Madrid Central
Una veintena de centros educativos, sin solución ante el cierre al tráfico en el centro
Padres de alumnos no residentes afrontan hoy una nueva reunión con el Ayuntamiento, sin alternativa al coche para llevar a sus hijos al colegio
Entrar en el centro con el coche no es, en todos los casos, un capricho. Con esa premisa, la capital suma un nuevo colectivo de afectados por las restricciones al acceso de vehículos de Madrid Central. Son los padres de miles de alumnos de la veintena de centros educativos que se encuentran dentro del área que delimita esta nueva norma, que entrará en vigor el próximo 23 de noviembre , y que no son residentes. Este caso particular, como el que afecta a hosteleros, comerciantes, transportistas o trabajadores del ocio nocturno, se encuentra sin solución a un mes de su puesta en marcha. Las limitaciones impedirán acceder a los conductores que, además de no residir en la zona, no tengan un vehículo con etiqueta ECO o Cero Emisiones o no acudan a un aparcamiento.
El problema de movilidad que se genera por el tráfico escolar es ya una evidencia en toda la capital que se acentúa en el entramado callejero del centro. En colegios como el Santa Isabel – La Asunción llevan semanas intentando averiguar una fórmula para que los alumnos que no tienen otra alternativa viable al coche particular puedan llegar al centro en «condiciones de seguridad». «Si no podemos entrar en Madrid Central con nuestros coches, tendríamos que soltar a los niños casi en marcha en Atocha y confiar que llegan bien por la calle Santa Isabel hasta la puerta del colegio», explican a ABC desde el AMPA.
Tras tres reuniones en las que no han logrado obtener ninguna solución por parte del Gobierno local, hoy volverán a intentar alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento. «Hasta ahora no han escuchado ninguna de nuestras propuestas y la única alternativa que ofrecen es que vengamos en transporte público o en bicicleta. Es imposible porque muchos padres vivimos lejos del colegio y trabajamos fuera de Madrid. Coger el transporte público significaría arrancar la vida familiar mucho más temprano y llegar, con toda seguridad, tarde al trabajo. Es una medida que no favorece en nada la conciliación familiar », opina Arantxa Puente, presidenta de la asociación de padres de este centro.
Los progenitores denuncian otro problema derivado de la forma de proceder del Consistorio. «Han redirigido todo el tráfico de autobuses de la EMT por la calle Santa Isabel. Cuando nosotros hemos querido implementar una ruta escolar nos han dicho que tienen que ser microbuses . Nos hemos reunido con el director general de movilidad y la sensación es que no tienen el más mínimo interés en llegar a una solución», asegura. «Hemos propuesto todo tipo de soluciones y ninguna de ellas ha sido tenida en consideración. Por ejemplo, facilitar las matrículas para que se permita acceder con los coches en las franjas horarias de entrada y salida de los alumnos. También que el Ayuntamiento haga una reserva de plazas fuera de la zona de Madrid Central para los padres que no tienen otra opción que traer a sus hijos en coche. Las rutas con microbús son muy caras para las familias, les hemos solicitado ayuda y se han negado también», añade.
Un millar de alumnos
Desde el AMPA han calculado que las restricciones de acceso afectarán, al menos, al 40% de los padres . En total este centro concertado tiene 1.100 alumnos de edades comprendidas entre los 3 y los 17 años. «No pueden pretender que los niños pequeños lleguen solos hasta la puerta del colegio andando desde Atocha», critican. Los afectados coinciden en que el equipo de Gobierno de Manuela Carmena no ha tenido en cuenta los «imprevistos» que diariamente se producen en un colegio. «¿Qué pasa si un niño se pone malo o se lesiona? No podemos llegar hasta la puerta si no es andando. Pedimos que, al menos, el centro pudiera autorizar temporalmente nuestra matrícula. Es una norma improvisada a todas luces», señala José Luis, otro de los padres afectados.
Aseguran estar desesperados. «No sabemos cómo vamos a afrontar nuestro día a día. El tiempo corre en nuestra contra. Tienen mucha prisa en poner en marcha un proyecto en el que no se ha escuchado a nadie. Se llega a poner en cuestión nuestra libertad de elección de centro educativo para nuestros hijos, con argumentos ideológicos», comentan varios padres a las puertas del colegio. «Vamos a pelear con todas nuestras fuerzas por defender lo que creemos que es una injusticia », asegura la presidenta del AMPA, que ya se ha puesto en contacto con otros centros afectados. La institución educativa también mira con preocupación esta nueva norma. Con 142 años de historia, sus alumnos son hijos y nietos de exalumnos. «Es un colegio de gran tradición familiar y, con un 40% de padres afectados, podrían terminar eligiendo otro centro en el que puedan llevar a sus hijos en coche», concluyen.
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