Gabilondo tienta a Ciudadanos con un acuerdo de gobierno que le evite el pacto con Vox

La formación naranja no cierra ninguna puerta pero sigue prefiriendo un ejecutivo con PP en minoría

Ángel Gabilondo, portavoz del grupo parlamentario del PSOE, se postula para la investidura como presidente regional EFE

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«Me propongo como candidato a la Comunidad de Madrid», dijo ayer Ángel Gabilondo , portavoz del PSOE. Convencido de que «a día de hoy, esta propuesta tiene más apoyos que ninguna otra» –los 64 votos unidos de su partido, Más Madrid y Unidas Podemos–, el catedrático y ex ministro llegará con este mensaje el martes a la reunión de la ronda de contactos que mantendrá el presidente de la Asamblea madrileña, Juan Trinidad (Cs). Será el último de los encuentros, al límite de cumplirse los plazos: Trinidad sólo tendrá unas horas para decidir, a la vista de las respuestas que le den los seis portavoces políticos, si hay candidato o si fija fecha para una investidura sin presidenciable.

Para que no haya dudas, Gabilondo hizo ayer su ofrecimiento de forma pública. Sus «poderes» son los 884.218 votos que, recordó, obtuvo el 26-M, frente a los 719.852 del PP y los 629.940 de Ciudadanos. Con ese bagaje, más el apoyo de Más Madrid y de Unidas Podemos –que han debatido con él sobre un documento-base que serviría de acuerdo de gobierno-, Gabilondo sumaría 64 votos a su favor, «más que ninguna otra formación». En contra, sin embargo, se enfrentaría a 68 «noes»: los de PP, Cs y Vox. Si esto no cambia, su investidura no saldría.

Esto es así porque en el bloque conservador, continúa el pulso entre Ciudadanos y Vox, con el PP de mediador. Sin los votos naranjas, la opción Díaz Ayuso sólo tendría a su favor 42 votos; sin los de Vox, serían 56, uno menos que PSOE y Más Madrid.

Ante este panorama, Gabilondo ha enviado una carta a Ignacio Aguado (Cs) en la que le recuerda la necesidad de un gobierno de regeneración y le ofrece a unirse a él en este fin . «No entiendo –insistió– que no se siente a hablar con la fuerza mayoritaria, que además tiene intención de regenerar».

Reformar el Estatuto

En ese encuentro, que tendrán en breve, hablarán también del documento-base que plantea como un gobierno de mínimos: se propone crear un grupo de trabajo para abordar la reforma del Estatuto de Autonomía de Madrid , incluyendo en él en el futuro reconocimiento de derechos ciudadanos y una mayor transparencia; un Plan de equidad y atención a la diversidad contra la segregación educativa; un plan de inversiones en infraestructuras educativas públicas, una regulación legal de las listas de espera sanitarias; una bajada de tasas universitarias ; la reforma de la renta mínima de inserción y una Ley de Suelo consensuada.

A Gabilondo se le sumó ayer la voz de Íñigo Errejón, que insistió en su llamamiento a Ciudadanos a ese pacto por la izquierda: «Ofrecemos una salida al bloqueo institucional y al chantaje de Vox», dijo. De este modo, insistió, libraba a Cs de tener que «apuntalar al PP otra vez», y de «tragarse el sapo amargo de Vox» . Incluso dijo estar dispuesto a quitarse de enmedio para facilitar un posible gobierno PSOE-Cs: «No vamos a ser un obstáculo», concluyó. Algo que en el equipo de Ignacio Aguado no se terminan de creer.

«Criados en Vietnam»

Desde las filas de la formación naranja, se dejan querer: saben que de su voto va a depender el color político del futuro gobierno de la región. Y parecen dispuestos a aguantar todo tipo de presiones, tanto de uno como del otro lado: no sería la primera vez, dicen: «Fue mucho peor en 2015, cuando nos echaban en cara que íbamos a pactar con el partido de la corrupción» . Después de aquello, dicen, todo resulta fácil: «Nos hemos criado en Vietnam», bromean.

«No hay ningún cambio», repetía ayer el líder de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado: su partido sigue apostando como mejor opción por un gobierno en minoría con el PP, donde Vox no entre. Es el escenario en el que se sienten más cómodos –máxime después de ver el contenido del documento de exigencias de Vox para apoyar un gobierno a tres en Madrid–, y el que quieren que se produzca. Siguen creyéndolo posible, porque entienden que Vox no va a tener más remedio que apoyar la investidura de Ayuso; cualquier otra posibilidad daría la Comunidad a la izquierda y sería imposible de entender para los votantes de la formación de Rocío Monasterio.

No obstante, en clave interna el equipo de Aguado no cierra la otra opción, aunque siempre con ellos en el Gobierno. Están dispuestos a aguantar los «órdagos» de Vox; de ahí que la posibilidad de ir a una investidura en septiembre vaya dibujándose cada vez con más nitidez. Incluso el escenario de ir a nuevas elecciones.

La clave de esta posibilidad la maneja el presidente de la Asamblea, Juan Trinidad: ayer ha citado a los portavoces de los grupos políticos para hacer con ellos la ronda de contactos previa a decidir quién es el candidato –si lo hay– o cuándo se celebre el pleno de investidura sin investido –si Trinidad considera que ninguno de los posibles candidatos tienen más «síes» que «noes».

Su convocatoria la ha realizado al límite: el plazo para dar nombre y fecha acaba el de julio. El presidente de la Asamblea ha convocado a Unidas Podemos y Vox el lunes por la tarde, a Más Madrid y Ciudadanos el martes por la mañana y a PP y PSOE esa misma tarde. Vox ya dará pistas sobre lo que pueda pasar el lunes. Cs tendrá su as en la manga.

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