Ayuso recomienda a los colegios madrileños usar los libros de texto del curso pasado para evitar el «material sectario»

Esta medida afectaría a los cursos primero, tercero y quinto de educación primaria, primero y tercero de secundaria y primer curso de bachillerato

El argumento que da la consejería a los centros son problemas de plazos para que estén listos los libros que incorporan los contenidos de la nueva ley educativa, la Lomloe; sin embargo, la presidenta intenta así evitar la ideologización de las aulas

Isabel Díaz Ayuso anuncia que pondrá a la inspección a revisar los libros de texto para evitar su ideologización

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La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha recomendado a los centros de la región, a través de una circular, el mantenimiento de los libros de texto vigentes durante el próximo curso 2021-2022. Es decir, los que se usaron cuando estaba en vigor la Lomce, más conocida como 'ley Wert'.

La explicación que da la consejería a los centros es sobre todo por problemas de plazos para que estén listos los libros que incorporan los contenidos de la nueva ley educativa, la Lomloe, más conocida como 'ley Celaá'. Sin embargo, hay otra cuestión de trasfondo: la lucha de Ayuso contra el «adoctrinamiento» en las aulas y «el material sectario» de los nuevos libros de texto, tal como señaló a finales del mes pasado tras las informaciones publicadas por ABC sobre el contenido de los nuevos manuales. Algunos de estos introducen propaganda sanchista, denostan a la Monarquía, introducen la teoría 'queer' o califican a Vox de partido nazi.

De hecho, Ayuso no solo dio una orden a la inspección educativa para ello sino que también llevó el currículo de Bachillerato de la 'ley Celaá' al Tribunal Supremo. «Lo borran todo, intentan politizarlo y controlarlo todo y han metido doctrina», dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso , el día que anunció la semana pasada durante la presentación del recurso.

Esta medida afectaría a los cursos primero, tercero y quinto de educación primaria, primero y tercero de secundaria y para el primer curso de bachillerato que son los primeros que se ven 'afectados' por la entrada en vigor de la nueva norma educativa.

En cualquier caso, el argumento dado para la recomendación de los libros del año pasado es otro. Los manuales no están acabados porque los currículos elaborados por el Estado de todas las etapas educativas (Primaria, ESO, Bachillerato...) se aprobaron tarde. Eso fue arrastrando los 'deberes' de las comunidades, a las que también les corresponde elaborar una parte de los contenidos.

« La tardía entrada en vigor de los reales decretos por los que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato [... ], ha provocado que [... ] en el momento actual se encuentren en tramitación los proyectos de decreto por los que se establecen para la Comunidad de Madrid la ordenación y el currículo de Primaria, ESO y Bachillerato«, señala la Consejería. »A su vez, ha obligado a muchas editoriales a publicar nuevas ediciones basándose en las enseñanzas mínimas establecidas en los reales decretos y en los borradores de los currículos de las administraciones educativas, incluidos los de la Comunidad de Madrid, sin que se hayan podido incorporar las versiones definitivas de los mismos que incorporan todas las aportaciones realizadas por todos los agentes que intervienen en el proceso de tramitación«.

Ley de gratuidad de los libros de texto

Por otro lado, recuerdan que la ley de gratuidad de los libros de texto y el material curricular de la Comunidad de Madrid recoge que «la elección de los libros de texto corresponde a cada centro docente y se realizará con arreglo al procedimiento establecido y en el marco de la libertad de expresión y de cátedra consagrados en la Constitución, así como que las ediciones elegidas no podrán ser sustituidas durante un período mínimo de cuatro cursos escolares« y que los centros educativos podrán alargar la vida útil de los libros de texto que estén en buen estado para racionalizar el gasto público.

Por último, recuerdan que la ley establece que la edición y adopción de los libros de texto no requerirán la previa autorización de la administración educativa , «si bien, en todo caso, estos deberán adaptarse al rigor científico adecuado a las edades de los alumnos y al currículo aprobado por cada Administración educativa».

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