El derribo del Calderón se adelanta a febrero y la M-30 se cubrirá en 2020

El Ayuntamiento, el Club Atlético de Madrid y Mahou San Miguel firman un convenio para calendarizar las actuaciones sobre el ámbito

Estadio del Vicente Calderón, actualmente GUILLERMO NAVARRO

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Al estadio Vicente Calderón le quedan tres meses de vida. De febrero a finales de 2019 la indolente piqueta borrará del mapa madrileño este templo deportivo instalado desde hace más de medio siglo en la ribera del Manzanares. Este martes, el Ayuntamiento de Madrid, el Atlético de Madrid y Mahou San Miguel firman el convenio para programar y coordinar temporal, técnica y económicamente las actuaciones para desarrollar la operación Mahou-Calderón.

Enero será el punto de partida para iniciar las obras de urbanización de la que se conoce como primera fase «Zona Mahou». Después, en febrero, se procederá al comienzo del derribo del estadio en aquellas áreas que no afecten a la Calle 30 a su paso por debajo de la tribuna.

Durante aproximadamente dos meses se tumbará la «U» que forma el graderío con máquinas «mordedoras» de hormigón . Los vecinos y los conductores pueden estar tranquilos. En ningún caso se van a emplear voladuras con dinamita dada la cercanía a las viviendas y los túneles de la M-30.

«La parte más compleja»

«Cumplir estos plazos en esta primera fase es imprescindible si se quiere que la parte más compleja, el desmontaje de la grada junto a la conexión con Calle 30 se pueda iniciar al acabar el curso escolar y realizar durante el periodo vacacional», informa el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), José Manuel Calvo .

En junio de 2019 arrancará la segunda fase, las obras de urbanización sobre la bautizada como «Zona de los Melancólicos ». En julio, sobre este ámbito , ya con medio estadio desaparecido, el Ayuntamiento realizará un desvío provisional de la M-30 para que se demuela la tribuna del Calderón, la más cercana al río. En septiembre llegarán las máquinas para tirar los palcos, unos trabajos que se extenderán previsiblemente hasta noviembre.

En diciembre se volverá a desviar Calle 30 para cubrir, a partir de marzo de 2020, el tramo de carretera que discurría bajo la tribuna, una obra que depende de la Administración y que va ligada a la aprobación del Presupuesto General del Ayuntamiento de Madrid para ese ejercicio. Posteriormente, el Consistorio tendrá que licitar y contratar las obras estructurales de esta acción con el visto bueno de los técnicos municipales.

Si el calendario marcha según lo previsto, casi un año y medio después, en agosto de 2021, se demolerá la desviación provisional y se repondrá la M-30 a su trazado definitivo.

Ampliación de Madrid Río

La tercera fase, la calificada como « Zona Parque del Río », echará a rodar en septiembre de 2021, cuando comenzarán los trabajos de compleción y continuidad del parque Madrid Río sobre la nueva losa que cubra la Calle 30. Las obras que agrandarán este nuevo tramo de la ciudad están fijadas para su inicio en noviembre del mencionado año.

Esta fase representa uno de los grandes logros del equipo deGobierno de Manuela Carmena: haber ganado más zonas verdes al planeamiento. Sobre el vacío que deja el recinto colchonero se creará una pradera con montículos que será bautizada como «Parque del Río», un gran jardín que rendirá tributo al lugar que ocupó estadio.

«Se plantea un calendario que permite la máxima velocidad posible . El objetivo es poder disfrutar del nuevo parque cuanto antes y concentrar las afecciones», añade el responsable del urbanismo de la capital.

Un plan retocado

José Manuel Calvo dejará resuelta así otra operación urbanística en Madrid antes de terminar el mandato, un plan parcial que tuvo que reconfigurarse tras someterse a una consulta ciudadana en 2016. Del original que contó con el visto bueno de la anterior alcaldesa, Ana Botella (PP), se rebajó la edificabilidad (de 174.000 metros cuadrados 147.050 metros cuadrados); se restaron 2.000 metros cuadrados de uso residencial de vivienda libre para entregárselo al uso terciario.

Además, de las 2.000 viviendas que se proyectaron en rascacielos de 20 alturas, con Calvo se rebajaron a 1.305 casas en torres de una media de ocho pisos, salvo alguna excepción de doce, de las cuales se reservan 132 para vivienda protegida, una modalidad que no se contemplaba antes. Pero la principal diferencia sobre el diseño anterior es que no se soterrará la M-30, sino que se cubrirá parcialmente.

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