Crimen organizado chino: cien arrestos por cultivos de marihuana y estafas

La Policía dobla en 2018 el número de detenciones contra estas mafias, que también extorsionan y dan palizas hasta controlar los karaokes asiáticos

Uno de los dos acusados por el crimen del ciudadano chino en un karaoke VÍCTOR LERENA

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Las mafias chinas han tenido un año 2018 de mucha actividad. Demasiada. Al menos, a tenor de los resultados que ha obtenido la Policía Nacional en Madrid en ese periodo. Ha practicado alrededor de 130 detenciones, de las que cien tienen que ver directamente con el crimen organizado , especialmente el cultivo y tráfico de marihuana y las estafas. El resto se corresponden, sobre todo, a extorsiones, coacciones y ajustes de cuentas , precisaron las fuentes consultadas por este periódico.

Los investigadores alertan de que se está produciendo «un auge preocupante» desde hace apenas unos años: «Se está detectando desde 2016, pero creemos que estos traficantes están instalados desde un poco antes», indican nuestros informantes. «Se han dado cuenta de que es un negocio muy boyantes, con grandes beneficios y poco castigo penal; hasta el punto de que se están metiendo en él muchos chinos que jamás han sido delincuentes. Como esto no se controle desde el principio, esto puede convertirse en un lugar como La Línea de la Concepción o Algeciras».

Como ya adelantó ABC, los narcos chinos están extendiendo sus plantaciones de marihuana por buena parte de la Comunidad de Madrid. «Están produciendo estupefaciente a gran escala para exportarlo al Reino Unido, porque allí el precio se dobla», añaden otras fuentes. Efectivamente, los beneficios son pingües, pues en España es una sustancia relativamente «barata»: «Es el delito emergente».

Operación Zorro Lobo

El repunte se refleja en la estadística policial. Si en 2018 la cifra de arresto, como decimos, superó el centenar, en 2017 fue de 60 personas. Otra de las causas es la operación Zorro Lobo, desarrollada en Usera y que se saldó con siete detenidos. Esta trama delictiva se dedicaba a conseguir permisos de residencia y documentación de terceras personas chinas. Contaban con un grupo de magrebíes que se dedicaban a robar carteras a compatriotas de los asiáticos. Luego, se las vendían a la mafia, que acudían a los bancos (aprovechando que en la cultura occidental cuesta diferenciar a estos ciudadanos por sus rasgos) y solicitaban el cambio de contraseñas, de números de contacto y de correo electronico .

Así, usurpaban las identidades de sus víctimas y pedían créditos para consumo exprés, de entre 10.000 y 20.00 euros... Hasta hacerse con un total de dos millones. Ese dinero se lo gastaban en casas de apuestas y en comprar coches de segunda mano. Esto último lo hacían pagando un mínimo de 1.000 euros de entrada y el resto lo financiaban. Pero antes de abonar el grueso, revendían los vehículos a terceras personas que no tenían idea del negocio ilícito y no pagaban el resto del coche. El negocio era redondo.

En cuanto a la otra treintena de detenidos que no se dedicaban expresamente al crimen organizado, quince se dedicaban a ajustes de cuentas y coacciones. Se dan bastantes casos de grupos mafiosos de tres o cuatro personas que intentan hacerse con el control de las zonas de ocio más frecuentadas por la comunidad china, como los karaokes y las casas de apuestas.

A los propietarios les amenazan, les coacciones e incluso les agreden si oponen resistencia. El objetivo principal es hacerse con el flujo de distribución de droga que se consume en muchos de estos establecimientos, principalmente, «ice» y «kin», tan propia del lumpen chino y que son sustancias sintéticas . «Llegan allí para hacerse con el monopolio de todo lo turbio que allí se mueve, y, si les es preciso, entorpecen el ambiente del local de muchas maneras, para que la gente no acuda a él, hasta que sus dueños claudican», añaden fuentes policiales.

Reyertas en fiestas privadas

Es una práctica muy habitual, que se produce en sitios como la casa oriental de juegos Caballo Dorado, o los karaokes Di Hao y El Cielo y el Mundo, en Parla. «Ahí es donde se mueven los ciudadanos chinos, son sus sitios favoritos para reunirse. Incluso los visitan aquellos compatriotas, muchos empresarios, que se encuentran de visita en España.

Los karaokes son el modo de ocio en China, con salas individuales que funcionan como reservados y tras cuyas puertas se mueve todo lo imaginable, desde juego a prostitución y drogas . De hecho, tienen unas tarifas, más altas, especiales para los españoles, para que no acudan, como medida disuasoria para personas que consideran incómodas, y así se convierten en un gueto», indica otro experto policía.

Buena prueba del ambiente que allí se cuece quedó plasmada en una sentencia de febrero de la Audiencia Provincial de Madrid : condenó a siete años de cárcel a Xiaolei X. por intentar acabar con la vida de un compatriota durante una batalla campal en El Cielo y el Mundo durante una fiesta privada.

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