Vista general de la zona donde se realizará la actuación urbanística
Vista general de la zona donde se realizará la actuación urbanística - MAYA BALANYÁ

La «city» financiera es el último obstáculo para desbloquear la operación Chamartín

El Ayuntamiento, Fomento y Distrito Castellana Norte ultiman un acuerdo después de tres días de reuniones. La firma puede cerrarse este mes

Madrid Actualizado: Guardar
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Casi un cuarto de siglo después, la conocida como operación Chamartín está a un paso de desbloquearse. El Ayuntamiento de la capital, el Ministerio de Fomento y el promotor, Distrito Castellana Norte (DCN), están muy cerca de cerrar un acuerdo para el desarrollo urbanístico del norte de la capital, con el único obstáculo de definir cómo será el centro de negocios que se levante sobre las vías del tren: la «city» financiera que propuso Manuela Carmena. Con la gestión del proyecto en manos del Consistorio, fuentes cercanas a la operación prevén que la firma llegue antes de final de mes.

En solo un año, las posturas han cambiado diametralmente en todos los frentes. Si en junio de 2016, a las puertas de las elecciones generales del 26-J, la negociación se rompió sin matices tras una reunión entre Carmena, Cristina Cifuentes y la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, en este momento están más cerca que nunca.

Tres encuentros durante esta semana –martes, miércoles y ayer– han supuesto un impulso prácticamente definitivo. Aunque queda superar el escollo de la mencionada «city» financiera, hay cosas que sí están cerradas en un porcentaje muy alto.

La primera cuestión en la que hay consenso entre las partes es que la actuación primordial es la reforma de la estación de Chamartín, muy anticuada. De hecho, este extremo no es ningún secreto, ya que en las primeras reuniones, a finales del año pasado, ya se aseguró que sería el eje fundamental del proyecto. Su rehabilitación, no obstante, está supeditada a Adif –empresa dependiente de Fomento–. Aunque en un principio no se dijo si se soterrarían las vías, pasados seis meses parece la opción más viable, habida cuenta de que en la superficie se levantará el citado centro de negocios.

Restauración y viviendas

Como adelantó ABC, el Ayuntamiento de la capital planteó hace dos meses que las oficinas proyectadas se construyesen en los alrededores de la estación y el espacio resultante de enterrar las vías. La idea, aunque salvando las distancias, es que esta zona se asemeje a La Défense de París, Canary Warf en Londres, Zuidas en Ámsterdam o Europaviertel en Frankfurt.

Las diferencias entre DCN, Consistorio y Ministerio remiten tanto a los metros cuadrados y la edificabilidad como al modelo que se quiere implantar. La opción más viable que está sobre la mesa es que se combinen varios usos y no se destine solo a oficinas, sino también a locales de restauración y viviendas.

Este elemento, no obstante, no se presenta como un escollo insalvable y lo más probable es que el proyecto se desbloquee definitivamente este mes. Tanto es así, que en las últimas horas incluso se especuló con que todo podría haber quedado cerrado en el encuentro de ayer. Desde el Ayuntamiento, sin embargo, explicaron a este periódico que eso era improbable porque aún quedan temas por tratar.

Sea como fuere, lo cierto es que los últimos seis meses han acercado dos planes que al principio estaban completamente polarizados. El proyecto del Ayuntamiento, Madrid Puerta Norte, y el heredado del Gobierno de Ana Botella (PP), Distrito Castellana Norte, ahora parecen confluir en uno solo. Esto se debe, fundamentalmente, a dos acuerdos sobre los pilares básicos del proyecto: la reducción de las viviendas a construir y la gestión del plan.

En la primera toma de contacto entre Carmena y De la Serna se avanzó que el Consistorio iba a pilotar las mesas técnicas programadas durante los meses siguientes. Esta toma de responsabilidad consensuada no ha quedado ahí y es el Ayuntamiento quien gestionará ahora todo el proyecto: trámites, informes técnicos. contacto con el resto de administraciones... Era una de las prioridades del Gobierno de Manuela Carmena, y así se ha hecho.

Evitar otra paralización

La iniciativa pública, no obstante, añade cierta complejidad al proceso, ya que conlleva una modificación obligatoria del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital. Esto acelera aún más la necesidad de llegar a un acuerdo en las próximas semanas, ya que el trámite puede alargarse hasta dos años y lo último que se quiere es otro estancamiento. «Con un cambio de gobierno todo podría cambiar y todos coincidimos en que es algo que evitar», aseguran las mismas fuentes.

El segundo elemento que ha acercado a los principales actores es la reducción de las viviendas a edificar. El proyecto de la corporación de Botella proponía construir un total de 17.000 residencias; mientras que Madrid Puerta Norte lo redujo a 4.600. El acuerdo reduce esta cifra en torno al 20 por ciento, aunque todavía no está claro el número definitivo; se calcula que se mueva entre las 12.000 y las 14.000 viviendas.

Otro aspecto relacionado, pero que tampoco está cerrado, es la movilidad. Aunque está claro que se quiere reducir la necesidad del transporte privado, aún hay que desarrollar esta idea. El proyecto estipula amplias zonas verdes y peatonales, algo que también contenta al Gobierno porque se enmarca en su plan de una ciudad más accesible y sin coches.

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