Anderos de la procesión de Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre, arrodillados para sacar el paso de la iglesia
Anderos de la procesión de Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre, arrodillados para sacar el paso de la iglesia - MAYA BALANYÀ

Jueves Santo de pasión, fervor y redención

Miles de personas, entre madrileños y turistas, se congregaron en las calles y plazas de Madrid para disfrutar

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Miles de personas, entre madrileños y turistas, se congregaron en las calles y plazas de Madrid para disfrutar de los diversos pasos que este Jueves Santo procesionaron. El primer cortejo sacó, no sin dificultades, a Jesús el Pobre por la estrecha puerta de San Pedro el Viejo. Fue a la 19 horas, justo cuando hizo lo propio El Divino Cautivo a través de las calles del barrio de Salamanca. A las 20 horas llegó el momento del Cristo del Gran Poder y la Esperanza Macarena, cuyas imágenes salieron a la capital rodeados de miles de personas que les aplaudieron con devoción, emocionados al paso de los distintos pasos. Mientras tanto, en otros puntos de la región, como Morata de Tajuña o Villarejo Salvanés representaron sus Pasiones Vivientes

Cristo del Gran Poder y Esperanza Macarena

Pocos cimbreos hay en la Semana Santa madrileña como el de la Esperanza Macarena que, ayer, después de un año entero de espera que ha servido para aligerar el techo del palio y remozar las bambalinas que protegen a la Virgen, se agitó más que nunca gracias al esfuerzo de sus abnegados costaleros.

Con el Jesús el Pobre y la Virgen del Dulce Nombre ya en las calles de Madrid, llegó el turno de la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena, popularmente conocida por el nombre de sus pasos: El Cristo del Gran Poder y la Esperanza Macarena, que provocó las lágrimas de los más fieles.

Los fieles comenzaron a coger sitio en torno a la Colegiata de San Isidro cuatro horas antes de empezar

«Cuatro horas antes de empezar», como confesó Faustino León, teniente de Hermano Mayor de la Hermandad, los fieles comenzaron a coger sitio en los alrededores de la Colegiata de San Isidro, donde a las ocho de la tarde, con algo de retraso, irrumpió la Cruz de Guía de un desfile con 450 participantes, de los cuales 150 fueron costaleros.

En su procesionar, ambos pasosmantuvieron sus señas características, que evocan al sentimiento sevillano:mientras el Cristo del Gran Poder (obra de José R. Fernández-Andes en 1942) avanzaba solemne y en silencio rodeado de sus nazarenos de negro impoluto y cinturón de esparto, la Esperanza Macarena (de Antonio Eslava Rubio en 1958) salió de la Real Colegiata de San Isidro con su cortejo de penitentes ataviados con túnica blanca y capirote verde de terciopelo y acompañados por la banda de la Asociación Musical Amigos de la Música de Herrera, llegada desde Sevilla, la capital que vio nacer a los fundadores de esta Hermandad, que año tras año recibe el cariño de los madrileños.

La Esperanza Macarena, por las calles de Madrid
La Esperanza Macarena, por las calles de Madrid - MAYA BALANYÀ

«Es impresionante», reconoció el dirigente de la Hermandad sobre esa sensación de ver, desde el centro de las calles del Madrid más castizo, que viven los nazarenos de este cortejo al observar a todo tipo de personas esperando el paso de los nazarenos y sus sagradas imágenes: «Hay niños de mediana edad y personas mayores a las que se les ve con una emoción tremenda y algunos incluso se echan a llorar».

Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre

Los tronos que inauguraron el Jueves Santo de Madrid fueron los de la Primitiva e Ilustre Hermandad de Jesús Nazareno El Pobre y María Santísima del Dulce Nombre en su Soledad. A las siete de la tarde, con unos minutos de margen, Jesús El Pobre (del siglo XVIII y autor anónimo) atravesó el umbral de la parroquia de San Pedro El Viejo, como preludio del momento de la Virgen del Dulce Nombre. Y allí, en el cortejo, una penitente llamada María, no falló a la cita con la, posiblemente, maniobra más espectacular de la Semana Santa madrileña:la salida en cuclillas de los pasos por la angosta puerta de uno de los templos más antiguos de Madrid.

«Cuando vivía en el extranjero seguía viéndolo pero por televisión», confesó la nazarena, quien también destacó que ingresó en la hermandad por una promesa. «Es que esto es algo muy personal, cada uno tiene un motivo diferente», subrayó una de las casi 500 personas que ayer formaron parte de un cortejo en el que los nazarenos vistieron un año más, como es tradición,

«Cuando vivía en el extranjero seguía viéndolo, pero por televisión»

La explosión de júbilo al ver a Jesús el Pobre y a la Virgen por la estrecha puerta de San Pedro se tradujo en ovaciones de los asistentes y gritos de ánimo. «¡Ánimo valientes!», se escuchó entre los asistentes. Mientras tanto, los costaleros balanceaban con cuidado los tronos para que nada saliera mal. El ritual finalizó con la tradicional ofrenda de la Dolorosa –por las lágrimas que seca en su pañuelo– al pueblo de Madrid, que la recibió también con aplausos y vítores antes de que enfilara el siempre delicado paso por la calle del Nuncio.

Esta imagen queda en la retina de los madrileños año tras año y también en la de los turistas, que se las ven y desean para ganarse un hueco en primera fila. Sin embargo, hay otro momento de recogimiento que ayer se guardaron los nazarenos.

