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Diez consejos para combatir los «secuestros virtuales»

La Guardia Civil ha apreciado un considerable aumento de estas llamadas telefónicas extorsivas, principalmente en las provincias de Madrid y Valencia

Madrid Actualizado: Guardar
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  1. Precaución con prefijos desconocidos o numeración oculta

    Imagen de una afectada por este tipo de extorsiones - Maya Balanya

    La Guardia Civil ha ofrecido este viernes un decálogo de consejos sobre cómo actuar para evitar ser víctimas de llamadas telefónicas extorsivas que amenazan con tener retenido a un familiar –los llamados « secuestros virtuales»–.

    Este tipo de llamadas, realizadas a menudo desde prisiones de Chile, han aumentado en Madrid, Valencia, Toledo y Córdoba durante las últimas semanas. De hecho, se disparan durante el periodo estival. Y es que es bastante frecuente que una persona pueda no responder a su teléfono o no estar localizable durante sus vacaciones.

    Los delincuentes, para aumentar la angustia de la familia, fingen la voz de la persona que dicen tener secuestrada, sus gritos de auxilio, etc., solicitando el rescate para su liberación a través de empresas de envío de dinero.

    Por este motivo, el capitán de la Guardia Civil Álvaro Montero, del Equipo de Secuestros y Extorsiones, insiste en la importancia de saber cómo actuar. El primer paso es extremar la precaución con llamadas entrantes con prefijos desconocidos o numeración oculta. Según Montero, ser víctima de un secuestro real en España es «muy improbable».

  2. Calma y serenidad al teléfono

    Los supuestos secuestradores realizan estas llamadas por la tarde
    Los supuestos secuestradores realizan estas llamadas por la tarde - Feli Díez

    Los supuestos secuestradores realizan llamadas generalmente por la tarde, –entre las 16:00 y las 23:00 horas–, desde teléfonos ocultos o con el prefijo 0056 (Chile), e intentando desde el primer momento intimidar a la víctima para que les facilite más información sobre el supuesto familiar secuestrado y hacer más creíble la situación.

    El objetivo es que, ante frases como «mamá, estoy secuestrado» o «me quieren matar», la víctima no pueda colgar para comprobar la veracidad de los hechos y pague el rescate que oscila entre los 1.000 y 10.000 euros.

    La Guardia Civil recomienda que, una vez atendida una llamada, se mantenga en todo momento calma y serenidad.

  3. Grabar la conversación si es posible

    Si se descuelga el teléfono, es importante escuchar y dejar hablar
    Si se descuelga el teléfono, es importante escuchar y dejar hablar - Fabián Simón

    Los supuestos captores han ido perfeccionando su modus operandi. Antes llamaban a móviles pero, para evitar el riesgo de que estuvieran apagados o no contestaran –cabe recordar que estas llamadas se realizan desde un número oculto– han optado por hacerlo a fijos. Buscan los números en internet de forma aleatoria, eligen al azar y van probando cambiando los últimos dígitos. De este modo, siempre hay alguien que descuelga el teléfono.

    La recomendación es clara: escuchar y dejar hablar al interlocutor, grabando la conversación si es posible.

  4. No facilitar datos personales ni de contacto

    Se ha de evitar dar información personal o datos de ubicación
    Se ha de evitar dar información personal o datos de ubicación - ABC

    Durante el transcurso de la llamada, se recomienda no facilitar nunca ningún dato del familiar supuestamente retenido. Más bien todo lo contrario: preguntar al que intenta extorsionarle para que sea él el que comente alguna característica del «secuestrado».

    En la misma línea, la Guardia civil invita a no dar otros datos personales ni de ubicación o de contacto.

  5. Dejar siempre una línea de telefonía libre

    Se puede hacer uso del móvil mientras avanza la llamada
    Se puede hacer uso del móvil mientras avanza la llamada - José Antonio Barroso

    Otro de los consejos de este decálogo es, como cabría esperar, dejar siempre una línea de telefonía libre para intentar localizar a la supuesta víctima y, simultáneamente, para avisar a la Guardia Civil.

