Un jurado popular juzgará al descuartizador de Majadahonda por dos asesinatos

Bruno está en prisión desde su detención abril por la desaparición de su inquilina argentina y la de su tía en 2011

Madrid Actualizado: Guardar
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El juez ha decidido llevar a un juicio con jurado popular al presunto descuartizador de Majadahonda Bruno H.V., de 32 años, como supuesto responsable de dos delitos de asesinato. En un auto, fechado el pasado 29 de febrero, el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Majadahonda acuerda la transformación de las presentes actuaciones en procedimiento ante Tribunal del Jurado, informa Efe.

Dice el magistrado Marcos Ramón Porcar que los hechos investigados podrían constituir dos delitos de asesinato, uno de falsedad documental, otro de estafa y un delito de tenencia ilícita de armas imputables a Bruno H.V. Por lo tanto, añade, estas imputaciones caen dentro del «ámbito de los delitos cuyo enjuiciamiento corresponde al Tribunal del Jurado».

No obstante, recuerda que este auto es recurrible en reforma ante el propio Juzgado de Instrucción en un plazo de tres días y en apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid en un plazo de cinco días.

Asimismo, el juez ya posee el informe psicológico que el mismo solicitó y que afirma que el presunto descuartizador de Majadahonda padece un trastorno psicótico diagnosticado de «esquizofrenia paranoide», por el que ha sido internado en varias ocasiones y que le lleva a creer que pertenece a una hermandad secreta.

«El trastorno psicótico que hemos diagnosticado impregna toda su vida y distorsiona completamente el enfoque adecuado de la realidad en la que vive», señala el documento. Su importancia va más allá de fijar el estado psicológico del presunto asesino de Adriana Giogiosa y Liria Hernández, sino que podría determinar la aplicación de atenuantes o incluso eximentes en caso de una sentencia condenatoria.

La sintomatología del detenido viene dada por la «presencia de comportamientos estereotipados y un delirio asentado, polimorfo, continuado en el tiempo y sistematizado de contenido conspiranoico, gubernamental, tecnológico, futurista acerca del nuevo orden mundial, los poderes fácticos secretos y proyectos tecnológicos secretos». Todo ello, continúa el informe, «en el contexto de su pertenencia a una hermandad que denomina ER», en la que se encontrarían implicadas el papa Benedicto XVI y Escribá de Balaguer y donde Bruno «desempeñaría funciones altamente secretas de las que no puede desvelar su contenido». Hasta en cuatro ocasiones ha sido ingresado en un centro psiquiátrico, la primera de ellas en septiembre de 2012 y la última en noviembre de 2014.

Ahora bien, el texto indica que el presunto descuartizador ha rechazado en todo momento hablar de los hechos que se juzgan. «Me acusan de la desaparición de dos personas. Yo coopero con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, pondrían pruebas falsas para atraerme al Ministerio del Interior de Navalcarnero (prisión en la que está encarcelado). Voy a intentar ponerme en contacto con personas de la hermandad para ver si deciden que permanezca en el Ministerio del Interior o si me quieren ayudar», dice el acusado.

Bruno H.V., está en prisión desde su detención el 7 de abril de 2015 en relación con la desaparición de su inquilina Adriana Giogiosa, argentina de 55 años, sobre la que se sospecha que fue asesinada y descuartizada en una casa de Majadahonda. También se indaga si Bruno tiene algo que ver con la desaparición de su tía Liria, de la que no se sabe el paradero desde 2011 y quien supuestamente cedió a su sobrino el usufructo del piso de Majadahonda para que lo alquilase. La Guardia Civil busca desde abril en el vertedero de Pinto los restos de las dos mujeres.

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