Investigan si la muerte del bebé del Gómez Ulla fue por malos tratos

¿Muerte accidental, provocada o abandono? Esa es la incógnita que trata de despejar la Policía Nacional en relación al fallecimiento de un bebé de 20 meses que perdió la vida horas después de ingresar en el Hospital Gómez Ulla, situado en Carabanchel, a primera hora de la madrugada del miércoles pasado. Ahí fue trasladado por su madre, Katherine Amelia H. G., de 20 años, y por su abuela, ambas nacidas en la isla de Cuba.

El pequeño, nacido en Madrid en 2014, tenía varios golpes en la cabeza que, aparentemente no parecían haber sido causados por un objeto contundente, y una muñeca rota. Estaba en parada cardiorrespiratoria y, tras ser examinado en las Urgencias de Pediatría, los médicos comprobaron que justo una semana antes, el día 3 de mayo, la criatura había sido atendidatambién por la fractura de un brazo.

Por ello, y, ante las fundadas sospechas de que lo ocurrido fuera fruto de un episodio de malos tratos, los sanitarios activaron el protocolo y comunicaron de inmediato los hechos a la sala del 091. Eran las 01.45 horas. Por desgracia, el pequeño no pudo superar la situación y acabó falleciendo horas después, indicaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía.

El informe preliminar de la autopsia, practicada el pasado miércoles, no ha sido concluyente; es decir, no confirma la naturaleza del óbito: dolosa (homicida) o accidental. Alude, en principio, a una peritonitis, una grave infección provocada por una acumulación de sangre, fluidos corporales o pus en el abdomen que causa fiebre y vómitos. Tampoco aclara la naturaleza de los golpes y las fracturas que presentaba el menor. Mientras, la Policía Científica ha recogido muestras para realizar más pruebas toxicológicas y forenses en aras a aportar más luz a este suceso, a expensas del informe final de la necropsia, que tardará aún varias semanas.

¿Homicidio?

En función de sus conclusiones, los padres u otros familiares cercanos podrían ser acusados y/o detenidos por homicidio u homicidio imprudente, lesiones, o, en caso de que la etiología del fallecimiento fuera accidental, por abandono, negligencia o desatención de menores. De momento, todas las hipótesis están abiertas y no se descarta nada. A los padres no se les ha tomado declaración por el momento.

En la mañana de ayer, la madre y la abuela del pequeño, arropados por varios familiares, acudieron al Instituto Anatómico Forense para hacerse cargo del cuerpo. Los progenitores querían enterrar a niño, sin embargo, el juez encargado del caso, el magistrado del Juzgado número 52 de Plaza de Castilla se ha opuesto, como suele suceder siempre en estos casos, por si fuera necesario practicarle una nueva autopsia.

Algunos allegados negaron que el bebé hubiera sido víctima de malos tratos y atribuyeron los golpes que presentaba «a un accidente ocurrido hace tiempo». El cadáver del pequeño partió a primera hora de la la tarde de ayer hacia el Tanatorio Norte, en donde será velado, para recibir después sepultura en el cementerio de Carabanchel.