Los compromisos para que Madrid asuma la basura de 750.000 vecinos ajenos a la ciudad
El Ayuntamiento de la capital abrirá las puertas de Valdemingómez a cambio de una serie de requisitos aceptados por la Mancomunidad del Este
Como los malos estudiantes, el último día y casi a regañadientes, se resolvió este viernes momentáneamente el problema de las basuras de 7 50.000 vecinos del este de la región . Después de varios meses de negociaciones y presiones a uno y otro lado, el Ayuntamiento de la capital –gobernado por el PP y Ciudadanos– finalmente cedió y desde este sábado asumirá en Valdemingómez los residuos de la Mancomunidad del Este, cuyo vertedero, el de Alcalá de Henares, ha llegado al final de su vida útil. El acuerdo, no obstante, está supeditado a una serie de condiciones y, siempre de manera «transitoria y excepcional», estará vigente durante un año, con una prórroga máxima de seis meses. Si bien la Comunidad ha reiterado que esta opción era la «única alternativa viable», el desenlace no contenta ni a los residentes de Vallecas, ni a la oposición, ni a la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Cs).
La jornada del viernes, 27 de diciembre, estaba señalada en el calendario como la fecha límite para conocer el futuro de las basuras de 31 municipios del este, entre ellos Alcalá de Henares, el tercero más poblado de la región. Así, llegado el momento, las presiones eran variadas y en todas direcciones. A un lado, la amenaza del presidente de la Mancomunidad, Javier Rodríguez –alcalde de Alcalá (PSOE)–, que esta semana advirtió de que a partir del lunes no recogería las basuras si se rechazaba el trasvase a Valdemingómez. Al otro, el Gobierno regional, reiterando que el vertedero de Vallecas era la única opción. Desde dentro, Villacís y su negativa a gestionar los residuos .
Pese a que la consejería de Medio Ambiente, que dirige Paloma Martín (PP), había enviado hasta la fecha cuatro notificaciones exponiendo la necesidad de llevar las basuras a Valdemingómez –18 y 29 de noviembre y 19 y 26 de diciembre–, el Consistorio supeditó la autorización a una comunicación por escrito porque, según señaló el delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante (PP), «no pueden actuar de oficio». Hicieron faltas varias horas y una declaración pública de Martín, instando a que asumiera los residuos, para resolver la madeja. «En estos momentos Valdemingómez es la única solución posible, es viable técnicamente y no hay otras alternativas. La Comunidad no tiene poder para obligarles, la Mancomunidad es la que tiene que ejercer sus competencias y desplegar todas sus potestades», dijo la consejera.
Compromisos
El acuerdo se formalizó gracias a que la Mancomunidad aceptó todas las condiciones del Ayuntamiento de la capital, entre las que destaca que toda la operación no tenga ningún coste para los madrileños. Fuentes municipales detallado a ABC que el convenio remite a una serie de compromisos. El primero es de reciprocidad, de modo que cuando la planta de Loeches esté operativa (actualmente en construcción), Valdemingómez enviará la misma cantidad de residuos domésticos que haya recibido. Cabe recordar que los retrasos en Loeches, derivados de una mala planificación de la Mancomunidad, son el origen del conflicto.
Además, será en un plazo limitado, con un convenio de 12 meses que como máximo puede prorrogarse otros seis más. La cantidad admitida será 220.000 toneladas en ese periodo –el equivalente, más o menos, a lo que recibía anualmente el vertedero de Alcalá– y sólo se tratarán los residuos domésticos procedentes de la recogida domiciliaria, excluyendo los peligrosos o no autorizados para su tratamiento. El ente que preside Rodríguez, en ese sentido, se hará cargo del traslado de los residuos desde Valdemingómez a Loeches , así como de la gestión en estas instalaciones. «La Mancomunidad del Este realizará el máximo esfuerzo para finalizar la planta de tratamiento de residuos de Loeches en el menor plazo posible y lamenta los problemas que genera esta situación excepcional», dijo ayer en Twitter el alcalde complutense tras el acuerdo.
En segundo término, el Ayuntamiento va a solicitar a la Comunidad de Madrid un estudio sobre la gestión de las basuras en el resto de mancomunidades para que no se repitan episodios como este.
Precisamente un efecto dominó es lo que argumentaba Villacís para no moverse ni un milímetro de su postura, aún cuando el alcalde y su socio de Gobierno, José Luis Martínez-Almeida (PP), ya había mostrado su predisposición a que Madrid colaborara en este tema. De hecho, el mismo viernes repetía esta idea, en paralelo a la petición de una comunicación por escrito que ya había llegado. «Madrid no es la alternativa, es el atajo para quienes no asumen sus responsabilidades y pretenden que sus basuras se la coman otros vecinos», insistió Villacís.
Más Madrid pedirá la suspensión
Más Madrid y PSOE cargaron contra el Gobierno de PP y Cs bajo el pretexto de que este acuerdo es perjudicial para los vecinos de Vallecas. Esther Gómez (MM) tildó el pacto de «injusticia», mientras que el socialista Alfredo González criticó la «nefasta gestión» de los gobiernos regional y municipal, aunque no así de la Mancomunidad, donde hay mayoría de alcaldes del PSOE.
El grupo municipal de Más Madrid, el principal de la oposición, anunció además que solicitará medidas cautelares al juzgado para suspender la llegada de los residuos procedentes de la Mancomunidad del Este a Valdemingómez. «Los vecinos de Vallecas no se merecen esto», concluyó Gómez. El partido recuerda que el Pleno de Cibeles ya rechazó en dos ocasiones –en 2018 y hace unos meses– la llegada de nuevos residuos a la capital, según «informes técnicos que indican la inviabilidad». La presión vecinal entonces fue clave y residentes de Vallecas ya han anunciado su pretensión de movilizarse de nuevo en contra de la llegada de las basuras del este al vertedero de Valdemingómez.