    Esto es cada vez más sencillo. Y es que, como estas llamadas se suelen realizar a números fijos, la víctima puede echar mano paralelamente de su teléfono móvil para denunciar los hechos.

  6. Realizar alguna pregunta muy personal de la víctima

    Trasladando interrogantes al extorsionador se logra descubrir el engaño
    Trasladando interrogantes al extorsionador se logra descubrir el engaño - José María Nieto

    Los extorsionadores intentan buscar a través de redes sociales datos del supuesto secuestrado para dar mayor credibilidad a la farsa. En aras de ahorrar tiempo, han pasado ahora a sonsacar al interlocutor. Tampoco dicen ya el grado de parentesco –siempre aludían a un hijo–, ya que las víctimas que no tenían descendencia les colgaban el teléfono. Ahora se limitan a comunicar: «Tenemos secuestrado a un familiar, su vida está en peligro y como usted le quiere mucho pagará por él». En función de la respuesta, van urdiendo su mentira.

    A este respecto, la Guardia Civil invita a ser astutos e intentar realizar alguna pregunta muy personal de la víctima para, en base a la contestación, concluir que se trata de un falso secuestro.

  7. Jamás ceder a las extorsiones

    Nunca se han de realizar pagos monetarios ni entregas de objetos de valor
    Nunca se han de realizar pagos monetarios ni entregas de objetos de valor - ABC

    En ocasiones los delincuentes no reclaman el pago en depósitos a través de compañías internacionales. Lo prefieren en mano. De esta manera hacen creer a sus víctimas que las están vigilando para que no intenten realizar ninguna otra llamada o comprobación. Prolongan la llamada durante bastante tiempo para que la víctima no pueda corroborar si el secuestro es cierto y con el propósito de que haga un pago rápido.

    Pese a todo, la Guardia Civil insiste en que nadie efectúe por su cuenta pagos monetarios, ni por transferencia bancaria, ni a través de empresas de envío de dinero. Tampoco se debe hacer entregas de efectos de valor requeridos por los extorsionadores.

  8. Cortar la comunicación

    Colgar el teléfono a los extorsionadores es una buena opción
    Colgar el teléfono a los extorsionadores es una buena opción - David Arranz

    Los secuestros virtuales son una de las vías principales de financiación en Latinoamérica y precisamente nuestro país se ha convertido en un blanco fácil. No hay barreras con el idioma y el nivel adquisitivo medio de los españoles es suficiente para ellos.

    No obstante, no se ha de dudar en cortar la comunicación. Posiblemente los delincuentes desistirán y buscarán otra posible víctima.

  9. Escribir todo lo que se recuerde y denunciar los hechos

    Un agente de la Guardia Civil intercepta delitos telemáticos
    Un agente de la Guardia Civil intercepta delitos telemáticos - Ministerio del Interior

    Si se mantiene hasta el final la conversación telefónica, es esencial que el afectado escriba inmediatamente todo lo que recuerde y que, por supuesto, denuncie los hechos a la Guardia Civil.

    «No es ninguna broma; los llamantes se están jugando la pena de cárcel», ha explicado el capitán Álvaro Montero, jefe de este equipo de la UCO. A principios de 2015, lideró los trabajos que terminaron con la imputación de catorce personas en las cárceles de Colina I y Colina II de Chile.

  10. Controlar los datos volcados en redes sociales y evitar encuestas

    Se recomienda tener cuidado con la información que se ofrece en redes sociales
    Se recomienda tener cuidado con la información que se ofrece en redes sociales - Reuters

    Esta forma de estafa se está extendiendo rápidamente en España, superando en mal gusto a otras ya practicadas. Para combatirla, la Guardia Civil lanza una última recomndación: controlar los datos volcados en las redes sociales y evitar encuestas en las que se pregunte por datos personales.

    Estos datos pueden ser utilizados por los criminales para hacernos creer que se trata de un secuestro real.

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