Carmena admite ahora a los sindicatos que no puede remunicipalizar los servicios de limpieza y de jardinería

La alcaldesa confirma en una reunión al sindicato CSIF que es «inviable» por motivos jurídicos y económicos

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Donde dije digo digo diego. Una vez más, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha tenido que recular sus posiciones iniciales y admitir que el Ayuntamiento no puede revocar la externalización de los servicios de limpieza y de jardinería municipal, como era su intención.

Según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Carmena se ha reunido en el Ayuntamiento con una delegación de trabajadores de jardinería de la capital en la que, siempre según estas fuentes, la regidora les ha confirmado que no remunicipalizará esos servicios.

El Consistorio, dirigido por Ahora Madrid, considera ahora «inviable» la reversión de los contratos por motivos jurídicos y económicos. Carmena, según los sindicatos, tampoco sería partidaria de crear una empresa pública que pudiera absorber a los trabajadores, ya que el endeudamiento actual del Ayuntamiento se lo impide.

Sobre la decisión de dos de las concesionarias, OHL-Ascan y Valoriza-Sacyr, de reactivar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que fueron suspendidos a finales del pasado mes de septiembre, la alcaldesa señaló que el Ayuntamiento continuará negociando con ambas empresas y que mirarán con lupa los indicadores sobre el estado de la limpieza y la jardinería en la capital para la imposición de las correspondientes multas en caso de que sea necesario.

CSIF expuso a la regidora la situación en la que se encuentran estos trabajadores, que han visto cómo se ha reducido drásticamente la plantilla desde la adjudicación de los contratos integrales a Ferrovial, FCC, OHL y Valoriza.

En este sentido, el responsable de jardinería de CSIF Madrid, Salvador Belén, explicó que en 2012 cada trabajador de zonas verdes tocaba a 1.000 árboles. Esta ratio se ha llegado a triplicar con los citados contratos, hasta llegar a los 3.000 árboles por operario.

La reducción de personal, destaca CSIF, se ha traducido en un «menor cuidado» del arbolado de la capital, «lo que ha tenido trágicas consecuencias: el desprendimiento de ramas causó la muerte de dos personas y numerosos desperfectos en coches y mobiliario urbano».

Ver los comentarios