Investigan la muerte de un toxicómano con golpes hallado en un carro de la compra

Unos vecinos que caminaban ayer por la mañana cerca de la avenida de la Andalucía (Villaverde) descubrieron ayer el cadáver de un hombre de mediana edad. El cuerpo sin vida estaba dentro del carro de un supermercado abandonado en un descampado, situado a la altura del número 65, a espaldas de la estación de Metro de San Cristóbal de los Ángeles . Unos cartones le tapaban , quizá con el fin de que tardaran en descubrirlo. Los viandantes, consternados, dieron la voz de alerta al 091. De inmediato, se presentó una patrulla de la comisaría del distrito, así como sanitarios del Samur-Protección Civil. Estos últimos solo pudieron certificar su fallecimiento sin manipular el cuerpo.

El hallazgo se produjo a las doce menos cuarto de la mañana. Al parecer, la víctima llevaba horas muerta y tenía signos de violencia. Al menos, presentaba golpes visibles si bien no parecían muy fuertes, informaron fuentes del caso. Hasta que no se le realice la autopsia, que le será practicada hoy, no se podrá determinar con exactitud la causa del óbito . Se investiga si podría tratarse de un homicidio, extremo que aclarará la necropsia, precisaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía.

El lugar fue acordonado por los agentes del Grupo de Delitos Violentos (DEVI) de la Policía Científica, que estuvieron inspeccionando el lugar en busca de alguna pista. Después llegó el juez de guardia, quien ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense .

La víctima es un toxicómano de 41 años y fue encontrado en un descampado frecuentado por drogodependientes. El fallecido tiene en su haber un largo historial delictivo. Le constan veinticinco antecedentes policiales de diversa índole, entre ellos robo, amenazas y violencia machista.

Por otro lado, la Policía busca al pistolero que el pasado lunes disparó, a plena luz del día a dos hermanos españoles, de 41 y 41 años, en el distrito de Ciudad Lineal. Fue en las inmediaciones del taller mecánico que regentaba uno de ellos, situado en la calle de Vital Aza sobre las nueve de la mañana, en el barrio de Bilbao. Los vecinos se asomaron a las ventanas, asustados por la sucesión de tiros mientras el atacante aprovechó el revuelo causado y se dio a al fuga. Un testigo evacuó a los heridos en su propio vehículo al Gregorio Marañón, si bien la vida de ambos no corre peligro. Se sospecha que el móvil del suceso es una deuda.