Josephine Baker, a su llegada a la madrileña Estación del Norte, en 1930
Josephine Baker, a su llegada a la madrileña Estación del Norte, en 1930 - ARCHIVO ABC

La crónica del jazz en Madrid

Conde Duque acogerá una muestra sobre la relación de este género musical y la capital a través del fondo gráfico de ABC

MADRID Actualizado: Guardar
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El 8 de febrero de 1930 la Estación del Norte recibió, como a la gran diva que era, a Josephine Baker. Con ella llegaba a Madrid, no sin cierto retraso, el exotismo racial de una artista negra, estadounidense, y de los espectáculos que le dieron fama durante los locos años 20 en París -donde residía-. Actuó en el teatro Gran Metropolitano y no, en aquella cita no cantó jazz. Bailó su famoso «Banana Dance», quizá algo estrambótico para la época. Sin embargo, en Madrid personalidades como Ramón Gómez de la Serna ya hablaba en sus greguerías de ese desconocido género musical.

De todo ello fue testigo excepcional ABC. Entrevistas, publicidades y un extenso fondo gráfico que ahora formarán parte de la exposición «Una crónica del Jazz en Madrid», que se podrá ver en el vestíbulo de Conde Duque desde el próximo día 25 hasta el 30 de noviembre.

La muestra será la antesala de las actuaciones que el centro cultural acogerá como sede principal del Festival Internacional de Jazz de Madrid (JazzMadrid16), que se celebra en el mismo periodo de tiempo.

La capital volverá a vibrar así con los latidos de artistas de primer nivel -Dave Holland, Madeleine Peyroux, Gregory Portes, Pablo Martín Caminero o Javier Colina, entre otros-, con cien conciertos que duplicarán el número de actuaciones con respecto a la anterior cita. Con el doble, también, de presupuesto, la ciudad acogerá actividades paralelas entre las que destaca la citada muestra.

Los primeros contactos del jazz con el gran público madrileño llegaron en los años 60. El jazz para «multitudes» vino de la mano de Ella Fitzgerald y Duke Ellington. Acompañados por su «Big Band», ofrecieron inolvidables conciertos de jazz. Eso sí, primero en Barcelona y después en la capital. La gran voz femenina y el pianista actuaron en febrero de 1966 en el Teatro Monumental. La considerada «primera dama de la canción» apenas interpretó un par de temas, mostrando el mismo escaso interés que el público debió rendirle aquella tarde.

Prueba de ello, de manera reveladora, es una aguda carta al director de un aficionado sorprendido por la poca repercusión que tuvo la gira española de estas dos leyendas, así como del desconocimiento generalizado del público. «En Madrid no entienden el jazz», tituló su misiva, presente también en la muestra. Esta también profundiza en las siguientes décadas y en cómo el género tomó la ciudad poco a poco con nuevos clubes que acabaron siendo míticos refugios como el Bourbon Street o el Whisky Jazz.

Seis horas de música al día

Este año, JazzMadrid16 suma a su sede principal el teatro Fernán Gómez. El Centro Cultural de la Villa será escenario para los más diversos y destacados nombres de la escena jazzística nacional e internacional, atendiendo a todos los estilos del género: clásico, vanguardia, swing, bebop o libre improvisación. Los aficionados podrán disfrutar, durante más de un mes, de una media diaria de 6 horas de música en directo. Una cantidad que los clubes asociados a La Noche en Vivo -y el Instituto Francés- ampliarán con propuestas nocturnas en la que ya han sido programadas cerca de 40 actuaciones. Una cita, cada año más consolidada internacionalmente, en la que también tendrá cabida esta edición el blues.

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