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Carmena utiliza la Juntas de Distrito para cambiar ya el callejero franquista

La alcaldesa se negó a a aprobar la moción del PSOE en el Pleno para cumplir con la ley de Memoria Histórica. Siete de los 21 distritos ya han dado luz verde a la eliminación de las huellas de la dictadura

Madrid Actualizado: Guardar
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El gobierno de Manuela Carmena no consintió prestar su apoyo al grupo municipal socialista para acabar con el callejero franquista en Madrid, en el Pleno del Ayuntamiento del pasado 25 de noviembre. Entonces, después de que Ahora Madrid acordara apoyar una moción de urgencia de los socialistas, aceptando estos últimos una transaccional, se echaron para atrás porque consideraban que no era urgente y tenía tintes electoralistas. No era urgente el 25, pero ya se habían encargado estos dos partidos desde el 12 de noviembre, trece días antes, de ir abriendo paso al cambio de las reminiscencias de la dictadura y la Guerra Civil. La Junta de Latina fue la primera que aprobó modificar el Parque de Arias Navarro por el de Parque Aluche

, contando con los votos a favor de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos, que no había hecho la propuesta, pero la enmendó.

Dieciséis de los veintiún distritos de la capital ya han celebrado a fecha de hoy los plenos de las Juntas; siete han aprobado borrar del mapa todas las huellas de la «represión»: Moncloa-Aravaca, Fuencarral-El Pardo, Latina, Arganzuela, Tetuán, Carabanchel y Usera. Cuatro han sido propuestas del grupo municipal socialista y dos (Moncloa y Arganzuela), de Ahora Madrid. Ciudadanos y el Partido Popular se han encargado de enmendarlas, ya que con sus votos no pueden evitar que las mociones se paren –los 21 concejales del PP y los 7 de C’s no suman mayoría, los 29 necesarios que sí alcanzan Ahora Madrid (20) y los socialistas (9)–.

La Ley de Memoria Histórica pone en el punto de mira al Arco de la Victoria de Moncloa, finalizado en 1956 para rendir tributo a la victoria del ejército franquista sobre el republicano. Pero este monumento pertenece a la Ciudad Universitaria y se engloba dentro de la catalogación en 1999 de Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Conjunto Histórico. No se puede demoler, aunque sí añadir ornamentación. El PP sugirió en el Pleno del 1 de diciembre del distrito que pasase a llamarse Arco de la Concordia y que fuera un símbolo que rindiera homenaje a todos los fallecidos españoles en todas las guerras, con independencia del bando.

El PP no se opone a ciertas modificaciones, aunque es reticente a acabar con la historia. Los populares han puesto sobre la mesa que se abra un debate ciudadano y se analicen los costes que tendrán que asumir, ya que aquellos madrileños que vivan en una calle que sea renombrada deberán pagar el cambio en el registro de la propiedad y acatar ciertas molestias para para modificar la dirección del domicilio en el DNI, el pasaporte, tributos, entidades bancarias...

Se prevé que en el próximo Pleno de diciembre se apruebe el Plan de Memoria de la capital desarrollado por Ahora Madrid para dar la bendición a fulminar el callejero franquista. «Tiene que ver no solo con la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, sobre la que no hay debate porque es una ley estatal, pero creemos que es bueno que se pueda tener allí una discusión con el resto de grupos», afirma la portavoz municipal, Rita Maestre. Este paso no sería necesario, ya que el Pleno no es competente. Con la aprobación en las Juntas de Distrito se pasa a las Áreas competentes (Medio Ambiente si son zonas verdes o Desarrollo Urbano Sostenible si son calles). Después se elaboran informes técnicos preceptivos y es la Junta de Gobierno la que da el visto bueno. A partir de ahí, empieza la supresión.

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