Carmena da ahora 1,8 millones más a los mismos socios que compró Bicimad

El Ayuntamiento contrata a Booster-Bikes –con idéntico organigrama que Bonopark– dos años prorrogables. Tras municipalizar el servicio, la EMT hace otro desembolso para poder mantener el sistema tecnológico

De izquierda a derecha, el CEO de Bonopark, Sabanés, Maestre y Fernández Heredia, gerente de la EMT, en el acto de presentación de la compra de Bicimad, el 26 de septiembre de 2016 AYUNTAMIENTO DE MADRID
Tatiana G. Rivas

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Un negocio redondo ha supuesto para los socios de la navarra Bonopark la compra, por parte de Ahora Madrid, del servicio público de la bicicleta. Después de que en septiembre de 2016 el Ayuntamiento les entregara 10,5 millones de euros para municipalizar Bicimad , ahora adjudica un nuevo contrato bianual por valor de 1,8 millones de euros a los responsables que llevaron el servicio a la ruina en apenas un año de funcionamiento. Esta vez, en los papeles figura otra empresa.

La EMT adjudicó el pasado 4 de enero el servicio de mantenimiento de la infraestructura tecnológica de Bicimad a la entidad Booster-Bikes, que según el Registro Mercantil pertenece a los mismos socios de Bonopark. En ambas sociedades limitadas figura como administrador único Ramón Perurena , el CEO de Bicimad que posó en la foto cuando Inés Sabanés y Rita Maestre anunciaron la compra en las cocheras de Chamartín de la empresa de transportes en septiembre de 2016. También coinciden en el organigrama como apoderados Gustavo Garrido Bosquet, Jone Olariaga Arrazola y Domingo Pérez Moreno (secretario); tienen, además, el mismo domicilio social: Mauricio Legendre, 40, en Madrid. La EMT licitó el contrato en octubre. En diciembre se abrió la oferta. Únicamente se presentó Booster-Bikes, obteniendo la máxima puntuación.

Según los documentos que figuran en el portal de transparencia de la EMT, el importe de la adjudicación asciende a 777.605 euros (IVA excluido), más una posible modificación de contrato del 20%, totalizando la cantidad de 1.482.826 , sin IVA (1,8 con IVA). La duración del contrato será de 2 años, a contar desde la fecha de formalización del mismo, pudiéndose prorrogar por dos periodos de un año de duración.

Una sociedad «ad hoc»

Cuando el Gobierno de Ana Botella (PP) adjudica el servicio a Bonopark en noviembre de 2013 –por 12 años y un importe global de 25 millones de euros–, paralelamente los concesionarios crean la empresa Booster-Bikes S.L.. Ésta es la encargada de suministrar de material (bicicletas, postes,...) y tecnología a la primera, que es la que explota el servicio.

Con el nuevo contrato, Bonopark o Booster-Bykes se encargará por ejemplo del sistema de localización de bicis (GPS), del software y el hardware, del soporte de las tarjetas electrónicas en las bases de enganche y las de identificación de bicicletas, y un largo etcétera.

Según los datos económicos que figuran en el Registro Mercantil, la rentabilidad de Booster-Bikes deja mucho que desear. Sus ventas habían caído en picado de 2015 a 2016 un 61,8%, pasando de 3,5 millones a 1,3 millones. Su Ebitda (beneficio bruto de explotación) es negativo en un 7,3% interanual.

Bonopark, sin cuentas

Bonopark no ha presentado las cuentas de 2016 y no figuran los 10,5 millones de euros abonados «a toca teja» por el Ayuntamiento de Madrid. Tenía de plazo hasta el pasado verano, pero aún no se reflejan. Lo que se traduce de los datos económicos del registro es que si la rentabilidad de Booster-Bikes es mala, la de Bonopark es nefasta, con un Ebitda negativo en un 8.395% entre 2014 y 2015. Si en 2014 tuvo un beneficio de 63.650 euros, en 2015 perdió 2 millones de euros y un patrimonio neto de 1,1 millones de euros. Bonopark reconoció que estaba al borde de la quiebra en 2015, con pérdidas mensuales de 300.000 euros, así que amenazó al Ayuntamiento con solicitar un reequilibrio económico de 3,6 millones de euros.

Perpetuar un mal servicio

Ahora Madrid no quería una mala prensa con Bicimad, así que decidió rescatar el servicio y pactó un contrato de cesión en mayo de 2017 entregando a Bonopark 10,5 millones de euros. El «gobierno de la transparencia» no ha podido justificar a día de hoy la cantidad entregada, escudándose en la confidencialidad que se le permite a la empresa pública EMT al ser regida como sociedad mercantil. No ha enseñado auditorías que valide el desembolso que hizo. La única que consta en proceso de licitación y adjudicación es la que se entrega a dedo el 28 de noviembre de 2017, ocho días después de la información que dio en exclusiva ABC.

Pese a la nefasta gestión de Bonopark con Bicimad, Ahora Madrid permite su perpetuación en la ciudad con el nuevo contrato adjudicado en enero. El Ayuntamiento se defiende con que se han disminuido las quejas. Desde la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), que cuenta con 60 asociados, representantes del 70 por ciento de las ventas del sector especializado, incluida la bicicleta eléctrica, consideran que hay numerosas entidades que podían haberse encargado de este nuevo servicio.

AMBE denunció en 2013 la adjudicación a Bonopark, aunque su causa, presentada ante la CNMV y la Oficina de Mercado Único, no fue admitida por estar fuera de tiempo. Carlos Núñez, su secretario, explica que su acusación versaba sobre la falta de «solvencia técnica y económica» de Bonopark. «Sólo había implantado 100 bicicletas en San Sebastián. El sistema nació viciado», expone.

Hoy le toca despejar dudas al equipo de Gobierno en el Pleno. Es posible que también tenga que rendir cuentas ante los tribunales con la querella criminal que ha interpuesto el PP por la presunta comisión de los delitos de malversación y prevaricación contra Inés Sabanés y el gerente de la EMT, Álvaro Fernández Heredia.

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