Fundación Mutua Madrileña ha financiado 850 proyectos de investigación en hospitales de Madrid

En sus 15 años de existencia, ha invertido 38 millones de euros en proyectos de investigación en salud en la Comunidad madrileña

La doctora Gómez Campelo y el doctor González Montalvo, con su equipo

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Avanzar en la investigación sobre el cáncer , encontrar patrones que permitan mejorar los tratamientos de la fibrosis quística , o realizar un registro de fracturas de cadera son algunos de los proyectos de investigación en salud que han sido financiados por la Fundación Mutua Madrileña. Más de 1.400 proyectos de investigación en toda España, de los que 840 se han llevado a cabo en centros de investigación y hospitales de la Comunidad deMadrid.

De cada tres euros invertidos por la Fundación para estas tareas, prácticamente dos han venido a la región madrileña: 38 millones de euros desde que comenzó su actividad en 2003. Las áreas que más cantidades han recibido han sido las de trasplantes e investigación oncológica. Para este año, la XV convocatoria de ayudas a la investigación ha estado dotada con 1,7 millones de euros, que contribuirán al desarrollo de 18 proyectos de los que seis estarán liderados por centros situados en laComunidad de Madrid.

Combatiendo la fibrosis

La doctora Rosa del Campo y su equipo del Hospital Ramón y Cajal combaten la fibrosis quística , una de las llamadas enfermedades raras con la que nacen unos 25 niños al año en la Comunidad de Madrid. «Estudiamos cómo se implantan las bacterias en el aparato respiratorio y el intestino de los recién nacidos con esta enfermedad ». La evolución de la dolencia lleva a que en muchos casos, las bacterias colonicen pulmones o intestinos y causen la muerte entre los 30 y los 40 años.

El objeto de la investigación que está llevando a cabo el equipo de la doctora Del Campo, una de las financiadas por Fundación Mutua Madrileña, es estudiar cómo se van infiltrando las colonias de bacterias en el tracto, y dar con la fórmula para retrasar esta colonización por patógenos, ralentizando la aparición de dificultades pulmonares y gástricas. Es un trabajo en el que coordinan los datos llegados desde varios hospitales de Madrid y de otras comunidades.

Trasplantes más seguros

El inmunólogo Eduardo López Granados , del Hospital de La Paz, ha desarrollado un sistema para monitorizar a niños trasplantados que es ahora de referencia en Europa. «Intentamos hacer un seguimiento inmunológico de los niños trasplantados , de manera individualizada y personalizada para cada uno, viendo su evolución concreta».

El doctor Eduardo López Granados, inmunólogo de La Paz, dirige el proyecto de monitorización en niños trasplantados

Independientemente del órgano que reciban, en el éxito de estas intervenciones tiene mucho peso la medicación inmunosupresora que se administre, para evitar el rechazo. Es un tratamiento farmacológico más intenso al inicio y que va reduciéndose posteriormente, aunque es crónico. Con el proyecto de investigación que ha realizado el doctor López Granados y su equipo, «establecemos medidores de cómo aportar medicación, de manera que podamos realizar un ajuste fino para que la dosis no sea excesiva y el sistema inmunológico no se vea comprometido». De ese ajuste fino, añade, «dependen muchas cosas críticas del transplante: puede haber infecciones si hay demasiada inmunosupresión, o rechazo si se quedan cortas».

La doctora Rosa del Campo y su equipo en el Ramón y Cajal estudian la evolución de la fibrosis quística para retrasar los problemas pulmonares y gástricos

El procedimiento que siguen es ir «tomando datos de cada paciente: cómo está el primer mes tras el trasplante, cómo el tercero, cómo el sexto; y apoyándonos en eso, vamos viendo cuáles de los criterios se pueden aplicar rutinariamente en los hospitales », explica.

Abordar este estudio desde el Hospital La Paz tiene la ventaja de que es el centro donde se realizan más trasplantes pediátricos. De hecho, este centro lidera la Trasplantchild , una red europea que reúne a centros de once países distintos.

El proyecto se desarrolló en el año 2014 y ahora «ya implementamos los resultados en el servicio de Inmunología de La Paz». Sirvió, señala el doctor López Granados, «como banco de pruebas, y ahora ya se va introduciendo como complemento a la práctica clínica».

Registro de fracturas

Es uno de los últimos proyectos de investigación que se han puesto en marcha bajo el paraguas de la Fundación Mutua Madrileña. Lo dirige la doctora Paloma Gómez Campelo, del Hospital La Paz, que junto con su equipo lleva a cabo un registro nacional de fracturas de cadera.

La cuestión no es baladí: para un anciano que sufre este tipo de problema médico, la historia puede terminar con la reincorporación a su vida diaria previa si el tratamiento tiene éxito, o ingresado en un centro de asistidos o necesitando atención por discapacidad.

De ahí que la doctora Gómez Campelo se planteara elaborar este registro nacional de fracturas de cadera, en el que incluye los casos en mayores de 74 años. «Evaluamos las características clínicas, demográficas, de género, etc, de quienes las sufren». Ya existían algunos registros de tipo local, explica, pero su idea fue ampliar el zoom, y hacerlo a nivel nacional. «Existe una diferencia enorme en la recuperación de los pacientes en función de la comunidad autónoma en la que son atendidos», explica la doctora Gómez Campelo. Su estudio trata de averiguar las causas de estas diferencias.

Este proyecto se inició en junio de 2018 para ver la variabilidad clínica. «Nos llamó la atención ver las diferencias en cuestiones como la supervivencia al mes, la movilidad del paciente al mes, las nuevas institucionalizaciones, si se les producen o no úlceras...». Factores que influyen son la edad, los problemas cognitivos si existen, el género , pero también el hospital en que es tratado: «Si tiene o no unidad de rehabilitación, o si se les levanta o no al día siguiente de la intervención» son factores que tienen un peso en la recuperación del paciente.

Un equipo multidisciplinar –en el que intervienen epidemiólogos, traumatólogos y geriatras– intervienen en el proceso, que recoge datos de hospitales de toda España y de más de 14.000 pacientes hasta la fecha. La responsable de la investigación pone el acento en otra cuestión: «No todos los pacientes se operan en el plazo que creíamos que deberían». El 44 por ciento lo hace en menos de 48 horas, «pero eso hay que mejorarlo»: Inglaterra llega al 72 por ciento.

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