Coronavirus

El «equipo milagro»: Doscientos voluntarios canalizan la solidaridad de ciudadanos y empresas

La consejería de Sanidad ha tejido una red solidaria alimentada con la buena voluntad de quienes ofrecen pizzas, mascarillas o fontaneros

Pabellón 10, el almacén de Ifema, con parte de la carga recolectada en estos días COMUNIDAD

Sara Medialdea

En sólo 48 horas, la web donamadrid.madrid, creada por la Comunidad de Madrid para captar donaciones para la Sanidad madrileña, ha pasado de cero a 8,5 millones de euros. Todo un logro al que, según pudo saber ABC, ha contribuido el propio vicepresidente Ignacio Aguado con una donación personal . Pero si impresionante es esta cifra, lo es más aún la labor del equipo de 200 voluntarios que, bajo la dirección de Elena Mantilla, directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria, se encargan de coordinar las cientos de llamadas de particulares y empresas ofreciendo material o trabajo, y de gestionar que todo ello llegue a donde se necesita.

Desde que se puso en marcha, el 16 de marzo, han recibido más de 1.000 llamadas de personas dispuestas a dar. Ha hecho falta mucho tesón, trabajo y, sobre todo, organización, para que nada de ello se perdiera y hacer posible que «toda la gente que quiera ser útil vea que es útil», señala Mantilla. Comenzó con dos personas, en teletrabajo «y con un bebé»; pero pronto contó con un equipo muy bien coordinado que ahora suman más de 200 personas.

Mantas donadas por Air Europa COMUNIDAD

Iban organizando lo que se les ofrecía: «De veterinarias y clínicas dentales nos daban respiradores»; desde empresas, todo tipo de productos sanitarios y de alimentación. «Todo está recogido exhaustivamente en una hoja de cálculo con «más de cien páginas donde apunto todo: la hora de llamada, la persona que ofrece y su teléfono o email, el nombre de la compañía, el material ofrecido y las acciones realizadas con ello». Su idea es, cuando todo esto acabe, poder enviarles una carta de agradecimiento.

Fuente: Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ABC

Mascarillas y agua

Y son muchos: «Tesla hace dos madrugadas nos ofrecía respiradores; unos empresarios australianos y otros polacos, mascarillas a precio de coste; hay quienes nos han dado miles de litros de agua embotellada...». Todos los productos se concentraron primero en el almacén del Hospital Infanta Sofía «pero en diez días se nos quedó pequeño, y tuvimos que trasladarlo todo al que se ha abierto en el pabellón 10 de Ifema». Una mudanza que no fue fácil: «El domingo por la mañana me dicen que se necesita un trailer para trasladar el material. Tiramos de lista y un grupo de empresarios nos consiguen uno en media hora, que se dio seis viajes a lo largo del día llevando cosas».

Cada oferta se deriva a una persona encargada de un área en concreta, que se encarga de «moverlo»hasta que llega a destino:«Unos empresarios chinos querían vender test rápidos; se canalizó a la dirección general de Salud Púlbica para que vea si tienen validez o no».

Un horno y pizzas

Las necesidades del personal sanitario están en la cabeza de todos: «en Ifema tengo dos roulottes de Viena Capellanes y de Más que Masa, que están sirviendo comida. Los últimos han llevado hasta el horno, para servir las pizzas recién hechas».

Haciendoi pizzas en el horno COMUNIDAD

Toda aportación vale: «Tenemos a una señora mayor que hace en casa, con sus telas, unas mascarillas de algodón. Pero no tiene medios de transporte, así que el Círculo de Orellana, un grupo de voluntarios, presta sus coches y uno de ellos fue a su casa, recogió las mascarillas y se las llevó a Ifema», explica Elena.

Un empresario sefardí, mediante una cadena de contactos, ayudó a encontrar 300 fontaneros

Una empresa de chubasqueros ofrece prendas, pero requiere que lo transporten; «se busca el modo». La firma Hertz «ha puesto sus coches a nuestra disposición para el traslado de material»; desde la Fundación Madrina «llevaron 3.000 rosas para recibir a las personas dadas de alta en Ifema y a los sanitarios; y este viernes vuelven a hacerlo». Air Europa les ha llenado el almacén de mantas y almohadas...

Llenar el océano

Es una batalla constante, en la que han aprendido dos cosas: una, que cuando se presenta un inconveniente, hay que buscar una solución. Y dos, que «de cinco en cinco, llenamos el océano».

Mención aparte merece el caso de los fontaneros: «Era domingo por la noche cuando nos dijeron de Ifema que necesitaban 300 fontaneros. ¿Y dónde los encuentro yo de madrugada?». Pues se logró: fue providencial la intervención de un empresario sefardí que «ha creado un chat con otros colegas para ayudar . Consiguieron muchos, y nos aconsejaron acudir a Ferrovial para el resto. Y respondieron: al día siguiente, estaban allí los 300».

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