Panorámica del Valle de los Caídos, con su gran cruz, en la sierra de Guadararama
Panorámica del Valle de los Caídos, con su gran cruz, en la sierra de Guadararama - JAIME GARCÍA

Carmena propone rebautizar el Valle de los Caídos como el «Valle de la Paz»

También apuesta por renombrar el Arco del Triunfo, en Moncloa, por el «Arco de la Concordia»

Madrid Actualizado: Guardar
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La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, desea rebautizar el Valle de los Caídos como el «Valle de la Paz». Carmena ha expresado esta idea en una publicación cultura, Le Miau Noir, en la que asegura que debería revisarse qué «valores» deben prevalecer en el monumento histórico que da sepultura al dictador Francisco Franco y al fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, en la sierra de Guadarrama.

«Todos estamos de acuerdo en que es un lugar que debe mantenerse. No hay nadie que quiera dinamitar la zona, pero sí que sería correcto y considerable darle una nueva visión e incorporarle nuevos valores. El Valle de la Paz sería un buen nombre que otorgarle», explica Carmena a las preguntas de David Aranda, Sonia del Pozo y Christian García, cuyo Gobierno municipal de Ahora Madrid ha comenzado a cambiar el callejero para eliminar las referencias franquistas en las calles

, en aplicación de la Ley de la Memoria Histórica. Esta actuación se ha visto salpicada por numerosas polémicas, debido a los errores en la revisión histórica, lo que ha obligado a la alcaldesa a apartar a su concejal de Cultura, Celia Mayer, de esta tarea.

El «Arco de la Concordia»

A Carmena también le gustaría renombrar el Arco del Triunfo, en Moncloa, por el «Arco de la Democracia» o «Arco de la Concordia». La alcaldesa considera que Madrid no puede «mantener un nombre de un monumento con el que se conmemora un Golpe de Estado llevado a cabo contra el Gobierno legalmente establecido». El cambio de nomenclatura, enfatiza, no se haría para «enjuiciar la conducta de las personas que se alzaron en un momento concreto de la historia», ya que pertenece «al pasado». Pero sí promover la «cultura democrática» en la capital, a través de sus elementos arquitectónicos y urbanísticos.

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