Arco del triunfo levantado en la calle Mayor para recibir a Alfonso XII tras el final de las Guerras Carlistas
Arco del triunfo levantado en la calle Mayor para recibir a Alfonso XII tras el final de las Guerras Carlistas - J.LAURENT
Curiosidades de Madrid

El efímero arco del triunfo que levantó Madrid para recibir al Rey Alfonso XII

En marzo de 1876 la calle Mayor se engalanó para la entrada triunfal del monarca constitucional tras el fin de la tercera Guerra Carlista

MADRID Actualizado: Guardar
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El 14 de enero de 1875 Alfonso XII entró en Madrid aclamado como rey constitucional. Semanas antes, el 29 de diciembre de 1874 se produjo la restauración de la monarquía con el pronunciamiento del general Martínez-Campos en Sagunto a favor del acceso al trono del príncipe Borbón. Desde aquel momento, la capital se preparó para recibir con honores al que iba a ser proclamado rey de España ante las Cortes Españolas. Para ello, las instituciones civiles y militares y la aristocracia de la capital invirtieron cuantiosas sumas para «adecentar» y decorar el recorrido que el monarca iba a realizar con su cortejo real.

Entrada de Carlos III por la calle Mayor 1760 por Lorenzo Quirós
Entrada de Carlos III por la calle Mayor 1760 por Lorenzo Quirós

La entrada de Alfonso XII en Madrid fue, según los historiadores una de las últimas de estas características que vivió la capital.

La costumbre, cuyos orígenes se remontaban a tiempos de los Austrias, ya se había vivido con fastos similares a reyes como Carlos III –en la imagen de la izquierda–. Además de pinturas sobre las fachadas, pancartas de recibimiento y ornamentos con flores, banderolas y escudos, se construían fastuosos arcos efímeros de madera, cartón y pintura bajo los que pasaba el cortejo real.

Uno de ellos fue levantado, junto a la Iglesia de las Calatravas, en la confluencia de las calles Alcalá y Peligros. Se trataba de un arco de estilo romano, descrito por el periódico La Ilustración Española y Americana como «de parecido aspecto al de Tito». En sus hornacinas se veían heraldos con la flor de lis, trofeos militares y una estatua ecuestre. Según recuerda la experta en protocolo María V. Gómez Requejo en un artículo dedicado al evento histórico, ese arco había sido sufragado por las señoras de la Asociación para el Socorro de Heridos en el Ejército. Hubo arquitecturas efímeras también en el Paseo de Recoletos, de inspiración árabe, y cerca de la Plaza de la Armería.

Grabados de La Ilustración Española y Americana sobre la entrada de Alfonso XII en 1875
Grabados de La Ilustración Española y Americana sobre la entrada de Alfonso XII en 1875 - BNE

Las fachadas del Ministerio de la Gobernación –la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol–, la Diputación Provincial y las fachadas de palacios como el del Duque de Alba se iluminaron especialmente para la ocasión. La decoración fue desmontada tras el fastuoso recibimiento. Pero no sería la última vez que Madrid viviera una entrada real de esa categoría.

Final de la tercera Guerra Carlista

Grabado de la Ilustración Española y Americana, 1876
Grabado de la Ilustración Española y Americana, 1876 - Hemeroteca BNE

El arco que titula esta curiosidad madrileña se levantó un año después de la entrada real de Alfonso XII, con motivo de la victoria en la tercera Guerra Carlista. En 1876, la calle Mayor estaba en plena transformación. Siete años antes habían comenzado los trabajos de demolición de la iglesia de Santa María la Mayor de la Almudena. Hasta entonces era el templo más antiguo de Madrid. Las autoridades se esmeraron en ocultar el solar que quedó en la calle Bailén con Mayor, donde se ubicaba el templo.

El 20 de marzo de 1876 Madrid volvió a engalanarse para recibir triunfal a Alfonso XII. Los cronistas de la época describen cómo el rey, al frente de las tropas, discurrió por la calle Ferraz entre vítores y balcones engalanados con banderas. Después pasaron por la explanada del Cuartel de San Gil –actual Plaza de España– donde los soldados de artillería habían levantado un arco del triunfo.

Por su parte, el Ayuntamiento decidió instalar el más espectacular de los arcos dedicados al monarca a la altura de la plaza de la Villa. Gracias a Jean Laurent, fotógrafo de la reina Isabel II, ha llegado hasta nuestros días una instantánea de cómo era ese arco. Estaba decorado con trofeos militares, banderas, gallardetes, escudos de España y de Madrid y la inscripción «A S.M. el Rey Constitucional Don Alfonso XII y al Ejército y Armada, la Villa de Madrid». Sobre un arco carpanel polilobulado, con motivos arabescos, se podía leer: «Valor. Prudencia. Justicia. Patriotismo. Fortaleza. Templanza. Heroísmo».

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