Jesús Municio, nieto de Jesús Municio Pérez, ayer, ante la parroquia de San Matías de Hortaleza.
Jesús Municio, nieto de Jesús Municio Pérez, ayer, ante la parroquia de San Matías de Hortaleza. - ISABEL PERMUY

Carmena y el PSOE «reabren las heridas» de la Guerra Civil en Hortaleza

La Junta Municipal votará mañana un homenaje que excluye a las víctimas de la represión republicana

MADRID Actualizado: Guardar
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«Llegaron por las calles de Hortaleza pidiendo la cabeza de mi abuelo. Había sido concejal en 1913. Era agricultor. La FAI entró en su casa y se lo llevó a la cárcel Modelo en julio de 1936. En noviembre le fusilaron en Paracuellos. Tenía 45 años. Se incautaron de sus bienes y dejaron a mi abuela con cinco hijos en la calle». Jesús Municio reconoce que hace mucho tiempo que no hablaba de cómo el 30 de noviembre de 1936 asesinaron a su abuelo, Jesús Municio Pérez, por ser presidente de Acción Popular (integrada en la CEDA) en Hortaleza. «Es algo que está superado», afirma. Lo hace con «dolor» después de saber que Ahora Madrid y PSOE van a «reabrir las heridas» que la Guerra Civil

dejó en este distrito –entonces municipio– con una propuesta «sectaria» para erigir un monumento a las víctimas del franquismo en la plaza de Chabuca Granda.

Jesús Municio Pérez y su esposa María José Aguado
Jesús Municio Pérez y su esposa María José Aguado - ABC

La proposición, que se votará mañana en el pleno de la Junta Municipal y a la que ha tenido acceso ABC, excluye al resto de víctimas que la represión republicana dejó como cruel recuerdo de la contienda. «No puede haber víctimas de primera y de segunda. Están menospreciando la memoria de mi abuelo, que también fue víctima de una guerra muy dura para Hortaleza», opina. Se da la paradoja de que PSOE y Ahora Madrid firman en esa proposición una mención específica a la corporación municipal republicana de la época, en la que incluyen a seis políticos que fueron detenidos y fusilados en 1939. Son los alcaldes Victoriano Elipe y Andrés Molpéceres; y los concejales Jerónimo Aragoneses, Félix Alcalde, Anselmo Sánchez y Telesforo Plaza.

Documento perteneciente a la Causa General en la que se señala que en el asesinato de Jesús Municio Pérez participó –sin determinar en qué manera– Telesforo Plaza, uno de los ediles republicanos para el que Ahora Madrid y PSOE piden una mención «específica».
Documento perteneciente a la Causa General en la que se señala que en el asesinato de Jesús Municio Pérez participó –sin determinar en qué manera– Telesforo Plaza, uno de los ediles republicanos para el que Ahora Madrid y PSOE piden una mención «específica». - ARCHIVO NACIONAL

Este último nombre está relacionado, según documentación de la Causa General sobre Hortaleza, con la muerte de su abuelo y también del entonces secretario del Ayuntamiento, Julián del Santo –este último, en colaboración con Félix Alcalde, asimismo en la lista de homenajeados del PSOE y Ahora Madrid–. «Desconocemos su implicación. Si fue o no fue directa. Lo que sí sé es que están reabriendo heridas que ya estaban cicatrizadas», asegura. Lo dice convencido porque la historia de su familia lo demuestra. «Victoriano Elipe, alcalde republicano al que quieren homenajear, era cuñado de mi abuelo. Mi padre y su hijo, ambos huérfanos de una misma guerra pero de distinto bando, son amigos íntimos. Sus nietos tenemos una relación muy buena. ¿A qué viene hurgar ahora en el pasado?», dice.

Su historia, un «ejemplo de paz», es testimonio de la «superación» de unos hechos que ocurrieron hace 80 años. Una efeméride que Ahora Madrid y PSOE utilizan como argumento para justificar su proposición. «Si esta es la forma de reconciliar que tienen, van por muy mal camino», expresa delante de la parroquia de San Matías, saqueada en 1936 junto con el convento de los Padres Paúles, convertido en checa y cuartel del Quinto Regimiento.

Durante los tres años que duró la Guerra Civil, Hortaleza sufrió desmanes de todo tipo a manos de los comités antifascistas. Según documentos de la Causa General, en su cementerio se contabilizaron más de 300 asesinatos, muchos de ellos de religiosos, y en su carretera de acceso aparecieron 135 cuerpos sin vida entre julio de 1936 y febrero de 1937. «Si se homenajea a unos, hay que recordar a todos con el mismo criterio de democracia, libertad y paz de los que presumen para pedir ese monumento», concluye.

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