La Complutense, camino de un «ERE»

En las facultades de la Universidad Complutense (UCM) tienen el miedo metido en el cuerpo. El equipo rectoral, dirigido por Carlos Andradas, pretede reducir drásticamente el númeto de departamentos: de los 185 que hay ahora repartidos entre sus 26 facultades a 74, es decir, un recorte del 60% aproximadamente. Ello ya ha puesto en pie de guerra a algunos decanos. Esta especie de ERE supondría, según fuentes del profesorado, que se va a reponer ninguna de las 400 plazas de profesorado perdidas en los últimos cinco años. La misma situación se daría para las del Personal de Administración y Servicios (PAS) que en el mismo periodo de tiempo ha perdido 368. «Aqui ni sobra nadie ni se va a echar a nadie», ha manifestado a ABC el rector.

El documento, denominado «Reestructuración de Departamentos», salido del Vicerrectorado de Planificación y Evaluación Institucional, llega a reconocer que la «tendencia» de pérdida de plazas, tanto docentes como no docentes, va a continuar y estima en la pérdida de unas 74 en 2016 y otras 88 en 2017.

«La Complutense está que arde» señalan fuentes del proferorado. Los decanos están asustados porque, según muchos de ellos, «mermará la calidad de enseñanza que pretendemos dar a los estudiantes». Y, además, recuerdan que justo ahora hace un año, «estábamos en las elecciones a rector y el entonces candidato Carlos Andradas no hizo más que conjugar el verbo potenciar. ¿Es así como se potencia la Complutense?».

Andradas ha explicado a este periódico que el documeno «dibuja un proceso interno de debate para definir la universidad que queremos Aquí no sobra nadie ni se va a echar a nadie pero sí buscamos una estructura más moderna para los departamentos». El rector añade que, en contra de lo que se está diciendo, «esta reestructuración sí estaba en mi programa electoral. Hay que abordarlo para dar más fortaleza a los centros. Que todos hablemos con todos. Aquí todo suma».

Sin embargo, a la comunidad docente y al PAS de la Complutense, el agua les está llegando al cuello. El documento que recoge la jibarización de los departamentos señala que, además de para ahorrar costes, existen otros factores: «desavenencias y personalismos», «herencia de las antiguas cátedras» y «definición especializada de áreas del conocimiento». De hecho, recuerda que en los últimos cinco años «la UCM ha perdido 500 plazas de docentes e investigadores» y que «de ellas, 400 corresponden a funcionarios de los cuerpos docentes». Esto significa que, si las Matemáticas no engañan (el rector es catedrático de Álgebra), de los 6.073 profesores de 2011, ahora quedan 5.773 con una tendencia, ojo, que se mantiene.

El polémico documento de reestructuración incluye la hoja de ruta. Hasta el 31 de mayo se procederá a la revisión de las propuestas. El 16 de junio se llevará a cabo «la primera revisión del Plan Director». Entre junio y julio se presentará ese plan a las facultades y al claustro. Entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, las alegaciones. En octubre, nueva revisión del proyecto, debate en el claustro de la UCM y paso al Consejo de Gobierno para su aprobación. El objetivo es poder aplicar el recorte ya el próximo curso. Se espera una recta final del actual muy calentita.