«Lo más bonito para mí es la entrada en el templo después de haber completado la procesión», confirmó María a este diario. Horas después de la salida, con la noche como telón de fondo y los costaleros exhaustos, la comitiva regresó a San Pedro El Viejo:«Es cuando estamos todos juntos y vemos entrar los tronos».

Con el Jueves Santo ya en el recuerdo, la Hermandad regresó ayer por la noche a la espera de un año que se presupone hasta que toque volver a las calles. El trabajo está hecho y, como dice Paco Ruiz, su Hermano Mayor, «ya hay que pensar en qué hacemos».

El Divino Cautivo

Las calles del distrito de Salamanca olieron ayer a incienso y a flores y se llenaron de dos colores, el blanco y el rojo de las túnicas, capirotes y verdugos de los penitentes y cofrades de la Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús el Divino Cautivo, fundada en 1945. Fieles a la tradición, salieron en procesión a las 19.00 horas del Colegio Calasancio de los Padres Escolapios, como vienen haciendo desde hace 72 años.

Situado en la calle de General Díez Porlier, esquina a José Ortega y Gasset, decenas de creyentes de todas las edades aguardaban, impacientes, la salida de la imagen del Divino Cautivo, una magnífica talla del escultor valenciano Mariano Benlliure realizada en 1944, que representa al Señor maniatado y cautivo ante Poncio Pilatos. Vestido con una sencilla túnica blanca y coronado con tres potencias de plata, destacan sus manos atadas por una cuerda, como si de un vulgar ladrón se tratara.

La imponente talla del Divino Cautivo, de unos 300 kilos de peso y 1,80 de estatura, va sobre una carroza y empujada por cofrades

Su sobriedad y seriedad invitaban al recogimiento de los devotos, muchos de los cuales no pudieron ocultar su emoción al paso del cortejo de estilo castellano. Como Miriam, de 35 años, que acompañaba el desfile junto a su marido y su hijo pequeño. «Es impresionante. Clava su mirada sobre ti, no puedo dejar de mirarle; es emocionante», decía sobrecogida. La imponente talla, de unos 300 kilos de peso y 1,80 de estatura, va sobre una carroza y empujada por varios cofrades. Entre ellos hay escolares del Colegio Calasancio, en cuya capilla está el Cautivo, siguiendo una costumbre que empezó hace siete años después de haber sido interrumpida en 1959.

El Divino Cautivo, en el barrio de Salamanca
El Divino Cautivo, en el barrio de Salamanca - INMA FLORES

«Hace dos años por primera vez el Divino Cautivo fue llevado en andas, pero la experiencia no se volvió a repetir, ya que por su tamaño, lucía mucho menos», explicaba Andrés, un asiduo de la única procesión del distrito del Barrio de Salamanca.

Los aplausos interrumpían el silencio del desfile cada vez que asomaba la imagen de Jesús, al que acompañaban las marchas de la Banda Fénix de la Esperanza de Leganés.

La imagen del Divino Cautivo es la única que sale dos veces en Semana Santa. La procesión de hoy, Viernes Santo, recorrerá las calles del Centro de Madrid partiendo de la parroquia de San Sebastián a partir de las 18.30 horas. Este segundo desfile se viene realizando desde 1945, aunque hasta 1993 salía formando parte de la procesión de Silencio. Desde 1994 lo hace solo.

Pasión Viviente

Medio millar de vecinos de Morata de Tajuña volvieron ayer a transformar su pueblo, como cada Jueves Santo, en la Jerusalén de hace 2.000 años. Apóstoles, legionarios romanos e israelitas dispuestos a revivir, a través de diez escenarios, los últimos días de Jesús de Nazaret. La Pasión Viviente de este municipio sureño –declarada de Interés Turístico Regional– hizo vibrar a miles de visitantes por la tarde, reviviendo la entrada de Jesús entre palmas y las ramas de olivo. Un momento para el que los vecinos ensayan durante semanas con el objetivo de que los 15.000 visitantes –según los cálculos municipales– que acuden cada año revivan la Pasión a tan sólo 35 kilómetros de la capital.

Además de ser una de las Pasiones con más trayectoria de la Comunidad de Madrid –este año ha celebrado su XXXI edición–, la de Morata presume de ser la «única en el mundo» que cuenta con la bendición apostólica. Otorgada por Juan Pablo II, asegura la bendición a todos aquellos que participan en ella o la contemplan.

La Pasión Viviente de Morata de Tajuña es la única en el mundo que cuenta con bendición apostólica

Por su parte, la Asociación Cultural Pasión de Villarejo de Salvanés representó también, al caer la noche, su particular recorrido por los últimos días de Cristo. Esta tradición se remonta al año 1980. Dos centenares de personas, entre vecinos y actores, dieron vida a este espectáculo religioso en las calles del municipio del sureste acompañados de una banda sonora y efectos lumínicos.

Frente a otras Pasiones Vivientes, la de Villarejo permite ser vista por completo desde un único punto. Como cada año la representación culminó con la resurrección de Jesús y con un espectáculo de fuegos artificiales con música clásica.

Chinchón prevé un alto número de visitantes este viernes, durante la escenificación de la Pasión de Cristo, que se lleva a cabo en la plaza del pueblo desde 1963, lo que la convierte en la representación viviente más antigua de la Comunidad de Madrid.

La localidad madrileña de El Molar, sin embargo, no celebrará ni el jueves ni el viernes su Pasión Viviente por falta de voluntarios. En concreto, entre 20 y 25 personajes masculinos para completar el elenco necesario, que solía ascender a 130 figurantes.

Ver los comentarios