Cumbre de la OTAN

Así será la cena de la OTAN en el Prado: un menú de José Andrés con guiños a Ucrania bajo bustos de reyes y musas

Los 39 mandatarios se reunirán en el Claustro de los Jerónimos y los 14 acompañantes harán lo propio en la Sala de las Musas. Antes, realizarán una visita privada al museo y la orquesta sinfónica de Kiev dará un recital

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El claustro de los Jerónimos del Museo del Prado que acogerá la cena con los mandatarios de la OTAN Museo del Prado

Ubicadas en altos pedestales, como fustes de columnas clásicas, las Musas dan la bienvenida al visitante del Museo del Prado y también serán en la noche de este miércoles testigos de excepción de la cena de los líderes de la OTAN   y sus acompañantes . La pinacoteca nacional ha estado cerrada al público ayer y hoy para adecuar los espacios escogidos para las cenas: el Claustro de los Jerónimos y la Sala de las Musas .

La degustación la liderará el chef José Andrés y tendrá «guiños ucranianos» , tanto en la música como en los ingredientes. Así, la remolacha (base del típico Borsch) será la protagonista del primer plato, a modo de homenaje a las víctimas del país de los girasoles.

Con el objetivo de no perjudicar ninguna de las obras de la colección, se han adaptado ambos lugares, ya que son los únicos que carecen de pinturas. Eso sí, albergan bellas esculturas. Estos enclaves, indican fuentes del Museo del Prado, normalmente se alquilan para cenas, cócteles, eventos de patrocinadores, etc. Acogen entre los dos unos cien actos al año.

Está previsto que el encuentro comience a partir de las 18.30 horas. Los invitados entrarán por la puerta de Velázquez, que solo se abre para ocasiones especiales. Los 39 mandatarios y sus 14 acompañantes serán recibidos por Javier Solana , presidente del Patronato del Prado, que además fue secretario general de la OTAN entre 1995 y 1999.

A continuación, pasarán a la galería central del museo, en la primera planta, una de las zonas más emblemáticas del Prado, donde cuelgan algunas de las pinturas más importantes. Como gesto del poder de la diplomacia cultural, allí se celebrará un concierto por parte de la Orquesta Sinfónica de Kiev , cuyos miembros estuvieron ayer haciendo un ensayo general durante un par de horas. Tras esa última prueba, los músicos pudieron hacer un pequeño recorrido por el museo guiados por Andrés Úbeda, director adjunto de Conservación e Investigación del Prado.

Música entre Las Meninas

En el recital, el conjunto ucraniano presentará a los líderes dos piezas: 'Sinfonía núm. 1' en do mayor (cap. 1770) de Maksym Berezovsky (1745-1777) y 'Melodie' en do menor' (1981) de Myroslav Skoryk (1938-2020). Mientras se deleitan con la música, los invitados también podrán admirar las pinturas de la galería o los salones adyacentes. Una de ellas, la Sala XII, dedicada a Velázquez , está presidida por Las Meninas . Se hallarán por allí, para explicar las pinturas a los invitados, el director del Prado, Miguel Falomir; Andrés Úbeda, director adjunto de Conservación e Investigación del Prado; y Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte hasta 1700 del Prado. También, Javier Solana.

En el claustro habrá una cena para 39 personas. Se ha construido, contra el reloj, una gran plataforma en torno al lucernario y una mesa cuadrada. Este enclave formaba parte del Monasterio de San Jerónimo el Real fundado por Enrique IV cerca de los montes del Pardo. Fue trasladado a su actual emplazamiento en 1505. De estilo barroco, reemplazó a otro patio porticado renacentista que tuvo que ser derruido por amenaza de ruina. «Fue diseñado por fray Lorenzo de San Nicolás y edificado entre 1672 y 1681. Su construcción estuvo condicionada por los edificios colindantes, las bases del claustro derribado y el aprovechamiento de buena parte de sus materiales», consta en la reseña histórica de la pinacoteca nacional.

Con la invasión francesa, San Jerónimo pasó a formar parte del baluarte del Retiro y tras la desamortización, el conjunto de edificios se destinó a otros usos que provocaron su rápido deterioro. Cuando en 1878 Real Patrimonio cede el templo y el claustro al arzobispado de Toledo la iglesia estaba prácticamente en ruinas y del patio solo quedaban los arcos de piedra. En esa época se restaura el templo sin reparar el claustro. Pese a que en 1925 es declarado Monumento Histórico-Artístico, no se toma ninguna medida para evitar su deterioro, salvo una reparación superficial llevada a cabo en 1962.

Estado del Claustro de los Jerónimos antes de su restauración JULIÁN DE DOMINGO

Por fortuna, el proyecto de ampliación de Rafael Moneo sí contemplaba la restauración y consolidación de los restos de este antiguo claustro antes de proceder a su rehabilitación como parte de la ampliación del Prado. Así, el claustro fue restituido en su exacta disposición original dentro de una camisa de hormigón para su integración dentro del edificio de nueva planta proyectado por el prestigioso arquitecto español.

En cuanto a la Sala de las Musas, pintada en rojo pompeyano por Moneo, en ella cenarán otras 14 personas. En este caso, se ha instalado una mesa en el centro, donde habitualmente luce un gran centro de flores. «Con esta selección de estatuas antiguas se subraya que el museo es también una colección de escultura clásica, y se vuelve a recuperar el espacio basilical para obras en mármol tal y cómo lo fue durante las primeras décadas de la historia de la institución», indica la reseña sobre este enclave publicada por el museo.

Las ocho efigies de mármol fueron halladas hacia 1500 en la Villa Adriana de Tívoli , donde decoraron el escenario del Teatro de Odeón. Compradas por Felipe V llegaron en 1725 al palacio de La Granja de San Ildefonso. Curiosamente, durante su restauración en 1686, recibieron por error nuevos atributos y cabezas según la identificación que se le daba en aquel momento. Sólo Terpsícore, representante de la danza, fue identificada correctamente. La musa que lleva el retrato de Cristina de Suecia, sin embargo, fue convertida en Melpómene (teatro). Y Calíope, musa de la elocuencia, fue restaurada sin razón especial como Urania, que simboliza a la Astronomía. Sea como fuere, la inspiración (de las musas) les pillará trabajando a los líderes de la OTAN.

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