Mar Espinar, en la comisión de Cultura
Mar Espinar, en la comisión de Cultura - EFE

El rapapolvo de una edil del PSOE a Celia Mayer

Mar Espinar dedicó un discurso "letal" a la edil de Carmena en la comisión donde se iban a explicar los errores de la Memoria Histórica y la contratación de la Cátedra

MADRID Actualizado: Guardar
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La reprimenda más dura que el viernes se dedicó en la comisión de Cultura a la cuestionada Celia Mayer llegó del bando de sus aliados de gobierno: el PSOE. Mar Espinar, la portavoz adjunta del grupo municipal socialista, encargada de la temática cultural, ofreció un discurso incisivo que dejó con poca palabras a la delegada de Ahora Madrid. «El enfrentamiento que ustedes han provocado con la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid a raíz de la retirada del obelisco al Alférez Provisional es la pataleta de una niña inmadura que pretende incumplir las reglas solo para reafirmarse frente a sus amigas».

El presidente de la comisión, Pedro Corral, la llamó al orden: «Por favor, evite esas calificaciones»; «Le ruego el respeto de la delegada y de todos los que estamos aquí», le conminó.

«Lo digo con el máximo respeto», respondió Espinar mordaz.

«Se lo dije hace unos meses en la comisión, la agilidad es más propia de los primates que de los políticos, pero parece que no tomó usted nota. Desde la agilidad, desde la urgencia ha cometido una serie de errores que no se pueden perdonar ya que carecen de toda justificación». Mayer miraba entre sus papeles.

«La segunda cuestión que le impide entender la Ley de la Memoria Histórica es que, en el fondo, cuando no hay cámaras delante, no parece ser partidaria del diálogo político. Es puño de acero, pero mandíbula de cristal. No le gusta conversar, parece que le gusta más pontificar y recibir aplausos cerrados», consideró la concejal socialista. A su juicio, Mayer «No sabe trabajar en equipo»; «es desagradecida y muy desagradecida porque en el fondo cree que tiene derecho a todo», prosiguió.

Recriminaciones sin cesar

A Espinar le quedaban más balas para rematar moralmente a la delegada: «Se pasó de frenada con la placa de las Carmelitas. Mintió con el monolito de Enrique de la Mata y desparramó al no pedir permisos para retirar objetos de zonas protegidas. Una chapuza tras otra y una vez más porque tenemos una concejala de Cultura que no entiende que lo público no es suyo sino de todos».

Usted se ha convertido en el primer escollo para la Ley de la Memoria Histórica. Su falta de rigor, sus prisas, su fanatismo sobrepasan toda la lógica y así se lo hemos hecho llegar, incluso su querida cátedra.

A Mayer le tocó escuchar toda la reprimenda, aunque no levantara excesivamente la cabeza. «Usted, señora Mayer, es muy mala cuando no hace, pero es peor cuando hace. Pregunte a la Cátedra de la Memoria Histórica, cuyo convenio con la Universidad Complutense de Madrid está en entredicho después de haber trabajado para usted sin contrato, una irregularidad más en su haber que nos encontramos como no podía ser de otra manera por los medios de comunicación». «Pregunte -añadió- a los titiriteros, que por su mala gestión del Carnaval y su sobreactuación inicial denunciándolos han acabado en la cárcel durante cinco eternos días.

«Parafraseando a Amaral»

«Señora delegada, soy pesimista. No creo que su forma de entender la política vaya a cambiar. Usted oye, pero no escucha. Parafraseando a Amaral, el poder es un licor bien claro, no te has dado cuenta y ya te has emborrachado».

No se esconda en la campaña de desgaste del Partido Popular, que la tienen. No se esconda en la herencia recibida, que existe. No se esconda detrás de unos programadores incompetentes que nombró usted. No se esconda en su despacho y asuma y reconozca sus errores, que son muchos.

Espinar también tenía cartucho para el Partido Popular: «Ni se confunda ni me confunda. Volver a generar tensiones sobre hechos execrables que conforman nuestra historia son evidencia de las tres posturas que existen hoy en esta comisión. La del PP, que no cree en la Memoria Histórica, que ha hecho lo imposible por no aplicar la ley en su conjunto, un partido que se alimenta de su torpeza para encontrar nuevos argumentos falaces que usted le está sirviendo en bandeja de plata. Luego está usted [a Mayer] que no sabe lo que representa la Ley de la Memoria Histórica y se ha convertido en el primer freno para su aplicación. Y el PSOE, impulsor de esa ley, una ley que pretende buscar justicia y no venganza, busca reparar el dolor causado, no alentar el revanchismo, busca normalizar el desarrollo histórico de un país, no regresar al punto de partida».

Para poner el broche a su intervención, la edil animó a Mayer a hacer las maletas: « Guillermo Zapata estuvo a la altura de sus errores, errores cometidos mucho antes siquiera de estar en una lista electoral. Espero que usted esté a la lista de sus errores en el ejercicio de una función que, a todas luces, le viene grande, y siga los pasos de su compañero, que le ha marcado el camino. Sígalo, no le votaron para esto, muchas gracias. Mayer solo replicó al comentario de la pataleta, calificándolo de «machista».

En su cuenta de Twitter, Mar Espinar ha querido aclarar hoy: «En ningún caso me refería a la delegada (al usar el término «primate»). El PSOE quiere implantar la Ley de la Memoria Histórica, no hacerle el juego al PP».

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