Aspecto de la abarrotada Plaza del Dos de Mayo, con jóvenes bebiendo a media tardeAYA BALANYA
Fiestas del Dos de Mayo

Carmena «patrocina» un macrobotellón al retirar las terrazas de Malasaña

La Policía Municipal no impidió la venta de alcohol a los «lateros» pero, a las 20 horas, ordenó quitar los veladores

MADRID Actualizado: Guardar
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« Terrazas sí, terrazas no. Con esta estupidez, el Ayuntamiento de Madrid dirigido por Manuela Carmena, que no se aclara, está patrocinando un macrobotellón gigantesco». Ese era el indignado mensaje a última hora de la tarde de ayer de los hosteleros de Malasaña, que vivían uno de los días grandes de las fiestas del Dos de Mayo que les aguó la Policía Municipal.

«A las ocho de la tarde nos han ordenado que levantáramos los veladores. No nos han dado ninguna explicación. Igual molestamos. No sabemos por qué el consistorio la ha tomado con nosotros si el escenario está lejos de aquí y ahora no hay ninguna actuación», explicaba Nicola, camarero de Malabar, visiblemente alterado en la plaza que da nombre a la celebración.

En la pizzería aledaña, Cristina ponía el grito en el cielo. «Estamos hartos de pagar impuestos y de soportar la invasión de los “lateros” orientales y paquistaníes que hacen su agosto cada fin de semana sin ningún tipo de pudor y sin que la Policía lo impida. Estamos cansados de recoger los envases que dejan sus clientes en el suelo junto a nuestros locales y de que nos arrebaten nuestro trabajo, para que al final nos echen a los hosteleros toda la culpa del ruido y de la suciedad y, ahora, nos impidan trabajar». Las protestas se sucedían en el restaurante Sandos, situado enfrente, con los clientes en pie. La barra vecinal instalada en el centro abría a las 20.30 horas. «¡Qué casualidad!», decía Juan, un vecino.

Antes de la orden de retirar las mesas y las sillas, la queja unánime de los encargados de los bares era la del botellón que se estaba realizando ya, a plena luz del día, y que abarrotaba la Plaza del Dos de Mayo y, en menor medida, la de Juan Pujol y la de San Ildefonso, mucho más pequeñas y epicentros de las fiestas.

El tiempo acompañaba y los veladores de esos ejes estaban repletos de público, después de la rectificación del concejal del distrito Centro Jorge García Castaño, la víspera, a raíz de la denuncia de ABC tras prohibirlos apenas 24 y 48 horas antes de que empezaran las celebraciones. «Deberán retirarse coincidiendo con la realización de espectáculos y actuaciones», indicaba la nueva notificación que recibieron los responsables de los negocios. Juan José Blardony, director de la Asociación de Hostelería La Viña, recalcaba que el concejal permitía la instalación de terrazas, salvo que los actos o los escenarios invadieran su espacio. «He hablado con la Policía Municipal para que no las retire y tienen esa orden por parte de la Junta Municipal», aseguraba, confiado.

Los conciertos se sucedían en la plaza del Dos de Mayo y en la de Juan Pujol, que retiró tres de las cuatro terrazas por voluntad propia, «dado el pequeño espacio que hay», explicaba Beatriz, del Balcón de Malasaña. Al final, no se libró la última. En cambio, en la plaza de San Ildefonso, las mesas y las sillas del único bar que decidió instalarla seguían a las 20.30 horas, en plena actuación de un DJ. La Policía no se pasó por ahí. «Esto es un ejemplo de ineptitud. ¿Y mañana, qué; nos dejarán colocarlas? ¡Esto es una vergüenza!», bramaba Carlos, otro camarero enfadado.

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