La Cámara de Cuentas fiscaliza la EMT de Carmena

El órgano de control audita el ejercicio de 2017 por iniciativa propia: la lupa se sitúa sobre Bicimad y el aumento de las subvenciones en un 345 por ciento. Es la primera vez que esta institución investiga a la empresa pública

De izquierda a derecha, el CEO de Bonopark, Sabanés, Maestre y Fernández Heredia, gerente de la EMT, en el acto de presentación de la compra de Bicimad, el 26 de septiembre de 2016 AYUNTAMIENTO DE MADRID

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La Cámara de Cuentas jamás ha auditado la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT). No consta en ninguno de los informes que ha publicado desde 2001 ; ni siquiera se han estudiado parcialmente algunas de sus áreas desde que esta institución, la Cámara, se creó en 1999. Pero tal y como figura en el programa de fiscalizaciones de 2018 , este órgano de control autónomo, dependiente de la Comunidad de Madrid, ha propuesto estudiar todo el ejercicio de 2017 del ente público. Las investigaciones las realiza por mandato legal, a instancia de la Asamblea de Madrid o, como es el caso de la EMT, por iniciativa propia.

En 2017, ABC destapó las presuntas irregularidades en la compra de Bicimad –ahora en los tribunales– y fue el primer año en que la EMT movió los hilos presupuestarios de la costosa bicicleta madrileña; también representó el periodo en que el Ayuntamiento que dirige Manuela Carmena decidió que los aparcamientos públicos de Plaza de España y Montalbán fueran gestionados por la entidad –que hasta 2016 se dedicaba fundamentalmente a los autobuses–. A finales del ejercicio, como adelantó este diario, Ahora Madrid anunció que además iba a tomar el control del Teleférico a partir de enero de 2018, un nuevo servicio para el que preveían unos ajustados beneficios en diciembre pasado, pero que en mayo recalcularon con números rojos (pérdidas de 81.680 euros).

Nunca la EMT había tenido tantos focos rastreando su gestión: el Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid investiga si la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés , y el director gerente de la empresa, Álvaro Fernández Heredia , han podido incurrir en los delitos de prevaricación y malversación con el pago de los 10,5 millones de euros por Bicimad; una comisión de investigación analiza también esta presunta compra irregular y, ahora, le toca el turno a los profesionales de la Cámara de Cuentas.

Desde hace un mes, tres personas de esta institución trabajan de ocho de la mañana a tres de la tarde indagando en los documentos de la EMT en el edificio de la calle de Cerro de la Plata, 4 (barrio de Pacífico). Sus cuentas han ido engordando exponencialmente durante los tres años de gobierno de Ahora Madrid con grandes inyecciones de las arcas municipales, inéditas hasta el momento.

Más gasto, menos beneficio

La sociedad cada vez recibe más dinero del Ayuntamiento para cubrir el déficit de explotación de las actividades que realiza en su nombre, como se especifica en la memoria de cuentas anuales. Las subvenciones recibidas en 2017 financiaron las inversiones en la renovación de la flota de autobuses, el contrato de transferencia de Bicimad, así como bienes tanto del inmovilizado material como intangible.

De los 64,4 millones que sumó la EMT en 2015 vía subvención se ha pasado en 2017 a 222 millones , lo que supone un 345% más de gasto. De esta cantidad, sólo 205.232 euros procedían del Consorcio Regional de Transportes para sufragar su parte del importe anual del billete de los autobuses. El resto, del Consistorio.

Pese a este auxilio municipal, el resultado del ejercicio de la EMT en 2017 cayó en picado con 8,3 millones de euros menos. De los 11 millones de beneficio que obtuvo en 2016, el último año se redujo a 2,7 millones. La cifra de negocio, sin embargo, aumentó de 478 millones a 500 debido al número de usos de sus servicios, pero la contrapartida de este ente es que a mayores ingresos más grandes son aún los costes que se generan (combustible, reparaciones,...).

Según la ejecución presupuestaria de 2017, el grueso ha ido a parar a gastos de personal (431 millones) , la compra de nuevos autobuses (78,9 millones para 253 vehículos), la municipalización de Bicimad (10,5 millones), la adquisición de bicicletas (1,2 millones para 1.100 bicis), el mantenimiento de los servicios y un largo etcétera que atañe a elementos de transporte (81,2 millones) y movilidad, también en aparcamientos públicos.

200 millones de deuda

El hecho es que desde que la marca blanda de Podemos se instaló en el Palacio de Cibeles, las cuentas de la EMT han disparado el gasto de personal desde 2015 en 30 millones de euros, inherente, sobre todo, a Bicimad, que ha incorporado 80 trabajadores nuevos, más los subrogados por los dos aparcamientos públicos de Plaza de España y Montalbán, 6 y 4 empleados, respectivamente.

La plantilla de la EMT se ha incrementado de 8.790 trabajadores a 9.270 , con un elevado absentismo laboral –en agosto pasado llegó a alcanzar casi el 10% de la plantilla–. Estima la sociedad para 2018 que se reducirá el importe de personal hasta los 424 millones, un dato que habrá que comprobar en las próximas cuentas anuales.

La Cámara de Cuentas también analizará que la situación financiera de la EMTha hecho aumentar el periodo medio de pago a proveedores de 16 días en 2016 a 37 días en el último ejercicio. Está endeudada, además, a corto y largo plazo con 200 millones de euros. El informe será revisado por el ente antes de ser publicado oficialmente a finales de 2018.

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