La charla de una víctima de ETA que acabó con pintadas terroristas en un instituto
Dos individuos aún sin identificar asaltaron el Isaac Newton de noche y con pasamontañas
Nadie en el Instituto de Educación Secundaria Isaac Newton (Joaquín Lorenzo, 2), en el Barrio del Pilar , se explica aún lo sucedido. Un día después de que Cristina Cuesta Gorodosti, hija del delegado de Telefónica en Guipúzcoa Enrique Cuesta Jiménez –asesinado por ETA en 1982–, impartiera una charla a los alumnos de cuarto de la ESO, las paredes del centro amanecieron con pintadas en favor de la banda terrorista y otras consignas de índole radical. «Euskal presoak, amnistía osoa» (Presos vascos, amnistía total), «El estudiantado está harto del cuento heredado del franquismo, ¡abajo el régimen del 78! » o «Traer a dar conferencias a afectados por el terrorismo español» , fueron solo algunas de las soflamas.
Según pudo saber este periódico, dos individuos ataviados con pasamontañas y gorras estarían detrás de un ataque perfectamente planificado. Accedieron por la pared colindante a una iglesia –el punto más débil para sortear la valla– y, una vez dentro, se repartieron los roles. Mientras uno vigilaba cualquier movimiento, el otro acometía las pintadas, en una «función» que solo duró 15 minutos .
Fuentes del equipo directivo del centro explicaron ayer a ABC que los hechos ya han sido puestos en conocimiento de la Policía y la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid , que solicitará un informe de lo ocurrido al Servicio de Inspección Educativa. Las mismas fuentes consideran que, «por la forma de actuar, no parece que haya sido ningún alumno »; aunque precisan que alguien «presente en el coloquio» pudo haber puesto en alerta a los asaltantes.
Acto apolítico
«Nos duele que ese alguien haya manipulado el mensaje hasta el punto de que derivase en algo así», señalan desde la dirección, conscientes de que el testimonio de Cuesta Gorodosti, dentro de un plan impulsado por la propia Consejería de Educación y los Ministerios del Interior y de Educación, Cultura y Deporte, fue precisamente un acto apolítico donde se habló del perdón, la paz y la reconciliación.
En ese sentido, la asociación de estudiantes del instituto llevará a cabo hoy una asamblea para adoptar una respuesta común ante lo que catalogan como una «acción lamentable» que solo sirve para «echar por tierra» el trabajo realizado en el centro. «Me parece increíble que, después de escuchar “mataron a mi padre, pero ya no quiero odiar a sus asesinos”, aparezcan esas pintadas», advierte un miembro de la asociación, quien tiene claro que nadie del barrio ha realizado una cosa así. «Hemos preguntado a todos los que conocemos que tengan cualquier relación con movimientos de izquierdas y ninguno sabe nada; al revés, la gente quiere que se investigue hasta el final », prosigue.
La indignación es la tónica reinante en el Isaac Newton, que participaba por primera vez en el proyecto denominado «Testimonio directo de las víctimas del terrorismo en centros docentes». Ante cerca de 85 alumnos y la presencia de profesores y jefes de estudios, Cristina Cuesta Gorodosti relató su experiencia 35 años después del atentado etarra que segó la vida de su padre.
Considerada una de las figuras clave del pacifismo en el País Vasco, fundó los grupos Asociación por la Paz y Denon Artean-Paz y Reconciliación. Además, fue presidenta y portavoz del colectivo Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) y, en el año 2000, recibió el premio Jaime Brunet a la promoción de los Derechos Humanos. En la actualidad, cumple diecisiete años al frente de la Fundación Miguel Ángel Blanco .
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