El Consorcio exige a Fomento que «desbloquee» el bus-VAO de la A-2
Los técnicos calculan que los conductores se ahorrarán con él 15 minutos en un trayecto de 40
El Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) acordó ayer por unanimidad de sus miembros –Gobierno regional, Ayuntamiento de Madrid y otros municipios– reclamar al Ministerio de Fomento que «desbloquee» la puesta en marcha del carril bus-VAO de la A-2, una infraestructura acordada con el Gobierno de Mariano Rajoy con las administraciones regional y municipal madrileña y que actualmente se encuentra «paralizada».
El consejo de administración del Consorcio aprobó instar a Fomento a que continúe el proyecto para habilitar un carril bus-VAO en esta autovía, a la espera de la firma de un convenio entre la Dirección General de Tráfico (DGT), el Ayuntamiento de Madrid, el Consorcio y el Ministerio de Fomento.
El Consorcio exige que den comienzo de forma «inmediata» las actuaciones para la puesta en marcha de este carril, de 19 kilómetros, que favorece a Madrid, Torrejón de Ardoz, Coslada, San Fernando y Alcalá de Henares, entre otros.
Los puntos de acceso a este carril estarían situados en Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, San Fernando de Henares, el barrio de Canillejas en Madrid y el intercambiador situado en la avenida de América.
El carril, sin separación física del resto de carriles de la calzada, a diferencia del existente en la A-6, estaría dotado con tecnología de última generación, como balizamientos luminosos en la vía y señalización dinámica.
Según los análisis de movilidad del Consorcio, los usuarios que utilicen el carril bus-VAO podrán ahorrar hasta 15 minutos en un trayecto cuya duración media actual se sitúa en 40 minutos.
Desde el Consorcio subrayan en un comunicado que la reducción en los tiempos de espera podrá incrementar la demanda del servicio de los autobuses interurbanos en el Corredor del Henares un 15 por ciento.
Asimismo, remarcan que más de 15.000 usuarios se podrán beneficiar de este proyecto, que supondrá un ahorro para los madrileños de 500.000 horas al año, además de contribuir a mejorar la calidad del aire evitando la emisión de hasta 900 toneladas de CO2 al año.
