La indisciplina en Ahora Madrid aleja a Carmena de sus ediles

Las diferencias en Ahora Madrid llevan a la alcaldesa a apoyarse solo en tres concejales. Lavapiés y la oposición a Chamartín son sus últimas crisis

Carmena,, arropada por sus concejales afines en la última copa de Navidad MAYA BALANYA
Tatiana G. Rivas

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Las alarmas estallaron ayer en el Palacio de Cibeles y en la calle del Buen Suceso, sede del PSOE-M. Una información publicada poco antes de las cuatro de la tarde aseguraba que las altas esferas del PSOE habían ofrecido en diciembre pasado a Carmena ser su candidata con vistas a las municipales de 2019. La exjuez, supuestamente, aceptó, pero con la condición de incluir en el cartel a sus concejales de máxima confianza: Marta Higueras , delegada de Equidad; Rita Maestre , portavoz, y José Manuel Calvo , responsable del urbanismo, ambos de Podemos. Evidenció cuáles son los únicos apoyos con los que cuenta. Los socialistas, que han sufrido una sangría de casi 376.000 votantes en el Ayuntamiento de Madrid desde 2003 hasta las últimas elecciones, no transigieron, según la información, en esta rifa a la desesperada para sumar papeletas en las urnas.

Carmena solo mantiene buena sintonía con los siguientes de sus 20 ediles: además de Higueras (independiente), el ala más moderada de Podemos, que representan Maestre, Calvo, Esther Gómez y Jorge García Castaño ; Inés Sabanés (Equo), y Nacho Murgui (independiente). Con el resto ha marcado distancias, no solo apercibiéndoles por actuar a sus espaldas, como ocurrió con Carlos Sánchez Mato (IU) y Celia Mayer (Madrid 129) con el Open de Tenis , la Memoria Históric a o el desafío a Montoro; sino con serios toques de atención a las salidas de tono del sector crítico, el de Ganemos, el que se opone a las grandes operaciones urbanísticas como Chamartín y que personifican Montserrat Galcerán, Pablo Carmona y Rommy Arce , imputada por injurias y calumnias a la Policía Municipal tras los incidentes de Lavapiés. Su continuidad no está asegurada de cara a un nuevo mandato con Carmena al frente de las riendas.

El misil informativo, publicado por «El País», descargó con fuerza sobre Ahora Madrid y el PSOE empujando a ambas formaciones a convocar sendas ruedas de prensa de urgencia. Carmena es la garantía que necesita la marca municipal de Podemos para tener opciones de volver a instalarse en el poder y con la exclusiva se sembraba la duda de su fidelidad, además de revelar que desde Ferraz no tienen rival que ofrecer, un capitán que consiga reconducir el barco a la deriva. Ambas formaciones desmintieron, a medias, la nueva. No fue la propia Carmena la que pudo esclarecer el asunto, ya que, de nuevo, esta nueva crisis la pilló volando. En esta ocasión, rumbo a Costa Rica. Hasta tres veces declaró la alcaldesa en funciones, Marta Higueras, que no había habido un «ofrecimiento formal» del PSOE, y hasta tres veces repitió que su jefa no encabezaría la lista de una formación que no fuera la de Ahora Madrid.

Su independencia

«En ningún caso ha habido ningún ofrecimiento formal a la alcaldesa, por lo que no ha tenido ocasión ni de aceptarlo ni de rechazarlo. La alcaldesa en ningún caso se está planteando encabezar ninguna candidatura diferente a la que nos ha traído a esta alcaldía», dijo. Carmena ha defendido su independencia política todo este tiempo: «No tengo vinculación con Podemos ni con ningún partido». Ha sacado pecho de su autonomía de las siglas, salvo cuando ingresó en las filas del Partido Comunista en los años 70.

En el Grupo Municipal Socialista la información no cayó como un jarro de agua fría, sino como un bloque gélido destructor. « Flaco favor nos hace », señalaban fuentes del partido. La oposición no tardó en reaccionar. El portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida , apuntó a la complacencia socialista desde que la filial de Podemos se instaló en Cibeles: «Si alguien tenía dudas de por qué el grupo municipal socialista estaba soportando a este equipo de Gobierno, aquí está la respuesta».

«Un chascarrillo»

La «hipotética oferta» a Carmena, tal como la definió el secretario general del PSOE de Madrid, José Manuel Franco , fue fruto de una conversación «informal» durante un desayuno -ella llevó sus famosas magdalenas; él una bica, un bizcocho típico de Lugo-. Aunque Franco reconoce que le comentó que sería «una buena candidata», afirma que lo hizo llevado por su «admiración» hacia ella, «su valía» y también «por cortesía». Carmena respondió con una sonrisa, añadió. Y no fue un ofrecimiento formal, por lo que «tampoco hubo respuesta, ni afirmativa ni negativa». El encuentro se produjo en diciembre. En enero, Franco hacía público que el PSOE estudiaba como hipótesis de trabajo sumar otras fuerzas progresistas en su candidatura al Ayuntamiento. Desde la dirección federal echaron el freno: nada les apetecía menos que un movimiento que pudiera considerarse como un acercamiento a Podemos.

Que ahora haya saltado la noticia de esa «hipotética oferta» no es menos inoportuno: el PSOE se juega en cuestión de días el éxito o el fracaso en una moción de censura contra Cristina Cifuentes, en la que el apoyo que ha esbozado Ciudadanos podría verse comprometido por esa presunta «entente» que situaría a Carmena encabezando la lista del PSOE.

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