Almeida inicia la ampliación permanente de las aceras del paseo de Recoletos
Las obras, que reducen un carril al tráfico rodado entre Prim y Cibeles, comienzan esta semana y concluirán en cuatro meses
La ampliación permanente de las aceras del paseo de Recoletos, e ntre la calle Prim y la plaza de Cibeles , será una realidad en un máximo de cuatro meses. La intervención también supondrá una mejora del espacio en el tramo situado entre la calle de Salustiano Olózaga y Cibeles, que se igualará con el resto del paseo remodelado en anteriores obras. Según consta en el expediente, al que tuvo acceso ABC, la reurbanización del paseo de Recoletos empezará esta semana y concluirá a finales de enero de 2020.
En octubre del año pasado una hilera de 185 vallas «new jersey» comenzó a apoderarse del tramo del paseo de Recoletos donde ahora se va a intervenir. Estas barreras, que redujeron un carril al tráfico privado eran provisionales, pero con vocación de permanencia. El objetivo del equipo de Manuela Carmena era ejecutar a continuación una obra que ampliase de forma irreversible las aceras de este eje vertebrador de la capital . Pero, casi un año después, ha sido el gobierno de José Luis Martínez-Almeida quien, finalmente, ha adjudicado el pasado agosto estos trabajos, que se iniciarán esta semana. La reforma, encargada a Aceinsa Movilidad, cuenta con un presupuesto total de 1.032.211,53 euros a cargo de las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS), los proyectos que se sufragan con el sobrante del presupuesto del año anterior.
En el pliego de prescripciones técnicas se indica que se «ampliarán las aceras existentes en ambas márgenes, mejorando los itinerarios accesibles y dando más espacio al peatón». En concreto, se plantea alcanzar un ancho de 3,95 metros de acera, frente a los 2 existentes ahora en el lado de los números impares. En la acera de los pares, por su parte, se logrará un ancho de 2,70 metros, frente a los 1,87 metros con los que se cuenta ahora.
Para conseguir este espacio se realizará en el lado de los números impares una redistribución de los carriles de calzada actual, que se reducirán de tres de 2,65 metros cada uno, a dos de 3 metros. Sin embargo, en el caso de la vía junto a los pares es necesario eliminar un tramo de mediana para dejarla alineada con los jardines, como en el resto de la calle. En este caso, no se reducirá el número de carriles, pero, para lograr el ensanchamiento de la calzada, se ganará espacio de la mediana al desplazar para adentro el alumbrado y el mobiliario urbano.
Eliminar obstáculos
Con el objetivo de cumplir con la normativa de accesibilidad vigente, esta reurbanización pretende «renovar y redistribuir el mobiliario , para ubicarlo en los lugares adecuados y evitar así que se sitúen en puntos poco atractivos o que supongan un obstáculo a la accesibilidad, así como para fomentar el transporte en bicicleta». «Además de recuperar espacios para el peatón, se renovarán los pavimentos de las aceras, el saneamiento, el mobiliario urbano y la iluminación», indica el proyecto adjudicado por el área de Obras y Equipamientos.
Carmena colocó en octubre 185 vallas provisionales que delimitaban la zona en la que se va a actuar
En este sentido, en el paso de peatones de la calzada central junto a la fuente de Cibeles se construirá un «refugio peatonal» . Esta plataforma entre carriles proporciona a los viandantes un lugar seguro donde esperar a que puedan cruzar la vía y, al mismo tiempo, servirá para separar ambos sentidos de la circulación.
La intervención también servirá para renovar las marquesinas de las paradas de autobús, en los puntos que carecen de ellas. También se instalarán otros cinco bancos y aparcabicicletas . La obra se complementará con el asfaltado de la calzada en las vías laterales y en un tramo de la calzada central, que asciende a una superficie de 5.870 metros cuadrados. En total, se remodelarán 3.796 metros cuadrados de aceras, de los cuales se ganarán 1.175 metros cuadrados para el peatón.
Los trabajos, según consta en el expediente, se repartirán en tres fases para afectar lo menos posible al tráfico. Durante los dos primeros meses y medio, la concejalía que ahora encabeza la delegada Paloma García Romero (PP) tiene previsto actuar en el bulevar central para cambiar el bordillo tanto del lado de los números pares como el de los impares. Para alinear este espacio con el resto, se retranquearán los elementos del mobiliario urbano (bancos, fuentes, quioscos, bolardos, parquímetros, buzones de correos o maceteros) y las farolas instaladas en ese espacio.
Durante la segunda fase, que se prolongará durante mes y medio, se intervendrá en las aceras pares e impares para mover los bordillos hasta el nuevo espacio ganado al peatón. A continuación, se desplazará también el mobiliario urbano afectado por el cambio. Por último, en las dos semanas restantes, se asfaltará la superficie de la calzada que se va a homogeneizar con el resto del paseo de Recoletos ya intervenido en otras ocasiones.
Se construirá un nuevo espacio en el paso de peatones de la calzada central, junto a la fuente de Cibeles
Plan especial de Gallardón
Esta actuación fue planteada por el gobierno de Manuela Carmena como el inicio de un proyecto más ambicioso inacabado: el plan especial del Eje Prado-Recoletos, que dejó a medias en 2010 el exalcalde popular Alberto Ruiz-Gallardón y que Ahora Madrid quiso recuperar durante su mandato. El arquitecto portugués Álvaro Joaquim Melo Siza que diseñó el plan especial ya advirtió entonces de que algunos tramos de las aceras de Recoletos no reunían «las condiciones para adecuarse a la demanda de uso»: «A pesar de la importancia del entorno cultural, museístico y de ocio, no se dispone de espacio suficiente para el desplazamiento de personas», subrayó.
Este plan especial, que suponía una importante reordenación entre la glorieta de Atocha a la plaza de Colón, no obtuvo el visto bueno de la Comunidad de Madrid, entonces encabezada por Esperanza Aguirre . El equipo de Carmena quiso recuperarlo, pero su propósito se quedó en meras intenciones. En manos del nuevo gobierno de PP-Ciudadanos está ahora la decisión de retomarlo y reformularlo para adaptarlo a las necesidades actuales. En cualquier caso, el primer paso ya está en marcha.
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