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FUENLABRADA

El bulo de los «payasos diabólicos» de Fuenlabrada

El comisario zanja la alarma social: eran dos chicos de 14 años que asustaban a la gente, pero una menor le dijo a su madre que intentaron meter a otra niña en un coche

Madrid Actualizado: Guardar
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Ni terroríficos ni diabólicos. Tan solo payasos en el amplio sentido de la palabra; eso sí, con disfraz incluido. Eso fue lo que ocurrió en el municipio madrileño de Fuenlabrada el martes pasado con dos chavales de 14 años que estaban junto a la estación de Metrosur de Loranca. Se dedicaban a asustar a todo el que pasaba por ahí. Así lo confirma a ABC el comisario de la Policía Nacional del municipio, que quiere acabar con la alarma social que se está generando.

Con la moda importada de EE.UU. de que «payasos diabólicos» realizan bromas pesadas y agresivas en lugares públicos a los ciudadanos, tales como perseguir a alguien con un objeto contudente, arrojar un objeto pesado a un vehículo o simular un secuestro, se están difundiendo en nuestro país bulos que no responden a la realidad, como es el caso que nos ocupa, y que provocan el consiguiente temor. En Badajoz, la Policía ha detenido al joven que denunció haber sido agredido por uno de ellos con una llave inglesa al ser todo una fabulación suya.

Rumores infundados

Justo es lo que ocurrió en el municipio fuenlabreño el martes cuando una pequeña de diez años observó a los dos chicos sobresaltar a la gente. Poco después le dijo a su madre que dos personas disfrazadas de payaso habían tratado de introducir por la fuerza en un vehículo a una niña. La madre, ante las noticias que se están produciendo estos días, comunicó de inmediato los hechos al 091. Una patrulla de la Policía Judicial acudió de inmediato hasta al lugar y se encontró con los que en realidad ocurría, explica el comisario. Con los dos chicos que estaban haciendo el gamberro, aprovechando esa «moda» y amparados por la vestimenta que llevaban.

Este responsable policial quiere tranquilizar a la población y decirles que no hagan caso de rumores infundados y que, si ven a alguien estos días, con motivo de Halloween disfrazados de payaso y les gastan una broma pesada, que estén tranquilos y que mantengan la calma. La situación ha llegado a tal punto que han editado una guía con los consejos, entre los que se encuentra evitar utilizar esos trajes.

En algunos países, los «bromistas» lo han pagado caro: han acabado siendo agredidos, como en Alemania, en donde un joven fue acuchillado, convirtiéndose en víctimas.

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