Carmena se ha visto obligado a desembolsar un montante de 10,5 millones para asumir su gestión, a través de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).

  3. Desembarco de motos eléctricas

    ABC

    Con una autonomía entre los 70 y los 100 kilómetros por hora, las motos eléctricas han llegado a Madrid para quedarse. El tiempo aproximado para restablecer la batería es de cuatro horas, aunque hay que ser muy cuidadosos. «No se puede dejar un vehículo de este tipo sin cargar porque la autonomía se resiente», explica Álvaro, trabajador en una tienda de Cooltra Motos, situada en frente del centro Conde Duque.

    Desde hace tres años, alquilan dos marcas, Scutum y Govecs, pero es ahora cuando el auge de las motos eléctricas parece estar en la rampa de salida. A principios de año pondrán en marcha un servicio de alquiler muy similar al Car2go. «Todavía faltan algunos detalles, pero ya hemos recibido algunas y estamos probándolas. En cuánto tengamos seguro que no van a dar ningún fallo, las pondremos en la calle», sentencia.

  4. Segways y patinetes eléctricos

    ABC

    Ambos vehículos pueden llegar a alcanzar una velocidad de 20 kilómetros por hora, motivo por el cual la mayoría de empresas solo los alquilan si está presente un monitor. «Antes de empezar una ruta, ofrecemos un curso de unos 15 minutos para que nuestros clientes aprendan su manejo y así evitar accidentes», detalla Rafael, dueño de Madrid2wheels, en pleno centro de la urbe.

    Con una trayectoria aún reciente entre el público general, sus usuarios se quejan de que no hay una ley propia para este tipo de vehículos. «Hay un vacío legal, a veces la Policía nos ha dicho que no podemos circular por el carril-bici, y otras veces que sí», afirma un grupo cerca de Ópera. Del mismo modo, aseguran que no solo sería necesario tener el permiso para poder utilizar el carril-bici: «Estaría bien que los ampliaran y cada uno fuera por su lugar. De esta forma evitaríamos muchos peligros».

Ver los comentarios